A propósito del inicio de las clases en el país, a partir del 3 de febrero, expertos consultados por La Razón resaltan la importancia de que los niños reciban en los hogares no solo mucho amor y compresión, sino también una formación basada en valores y responsabilidades, de tal manera que aprendan en casa la importancia de respetar las normas y de manifestar consideración por los demás. Esto a través del diálogo, límites y sanciones cuando éstos no son respetados, pero también y sobre todo con el ejemplo.
Y es que lamentablemente cada vez son menos los padres y madres dispuestos a ponerles límites a sus hijos; y si lo hacen, por indolencia o para ahorrase malos ratos, no siempre se preocupan por hacerlos respetar. Esto cuando están presentes, pues muchas veces optan por delegar la “formación” de sus hijos a los colegios, niñeras y/o a la televisión. Por eso, muchas veces cuando éstos interactúan con sus pares en los colegios actúan según sus caprichos y no por principios, sin medir las consecuencias de sus actos; lo cual se puede traducir en el famoso bullying o acoso escolar.
Un tipo de agresión que, no sobra recordar, puede llegar a ser demoledor para la salud mental y emocional de los niños, niñas y adolescentes, especialmente cuando se presenta de manera sistemática y por tiempos prolongados. Por todo ello, cualquier iniciativa orientada a contrarrestar este fenómeno, como los consejos que aquí se comentan, deber ser más que bienvenida.