Mucha clase y ningún medio
Entre los principios que sustentan la vida cotidiana de la burguesía esta la idea de que todo se puede comprar y vender
No voy a caer en la tentación de analizar la pandemia desatada por el coronavirus COVID-19, creo que es importante cuidar la vida de todas y todos, y escuchar a quienes saben y conocen del tema. Me parece necesario contribuir este tiempo con un análisis sobre los procesos políticos en nuestro país. En mi anterior artículo escribí sobre los errores políticos de llamar clase media a un pueblo trabajador que mejoró sus condiciones de vida gracias al proceso de cambios de los últimos 14 años; y como feministas comunitarias hemos luchado para que sean revolucionarios.
Entre los principios que sustentan la vida cotidiana de la burguesía esta la idea de que todo se puede comprar y vender. Otra idea que tienen es que su estilo de vida (comida, ropa, diversión, estética, gustos culturales etc.) es el mejor, y por eso es altamente deseable por los pobres o por la gente del pueblo. La burguesía piensa que todos quieren ser como ellos y ellas, y se esfuerzan en imponer su imagen y estilo de vida a través de los medios de comunicación, el arte, la educación y la religión.
En el proceso de cambio con el hermano indígena aymara Evo Morales se han cumplido tareas que la burguesía boliviana mediocre colonizada nunca pudo cumplir, por ejemplo, desarrollar empresas de producción “made in Bolivia”, además de carreteras, escuelas técnicas y tecnología. El proceso de cambio también impulsó en favor del pueblo trabajador el valor adquisitivo del dinero boliviano, e impulsó la creación de redes de agua potable, gas domiciliario, caminos, internet, hospitales, facilidades para obtener vivienda digna y educación, entre otros. Todo esto contribuyó a mejorar los niveles de vida y las condiciones cotidianas del pueblo trabajador; lo que nos permitió obtener un poco a lo que tenemos derecho como humanidad.
El conocimiento, el confort, el arte, la educación no son propiedad de la burguesía. La burguesía roba todo eso a través del régimen capitalista del trabajo y la economía. Los grandes inventos de la humanidad no los elaboran los burgueses; solo compran y patentan estos inventos, que son de la humanidad, para que la gente pague para tenerlos en su vida. El de clase media es un concepto ambiguo, entendiendo que las palabras y conceptos tienen que ayudarnos a develar las formas de la opresión y no a enmascararlas para suavizar su accionar nefasto.
En el mundo capitalista están los burgueses, quienes son poquísimos en cada territorio, y está el pueblo trabajador. Dentro de la clase trabajadora están los proletarios, que son los obreros y las obreras; también están las y los técnicos y profesionales, que son pueblo trabajador. Entonces, si una obrera pone a su hija o hijo a estudiar, y luego se titulan como ingeniera o ingeniero; éstos siguen siendo clase trabajadora, y percibirán ingresos medios por su trabajo y no estarán tan mal pagados como su padre o madre. Gravísimo error político llamar clase media a los y las hijas del pueblo trabajador, pues los convirtieron en desclasados.
Julieta Paredes, feminista comunitaria