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Córdova & Imaná

El Museo Nacional de Arte ha transformado sus salas permanentes en temporales, iniciando una nueva era en su propuesta museográfica e ideológica. Y ha iniciado este proceso con una exposición ejemplar que todos deben visitar. “Córdova Imaná homenaje a un amor” es una retrospectiva de una de las parejas más creativas y constantes del arte boliviano que sintetizaron lo que muchos no logran: la “estetización general de la existencia”; porque la historia entretejida de amor y arte de Inés y Gil, sostenida en muchas décadas, es testigo de ello y es motivo suficiente para resaltar con creces.

La retrospectiva está desarrollada en dos niveles del Museo Nacional de Arte. En cada sala se montaron pinturas, dibujos, cerámicas, joyas, collages, y textos que muestran un momento de nuestra historia y la propuesta estética de la pareja. Inés y Gil son pareja, pero con propuestas muy particulares que, como conjunto, funciona como una interpretación lúcida de lo boliviano en la línea de las vanguardias artísticas del siglo XX.

Se reconoce el dibujo de Gil en su figuración andina, tercamente local, y constante a lo largo de varias décadas. Esa manera de representar la morfología del habitante andino con rostros enjutos, de perfil, con miradas extraviadas o esquivas, envestidos en textiles de geometrías e iconografías propias, cuerpos aislados en la sutileza cromática de un paisaje agobiante… es la manera de Gil dentro de las esferas de la figuración boliviana.

A su vez, Inés es matérica, y sus collages en textiles naturales o metales son portentos de la estética boliviana que muy pocos resaltan en su justa dimensión. Esos tonos níveos, minimalistas, espléndidamente superpuestos de la bayeta; o esas tonalidades ocres, oxidadas, de metales aplanados en estructuras geométricas, resaltadas por un toque rojo o verde son de una estética muy global, pero a la vez local. Es la manera de Inés en las esferas de la abstracción boliviana. La sala dedicada a su producción de joyas tiene un aire argentífero con un pendiente digno de mención: en una valva de ostra marina Inés realzó la naturaleza anómala y original con algunos toques sutiles de cristal y brillos. Una joya.

La “estetización general de la existencia” es un término de Vattimo para explicar el abuso del diseño en estos tiempos posmodernos. Yo lo reciclo para resaltar un hecho significativo que mencionaba al inicio. La mayor obra de Inés y Gil es haber edificado una vida plena de arte con la argamasa del amor. Y eso es demasiado. Es un logro mayúsculo en un mundo donde el amor se desvanece como un performance efímero, abunda la egolatría artística y campea la soledad existencial.

* Arquitecto.