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SOAT y monopolios

UNIVida anunció que iniciará la venta del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) desde el 7 diciembre. Quienes estén interesados (en teoría todos aquellos que cuentan con un vehículo) podrán adquirir este seguro en las oficinas de la empresa estatal, en algunas farmacias, puestos callejeros y a través de internet (por medio de su página web o una aplicación). Aunque esta última opción es válida solo para quienes hayan adquirido un seguro en años anteriores, pues hacen falta datos del vehículo cuya veracidad se debe verificar. Además, también se necesita una tarjeta de crédito o débito para concretar la transacción.

Esta innovación, que ya se aplicó en la gestión anterior, ha permitido resolver una de las principales críticas que surgió luego de que UNIVida se hizo cargo de la venta del SOAT de manera exclusiva: el reducido número de puntos de venta habilitados para adquirir este seguro. Y es que, ante la ausencia de competidores, no tenía ningún incentivo para instalar varios puntos de venta, tal como ocurría hasta 2014, cuando eran varias las aseguradoras que competían en busca de clientes. Por ello, sería deseable que el Gobierno transitorio tome en consideración las ventajas de eliminar la exclusividad de la que hoy goza UNIVida, así como también del resto de los monopolios y oligopolios que persisten en el país. Pues, como bien se sabe, cuando una firma tiene exclusividad en cualquier rubro, se da el lujo de imponer tarifas elevadas por bienes y servicios cuya calidad suele ser deficiente. Con lo cual, los consumidores siempre resultan perjudicados.