Benditos fiesteros
Se anuncian ahora ‘vuelos solidarios’ en favor de quienes se encuentran lejos de sus hogares no porque sea su derecho, sino, para intentar echar tierra sobre unas veleidades lúdicas irrefrenables.
A mes y medio de declarada la cuarentena total, tal parece que a algunas autoridades de gobierno se les ha ablandado el corazón, al anunciar que se dará facilidades para que miles de ciudadanos retornen a los lugares donde residen, incluso con vuelos solidarios y pasajes aéreos a muy bajo costo. Según el Ministro de Obras Públicas, son más de 5.000 las personas varadas dentro del país. Hemos escuchado sus súplicas a través de los medios de comunicación y las redes sociales, y durante semanas recibieron desprecio, e incluso acusaciones de una supuesta irresponsabilidad por haber estado fuera de casa en el inicio de la emergencia sanitaria. Se olvidó que las restricciones entraron en vigencia prácticamente de un día para otro. ¿Pero qué ablandó corazones tan “espinados”, como dice la canción del grupo mexicano Maná?
Puede que esas más de 5.000 personas se lo deban a los fiesteros. Un punto de referencia es el viaje que hizo la hija de la presidente Jeanine Añez el pasado fin de semana a Roboré para relajarse en el sitio turístico de Aguas Calientes. Fueron casi 1.000 kilómetros en un avión expreso de la Fuerza Aérea. Al parecer, las críticas la obligaron a dedicar parte de su descanso a entregar algunas “donaciones”.
Una semana después, se conoció de otro avión militar que transportó al hijo de una diputada oficialista desde Tarija a La Paz para que pueda participar del festejo de cumpleaños de la misma hija de la Mandataria que levantó polémica en Roboré. La serie de mentiras enunciadas por la madre del galán para justificar aquel viaje y otras explicaciones complicaron a las más altas autoridades de gobierno (fue imposible dejar de comparar el cumpleaños de la hija de la señora Jeanine y sus consecuencias con el cumpleaños del hijo de la alcaldesa masista de Vinto, Patricia Arce). Pocas horas más tarde se supo que el Ministro de la Presidencia había trasladado a la Miss Rurrenabaque 2016 en otro avión militar desde el Beni a La Paz. Más mentiras y más escándalo.
El maltrato oficial a los bolivianos “en tránsito” es grosero. A los que venían por tierra de Chile se los rechazó y condenó por estar supuestamente adiestrados “políticamente” para venir a desestabilizar al gobierno de la señora Áñez. El Director de Migración los mostró en la televisión como delincuentes, apuntándoles con el dedo, a tiempo de afirmar que ni siquiera tenían equipaje como prueba de sus actividades “subversivas”, (luego se los vio retornar de la frontera hacia Iquique con sus pesados bultos). Miles de compatriotas van a Chile cada año a ganar algo de dinero en la época de cosecha de frutas.
Y para que no haya por dónde perderse sobre la orientación de los gobernantes, a los que pudieron pagarse un vuelo expreso desde Santiago no se les puso obstáculos ni acusaciones. Es obvio que aquellos compatriotas que volvieron de la capital chilena en un vuelo chárter, y no de la frontera, no fueron a ganar unos pesos en la cosecha. No es difícil imaginar que muchos de los que ahora regresan deben estar agradecidos con los abusivos. Pues si no hubiese sido por esos fiesteros, tal vez seguirían sufriendo más días de desprecio. Se anuncian ahora “vuelos solidarios”, traslados o autorizaciones de viaje por tierra en favor de quienes se encuentran lejos de sus hogares no porque se lo merezcan o porque es su derecho humano, sino, para intentar echar tierra sobre unas veleidades lúdicas irrefrenables. Camino a casa más de uno exclamará: “¡Benditos fiesteros!”.
Freddy Morales, periodista