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‘Inmunidad de rebaño’

En una declaración tan sorprendente como irresponsable, el ministro de Salud, Marcelo Navajas, aseguró que la pandemia del coronavirus en el país comenzará a bajar “cuando el 60% o más de la población esté contaminada”. Esa lógica corresponde a la llamada “inmunidad de rebaño”, probadamente fallida y peligrosa. ¿Esa es la estrategia del Gobierno provisorio para salir de la pandemia en Bolivia?

Las medidas asumidas por los gobiernos del mundo para enfrentar la pandemia de la COVID-19 apuestan por la contención, esto es, mantener los casos en niveles muy bajos hasta que haya vacuna o tratamiento; y/o la mitigación, que implica muchos contagios controlados en la expectativa de que los curados sean inmunes. En el extremo se sitúa la “inmunidad de rebaño”: aumento de casos positivos hasta que se logre crear una “barrera inmunológica”. Ello implica también un muy elevado número de fallecidos.

Muy suelto de cuerpo, la máxima autoridad gubernamental de salud en el país, quien sucedió al renunciante Aníbal Cruz, cree que “a partir del 70% u 80% (de contagiados) vamos a decir que hemos ganado” (sic). Si el ministro tiene idea de lo que está planteando como momento victorioso contra el coronavirus, estamos hablando de aproximadamente 8 millones de casos. “Lamentablemente durante ese tiempo vamos a tener muchos fallecidos”, añadió Navajas sin especificar cuántos muertos por la pandemia son “muchos”.

Más allá del pronóstico (o apuesta) del titular de Salud, el dato crítico es que hasta junio podríamos alcanzar los 10.000 contagios en Bolivia; nada menos. Avanzamos así a ciegas por falta de pruebas masivas (Navajas fue cuestionado por su instructivo de hacer pruebas solo a los casos con sintomatología activa). Mientras tanto, en medio del inminente crecimiento exponencial de contagios, la dotación de respiradores y pruebas se parece al cuento del lobo: se anuncian cada semana, pero no llegan.

¿Debemos prepararnos, y asumir con resignación (de rebaño) que la estrategia del Gobierno provisorio para salir “ganando” de la pandemia es que ocho de cada 10 nos contagiemos? ¿Con cuántos muertos en el camino? Si así fuese, ¿para qué seguir prolongando la cuarentena, desde el lunes en modo “dinámico”? ¿El anuncio de Navajas es acaso el reconocimiento del fracaso de la estrategia oficial de contención? El escenario es sombrío, como lo demuestran hoy Santa Cruz y Beni, al borde del colapso sanitario.

Cercanos a los 2.000 casos y una centena de muertos, en pocas semanas hemos dejado atrás, en la región, a Nicaragua, Venezuela, Paraguay, Uruguay, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras y hace poco Cuba. A este paso alcanzaremos a Argentina, salvando diferencias poblacionales. Y eso que, como ya es sentido común, el número de casos registrados es mucho menor al número real de contagios, en especial asintomáticos, que no tienen derecho a prueba. Que la “inmunidad de rebaño” nos encuentre vivos.