En una carta consular fechada el 1 de mayo de 1902 dirigida al canciller chileno en Santiago (José Francisco Vergara), el embajador de Chile en Brasil, Anselmo Hevia, le dice: “(…) Me permito insinuar a Vuestra Excelencia de no precipitar la solución definitiva de nuestras dificultades con Bolivia hasta no conocer cabalmente el giro que dé el Brasil a los asuntos del Acre (…) El gobierno de Brasil me manifestó de que van a presentarse nuevas situaciones, y que la cancillería chilena podrá aprovechar esa situación para dar solución definitiva y conveniente a nuestra antigua cuestión con Bolivia” (fuente AMRE- legación chilena en Brasil-Volumen 297-A-12).

Para 1910, solo Chuquicamata (una cadena de 350 minas) disparó el PIB de Chile en 145%. Además, entre 1910 y 1950, el Acre aportó $us 56 billones al PIB de Brasil. Desde 1889, el Barón de Río Branco enviaba reportes detallados al Gobierno central (Rodrigues Alves- Campos Salles) sobre “las inmensas riquezas ocultas en ríos: oro, diamantes y piedras preciosas y además caucho”.

Otro telegrama enviado a Santiago por el mismo cónsul chileno Hevia dice: “El Presidente me pidió ver la forma de advertir seriamente a Bolivia de la inconveniencia de seguir con el contrato de arrendar el Acre a capitales extranjeros”. Hevia habló, además, sobre el tema con el presidente Salles, a quien le dice: “(…) Aunque Bolivia y Chile no tienen relaciones diplomáticas, veríamos la forma de pasar el mensaje al enviado especial de Bolivia, quien estaría de visita en Santiago (Aramayo llegó a finales de abril de 1902 a la capital chilena) para reunirse con Germán Riesgo” (fuente: AMRE-vol 297-A; Legación Chile- Brasil-1902).

Aramayo no solamente ideó crear la cooperativa con capitales extranjeros The Bolivian Sindícate, para administrar el Acre y frenar las aspiraciones de mercenarios y las del propio barón; sino que además redactó y presentó en Santiago de Chile en abril de 1902 las bases para el Tratado de Paz (fuente: Chile durante el Gobierno de Errázuriz Santiago, Jaime Eyzaguirre: ediciones Zig-Zag, 1957, 307-312.)

Si por el Acre recibimos 2 millones de libras esterlinas (al cambio de la época no supera los $us 13 millones) significa que vendimos 191.000 kilómetros a $us 65 por km2. Por el Litoral recibimos 300.000 libras esterlinas (poco más de 1,5 millones al cambio de la época). Es decir que vendimos a $us 305 el kilómetro cuadrado. Bolivia recibió (los liberales) mas de 15 millones dólares (al cambio de la época por sellar esos acuerdos de paz)… ¿Dónde fueron a parar esos fondos?

Reproduzco algunas conclusiones sobre este tema difundidas en el reporte El Estado de Bienestar en Chile-1010-2010, elaborado por la ONU y la Universidad de Chile: “(…) Gracias a los territorios ocupados después de la Guerra del Pacífico, Chile pudo financiar su Estado de bienestar e infraestructura”. Este informe también aclara que Chile cubrió deudas de Bolivia por más $us 20 millones (al cambio de la época) y financió el tren Arica- La Paz (otros $us 5 millones), a las que califica como compensaciones “generosas”.

El 10 de abril de 1879, el cónsul de EEUU en Santiago, Thomas Osborn, envió una nota al secretario de Estado, Willian Evarts, en la que señala: “(…) La región Tarapacá y zonas invadidas existen recursos de infinita riqueza: en nitrato el valor sobrepasa los 40 billones de dólares. Por ello, Chile, no devolverá esos territorios” (fuente: cable #57-Nota 89J; Legation/US/Santiago/Chili-April-10-1879-Received May 16). El enclaustramiento de Bolivia devino no solo como consecuencia de haber perdido la guerra, sino también por la acción de nuestra diplomacia. Somos responsables de todos los febreros y octubres en nuestra historia y el futuro.

* Sociólogo, máster en comunicación.