Hora y media para votar
Este proceso electoral me ha generado muchas dudas, y no solo por el incidente que tuve, sino también por los hechos que se denunciaron y se siguen denunciando.
El pasado domingo, día de elecciones, asistí a la mesa 21 del colegio Francisco de Miranda para votar. No había fila. Por lo cual, este proceso debió haber durado pocos minutos, sin embargo, se extendió por hora y media.
Cuando llegué, uno de los jurados revisó el registro de los electores. Extrañamente lo hizo de forma oculta. Vi mi foto, porque estaba en una esquina, pero pasó la hoja y al cerrar me dijo que no estaba en lista. Confundida, pedí que revise otra vez. Volví a ver mi foto y le dije “Ahí estoy”. Por lo cual se vio obligado a abrir el registro. Alguien había firmado y dejado su huella en el lugar que me correspondía.
En lugar de decirme que hubo un error, el jurado me dijo que no estaba en el registro. Minutos después, llegó la presidenta de la mesa, quien para complicar el asunto me espetó que yo ya había votado, afirmación que me sorprendió grandemente, pues era mentira; y compartí mi denuncia por las redes sociales.
Consulté qué debía hacer, pues requería el certificado de sufragio. Me respondieron que debía ir al Tribunal Departamental de La Paz para arreglar el problema. Les dije que era periodista. Recién entonces se propusieron consultar con la notaria electoral. Ella tardó en aparecer. Tras reunirse con los jurados, se excusó argumentando que no habían sido capacitados apropiadamente; luego me explicó que otra electora se había confundido, firmando en el lugar que me correspondía. Agregó que tenían mi certificado de sufragio, y me propusieron que firmase en el lugar de la persona que supuestamente se había equivocado. No acepté. ¿Acaso el registro no era un documento de valor que había que llenar sin errores?
Me sugirieron esperar a la encargada distrital, pero nadie sabía dónde estaba. Hora y media después, otra notaria sugirió tarjar los datos registrados en mi lugar, y registrar mi firma y huella más abajo. Con ello podría votar y recoger el certificado de sufragio. Acepté. Este incidente debería haber sido anotado por los jurados en el acta electoral. Pero no lo hicieron, como pude constatar en la imagen difundida por el TSE. Luego me enteré que al menos siete personas habían tenido el mismo problema, pero lo dejaron así.
Este proceso electoral me ha generado muchas dudas, y no solo por el incidente que tuve, sino también por los hechos que se denunciaron y se siguen denunciando, como la manipulación del material electoral, la extraña detención de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), errores de transcripción en el conteo oficial, etc. Para emitir mi voto necesité una hora y media, pero las consecuencias de sus resultados me estresaron y preocuparon toda la semana. Y lamentablemente parece que así seguirá en adelante.