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Elecciones en Argentina

Mañana se celebrarán las elecciones presidenciales de Argentina, en un momento determinante para el país vecino por la aguda crisis económica que atraviesa, la cual necesita de enormes sacrificios y de una gran habilidad política para ser superada. Por la importancia de Argentina para Bolivia, el resultado de esta contienda tendrá consecuencias políticas y económicas relevantes que debemos considerar.

El gobierno de Mauricio Macri está finalizando en medio de grandes desequilibrios macroeconómicos, aumentos permanentes en el precio del dólar y en la canasta básica, y un gran deterioro social. Los escenarios económicos de corto plazo son pesimistas y se espera nuevas presiones cambiarias para la siguiente semana. El momento económico es complicado.

Las tareas del gobierno que sea elegido este domingo, si no hay segunda vuelta, serán enormes, independientemente de cuál sea su sigla. En primera instancia deberá restablecer un mínimo de certidumbre y autoridad, que ayude a estabilizar en el corto plazo la complicada situación cambiaria y de precios que se vive por la falta de divisas. Y en el mediano plazo, deberá renegociar la pesada carga de la deuda externa, que ha crecido como nunca en los últimos años; para finalmente procurar reactivar el aparato productivo, de tal manera que se alivie económicamente a los ciudadanos.

El desafío político es igualmente enorme, sobre todo si gana el binomio opositor conformado por Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández, quienes deberán esforzarse por unir al complejo mundo peronista, a tiempo de dar señales de gobernabilidad y pacificación a una sociedad polarizada por muchos años en torno al apoyo o rechazo al kichnerismo. La severidad de la crisis que atraviesa Argentina exige unidad y el cese de la destructiva “grieta” que ha caracterizado últimamente a su política.

Para Bolivia esta no es una elección cualquiera, por tratarse de uno de nuestros principales socios comerciales, un crucial aliado geopolítico y el receptor de cientos de miles de compatriotas que se han asentado en esa gran nación. Pese a las diferencias ideológicas ente Macri y Evo Morales, las relaciones han sido correctas en estos años, y se esperaría que esa sea la tónica en el futuro si finalmente se confirma la reelección del mandatario transandino.

Si gana Alberto Fernández, las relaciones bilaterales podrían revitalizarse, con nuevas oportunidades para el trabajo conjunto entre ambos pueblos. Aunque hay que tener cuidado en no hacerse muchas expectativas, pues lo más probable es que el nuevo gobernante deba priorizar la complicada agenda interna de rehabilitación económica que urge encarar. En todo caso, hay que estar atentos a los resultados de este domingo.