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Nuevos desafíos electorales

Música de suspenso. El presentador de televisión, con un redundante y rebuscado preámbulo, anuncia los resultados de las elecciones generales. La escenografía se convierte en un diagrama de barras con los colores de las nueve fuerzas políticas, en distintos tamaños. Simultáneamente, millones de bolivianos conocen la información mediante internet, y otros más, en transmisiones de radio. Tres o cuatro cifras, seguidas del símbolo de porcentaje, se convertirán, quizás, en la noticia más importante del año en Bolivia.

Estos comicios dejarán atrás el “conteo rápido” o las “encuestas a boca de urna”, que hacían las empresas encuestadoras por encargo de los medios de comunicación. Será la primera elección nacional en la que la información saldrá del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Algo fundamental cambió. Antes, las cadenas televisivas o las alianzas de medios se jugaban su prestigio en función a la encuestadora que les podía dar los resultados más precisos o en el menor tiempo posible. Hoy habrá resultados oficiales para todos.

El sistema, que si bien no es el cómputo oficial, brindará —según el TSE y la empresa Neotec— la posibilidad de tener hasta el 90% de los resultados el mismo día de la elección con menos del 1% de margen de error. A las 20.00 se presentará el primer resultado.

Los medios de prensa y los ciudadanos podrán realizar un seguimiento de las cifras actualizadas en el portal web de la entidad electoral. Algunas personas incluso podrían cambiar sus hábitos informativos y acceder directamente al conteo del TREP mediante su computadora o dispositivos móviles.

Los periodistas estamos ante el desafío de presentar una opción diferente a la audiencia que vaya más allá de la simple lectura o presentación de datos, seguida de la repercusión del político “ganador” y del político “perdedor”. Es una oportunidad para presentar productos novedosos; periodismo de datos, comparaciones históricas o crónicas sobre la jornada electoral desde algún rincón del país.

Las cifras, por ejemplo, ayudarán a proyectar la cantidad de representantes que tendrá cada fuerza política en las cámaras legislativas. Incluso esa misma noche se podría conocer a quienes ganaron las circunscripciones uninominales de los principales espacios urbanos.

La tecnología, esa poderosa herramienta, será un insumo para que los medios puedan informar mejor a la ciudadanía boliviana. Además de aportar a mejoras en el proceso electoral y, por tanto, fortalecer la democracia.

* es periodista de La Razón.