El giro argentino
Con la victoria del Frente de Todos, a la cabeza de Fernández, Argentina vuelve a la senda de izquierda
Seguramente por el tenso momento que vive el país, sumado a la inédita movilización en Chile en contra del neoliberalismo que rige esa nación desde la dictadura de Pinochet, la elección presidencial en Argentina ha merecido menos atención de la que corresponde a uno de los más importantes socios de Bolivia. Con la victoria del Frente de Todos, Argentina vuelve a la senda de izquierda.
Aunque ya era previsible desde agosto, cuando el partido de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner arrasó con casi el 50% de los votos en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la victoria del frente peronista de línea kirchnerista por 48% de los votos frente al 40,5% de su rival, el candidato de Cambiemos y actual presidente, ha supuesto un alivio para gran parte de la población argentina que desde hace casi dos años padece una recesión de preocupante magnitud.
Así lo entiende el mandatario electo, quien en su primer discurso después de la victoria electoral subrayó que asumiría la presidencia de una Argentina “con muchos problemas más allá de la deuda”, y que los próximos años serían “muy difíciles”. Inmediatamente después comenzó la transición y al día siguiente, en un acto en Tucumán, Fernández, quien asumirá el 10 de diciembre, anunció que luchará contra el hambre y a favor de la enseñanza pública, la sanidad pública y los derechos de los trabajadores, además de anticipar que buscará la legalización del aborto.
Pero es la economía lo que demanda acciones más urgentes. El martes después de su victoria, Fernández anunció que a partir del 1 de noviembre se produciría un descenso de los tipos de interés, con el fin de estimular el consumo interno y el crédito. La urgencia de medidas económicas se percibe con mayor claridad al considerar que actualmente Argentina solo utiliza el 60% de su capacidad industrial; el consumo no ha dejado de disminuir y la tasa oficial de desempleo, cifrada en 10,5%, encubre un gran subempleo; actualmente, el 35% de los argentinos vive en la pobreza.
Uno de los ámbitos que demandará la mayor habilidad política del candidato recientemente electo y de su compañera de fórmula será el Congreso, donde el Frente para Todos tiene mayoría en la cámara de Senadores, que será presidida por la vicepresidenta electa, pero no en la de Diputados, donde tiene 120 de las 257 curules, y donde deberá trabajar para unificar siquiera al peronismo, amén de negociar con el partido del saliente mandatario.
Argentina retorna así a un modelo de izquierda que resolvió la crisis económica de 2001 y mejoró las condiciones de una gran mayoría de la población argentina a través de diversas transferencias y subsidios, pero que, según algunas interpretaciones, provocó las condiciones que luego dieron paso a la crisis que actualmente padece el vecino país. Son tiempos de gran expectativa.