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Fauna silvestre y coronavirus

No hay mal que por bien no venga”, reza un conocido refrán que bien puede aplicarse al nuevo coronavirus que ha causado hasta el momento 636 fallecidos y más de 31.000 contagios. Pues esta epidemia está impulsando importantes iniciativas, dentro y fuera de China, para combatir la nociva y peligrosa costumbre de utilizar animales silvestres como comida o medicina, que está poniendo en riesgo la fauna del planeta.

Todo indica que el paciente cero habría adquirido este virus en un mercado de la ciudad china de Wuhan, conocido no solo por la venta de mariscos, sino también de animales silvestres como puercoespines, serpientes, mapaches, ratas de bambú, civetas de las palmeras e incluso murciélagos, utilizados como alimento e insumos para la medicina tradicional. 

En el pasado, estos animales han sido fuente de otros coronavirus como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés), que en 2003 causó 765 muertos y 7.400 infectados, la mayoría en China. En este caso, los científicos determinaron que los murciélagos fueron los primeros portadores de SARS, el cual luego saltó a las civetas de las palmeras, pequeños mamíferos con rasgos felinos cuya carne es muy apetecida en el sur de China; y de éstas, a humanos dedicados al tráfico de especies silvestres.

Respecto al nuevo coronavirus, los científicos sospechan que el pangolín, un pequeño mamífero en peligro de extinción conocido por sus escamas, podría haber participado como “huésped intermedio” entre la transmisión de este virus al hombre y otro animal, probablemente los murciélagos, como ocurrió con el SARS. Por este motivo, algunos sectores de la opinión pública china están presionando al Gobierno para que regule de manera más efectiva la venta de fauna silvestre e incluso que la prohíba. Por ejemplo, una campaña con la etiqueta #RejectGameMeat (rechaza la carne de caza) ha sumado más 45 millones de vistas en Weibo, la red social más utilizada en China, según señala una nota en The New York Times.

Quienes defienden este movimiento aclaran que el consumo de animales salvajes no está relacionado con la pobreza, sino con el afán de hacer alarde de riqueza (la carne de animales salvajes es mucho más cara que la de los de granja) y supersticiones, pues en Asia varios sectores creen que consumir fauna silvestre mejora la salud y puede curar enfermedades. Para tal efecto, influencers como el conductor de televisión Jin Sichen están utilizando los medios y las redes sociales para explicar que comer animales de caza no solo no “cura la impotencia ni tiene propiedades sanadoras”, sino que además puede provocar peligrosas enfermedades como los coronavirus.

Asimismo, organizaciones como WCS están buscando apoyos para impulsar un marco internacional que prohíba la venta de animales salvajes a nivel mundial, ya que se trata de una amenaza no solo para la supervivencia de varias especies, sino también para la salud pública de todo el planeta.