A raíz de los intensos incendios forestales registrados semanas atrás en el país, las palabras Chiquitania y Chiquitanía, que aluden a una misma región, han cobraron importancia en diferentes contextos y medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales. Ante la duda sobre cuál de las dos opciones es la correcta, surge la inquietud entre quienes formamos parte de la materia de Semántica Castellana de la Carrera de Lingüística e Idiomas (UMSA), por compartir nuestras reflexiones al respecto, desde el punto de vista de la lingüística, de la historia y de su etimología.

Ambos nombres aluden a la extensa llanura que se encuentra en el sudeste de Bolivia y que abarca gran parte de Santa Cruz. Este departamento posee una inmensa diversidad lingüística, especialmente toponímica, que se origina a partir de la convivencia de varios pueblos aborígenes desde hace siglos, entre los que se encuentran los pinokas, cimeras, ponajikas, guapakas y poojijokas, kibicikas, paikonekas, burekas, itatines y guarayos. De la conjunción de estos pueblos nace el pueblo chiquitano, así como el origen del topónimo Chiquitanía o Chiquitania.

Existen dos hipótesis sobre la génesis de este vocablo chiquitano. La primera considera el término como un exónimo, derivado de las palabras guaraníes tapuy-miri, que se traducen como “pequeños” o “chiquitos enemigos” (fuente: Gobierno Departamental de Santa Cruz). La segunda hipótesis sugiere que cuando los españoles llegaron por primera vez a aquel lugar encontraron chozas con puertas de menos de un metro de altura. Por lo cual consideraron que los nativos eran pigmeos, y denominaron la región con el adjetivo de “chiquitos”. Sin embargo, los lugareños resultaron ser más altos que los españoles.

Una vez expuesto el punto de vista histórico analizaremos el tema desde la lingüística. Cuando se presentan dudas de este tipo, la forma más empleada en la región de origen suele ser la que predomina. Sin embargo, en este caso el empleo de ambas formas (Chiquitania y Chiquitanía) está generalizado. Por lo cual, los dos términos son válidos.

En la misma línea, una nota publicada en El Deber (09.09.19) aclara lo siguiente: “Por extensión, la región cruceña perteneciente a la provincia Chiquitos recibe los nombres de Chiquitanía o Chiquitania, debido a que ambas maneras están muy generalizadas en el país, convirtiendo el término en una palabra biacentual, capaz de pronunciarse con diptongo (ia) o con hiato (ía)”. Lo mismo ocurre por ejemplo con las denominaciones de Antioquía o Antioquia, ambas validas, para referirse a una región de Colombia.

Algunos medios de prensa han comenzado a emplear con predominancia el término “Chiquitania”, lo cual ha generado confusión. Y es que, no sobra recordar, muchos lectores de medios impresos y televidentes suelen considerar como “modelo de habla” a las formas que emplean los profesionales de los medios de comunicación. Por lo cual, resulta necesario aclarar disyuntivas como la que suscita el presente comentario desde diferentes ámbitos de las ciencias sociales, y en este caso en particular, desde la lingüística.

* Docente de Lingüística; Wendy Barcaya, Janeth Mamani, Ángeles Quispe, Adriana Quispe y Guisela Sarmiento son estudiantes de la Carrera de Lingüística e Idiomas, de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).