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Ese silencio

De entre tantos silencios hay uno ensordecedor, el de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), uno de los dos brazos del Comité de Defensa de la Democracia (Conade) que junto con la jerarquía de los obispos católicos se prestaron el nombre de un organismo creado para enfrentar el golpe de Estado de Luis García Meza y del que formó parte Marcelo Quiroga. Como el mundo suele dar vueltas, el Conade, y otros, también.

Llama la atención que la APDHB y sus voceros estén un poco perdidos. Sus voceros eran muy requeridos y estrellas de los medios de comunicación durante el proceso de desestabilización política. Pero luego que se concretó el derrocamiento del anterior gobierno, hay una especie de labor cumplida y un silencio que no se sabe si es voluntad de los medios, que por ahora no los necesitan, o que los voceros han decidido optar, por ahora, por un perfil bajo.

Hubo una época en la que los sectores conservadores del país y las dictaduras (siempre asociados) les llamaban “izquierdos humanos”. Ahora la APDHB finalmente cuenta con la simpatía de esos sectores que intentaban bajarle el copete con tan graciosa y creativa denominación. Pienso en la APDHB porque no vi que haya actuado en las masacres recientes, denunciando, haciendo el activismo al que nos acostumbraron en otras épocas, cuando era referencia de la defensa de los derechos humanos.

No vi a sus miembros en Senkata, ni antes, ni durante, ni después de la masacre. Pero eso no significa que no hubiesen estado en plena actividad. Llegaron misiones de derechos humanos de la OEA y de las Naciones Unidas, a las que no acompañaron en el trabajo de campo. Pero ahora me entero que sí estuvieron sus representantes en las reuniones con los comisionados internacionales, pero para justificar las masacres, no para denunciarlas.

Treinta y dos asesinados en noviembre, decenas de heridos, cientos de detenidos, dos medios internacionales de comunicación sacados del aire con subterfugios “administrativos”, otra red de televisión nacional a punto de ser acallada también por subterfugios administrativos y por pensar distinto, detenciones permanentes por motivos políticos, violación del derecho internacional del asilo y varios etcéteras. ¿Y la APDHB? A veces uno tiene la impresión de que la cooptación de ciertas instituciones humanitarias se parece a usar ambulancias para transportar paramilitares, ejecutar y justificar un golpe de Estado. Es una de las coberturas que ellos necesitan.

Hay testimonios sobre el liderazgo de un expresidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia en la toma y silenciamiento de los medios estatales BoliviaTv y de la Radio Patria Nueva, tras varias horas de mantener al personal de ambos medios retenidos y con amenaza de destrucción de sus equipos. Al final, el personal fue obligado a salir en fila india, todo bajo el supuesto liderazgo de esta persona. Sucedió en la primera semana de noviembre. Aún no lo puedo creer, pero ya habrá quién nos cuente completa también esta historia.

Resulta difícil digerir el haber visto a los representantes de la APDHB mientras hacían planes, actuaban y acordaban con lo más rancio de la derecha boliviana. Y cuando esa derecha hacía y hace su trabajo, la respuesta es el silencio. Ese silencio.

* Periodista.