El 2 de julio del año pasado, el periodista que suscribe este artículo envió una carta al entonces comandante general de la Policía Nacional, general Vladimir Calderón Mariscal, para obtener información sobre el parque automotor de la Policía en Bolivia. “El propósito de la misiva es realizar un reportaje sobre el parque automotor de la Policía y el uso en la prevención y lucha contra la inseguridad en Bolivia”, así argumentamos la solicitud a la institución del verde olivo, acompañando además una serie de preguntas.
Semanas después, desde la Unidad Jurídica de la Policía nos informaron que iban a analizar el pedido. Posteriormente indicaron que el documento debía llegar al despacho del señor General. Y cuando parecía que por fin íbamos a obtener los datos requeridos, nos pidieron una nueva carta en la que La Razón acredite que quien solicitaba los datos era en verdad un periodista, pese a que el documento ya tenía los membretes oficiales de este matutino, tal como se acostumbra realizar cuando se pide información a cualquier institución.
Entregué esta segunda misiva al Comando General de manera personal, mostrando antes mi credencial. Desde entonces pasaron casi dos meses hasta que desistimos. Luego vino la crisis suscitada por las elecciones de octubre y el 14 de noviembre pasado la Presidenta posesionó al general Rodolfo Montero en lugar de Calderón. ¿Dónde quedó la transparencia? La información que solicitamos es pública y es una pena que la Policía no haya enviado hasta este primer mes de 2020 los datos requeridos.
En un Estado democrático, todas las personas tienen derecho a pedir y recibir información de las reparticiones estatales, pues solo así se puede garantizar una gestión transparente. Algo que incluso está establecido en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el cual señala que “Todo hombre tiene derecho a la información”.
En 1946, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas emitió su Resolución 59 y afirmó que “la libertad de información es un derecho humano fundamental y (…) piedra angular de todas las libertades a las que están consagradas las Naciones Unidas”, y que abarca “el derecho a juntar, transmitir y publicar noticias”.
Aún esperamos los datos solicitados, creemos que la población necesita saber, entre otras preocupaciones, a cuánto llega el parque automotor de la Policía. En los años precedentes, la prensa nacional denunció el uso ilegal de algunos motorizados; por eso insistimos en la necesidad de que la institución del verde olivo, siguiendo la línea de transparencia que pregona diariamente, entregue esta información. Gracias.
* es periodista de La Razón