Quemas ilegales
Pese a la gran magnitud de los incendios forestales de 2019, la cantidad de focos de calor detectados en lo que va del año supera todos los registros de los últimos años
Mientras en muchos medios de comunicación internacionales se publican sorprendentes imágenes que muestran los dramáticos cambios que la cuarentena ha producido en algunas ciudades del mundo, desde la reducción de la contaminación ambiental hasta la libertad de animales salvajes en calles y carreteras, en Bolivia el obligado confinamiento ha permitido el incremento de las quemas ilegales.
Un informe del Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA), perteneciente al Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), revela que entre el 1 y el 21 de abril, en el país se registraron “2.499 focos de quema”, la mayoría de ellos en Santa Cruz (72% del total) y en el Beni (el 20%). El resto de las quemas ocurrieron en La Paz (86 focos de calor), Cochabamba (60), Tarija (25), Oruro (11), Potosí (6) y Pando, con solo tres casos. El documento explica que pueden tratarse de fuegos activos, de los que no es posible identificar si corresponden a incendios forestales o quemas controladas.
El citado documento revela además que de los 2.499 focos ocurridos en 21 días, 315 se concentran en 21 áreas protegidas y en 15 territorios indígenas de Santa Cruz, Beni y La Paz; 177 se identificaron en áreas protegidas y 138 en los territorios indígena originario campesinos (TIOC). También se señala que entre marzo y abril de 2020 el país registraron 6.788 focos de quema acumulados, de los cuales 5.424 fueron observados en Santa Cruz, el departamento paradójicamente con el mayor número de infecciones por COVID-19 y que ha tenido que ser militarizado para asegurar que la población respete la cuarentena dictada por el Gobierno en marzo.
El Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAA) también publicó un informe sobre el número de focos de calor detectados por monitoreo satelital entre el 1 y el 19 de abril: 445 casos. Dicho informe, titulado “Reporte Oficial de Focos de Calor e Incendios Forestales”, señala que entre enero y abril se registraron 3.368 focos de calor acumulados en el país. Al respecto, el informe del CEJIS afirma que el documento publicado por el MMAA “hace referencia a los focos de calor acumulados, sin diferenciar de manera técnica los posibles incendios forestales o quemas controladas”, lo cual “representa información parcial sobre el estado de situación de los bosques, áreas protegidas y territorios indígenas”. Pero lo que más llama la atención de esta situación anómala es que la enorme sensibilidad sobre el tema demostrada en 2019, cuando ardió el Bosque Seco Chiquitano, ha desaparecido de la esfera pública, donde es una minoría la que expresa su preocupación, pues la cantidad de focos de calor detectados en lo que va del año supera todos los registros de los últimos años para el mismo periodo. Es tiempo de recuperar la conciencia ambiental y despojarla de cualquier matiz político, pues lo que está en juego no es el poder, sino el medio ambiente.