Icono del sitio La Razón

Tragedia en el Beni

Considerado durante las primeras semanas de emergencia sanitaria en el país como un departamento modelo por la inexistencia de casos confirmados de personas infectadas con el nuevo coronavirus, Beni ha pasado en muy poco tiempo a tener los peores indicadores. Hoy en el departamento oriental se ha comenzado a implementar medidas de emergencia, lo cual tal vez pudo hacerse antes.

El domingo la cifra de personas infectadas con COVID-19 sumaban más de un millar, con una letalidad cercana al 7%. Es decir, el doble que en Santa Cruz, que hasta hace unos días tenía la mayor cantidad de personas infectadas en todo el país, y por mucho. Durante gran parte de la semana pasada las noticias dieron cuenta de la muerte de personas notables de ese departamento, particularmente de Trinidad, ciudad severamente afectada por la pandemia.

Ante el colapso de la paupérrima infraestructura hospitalaria, la ausencia de suficientes médicos especialistas y demás profesionales en salud, de camas, espacio disponible y de elementos esenciales como balones de oxígeno y hasta de equipo de protección personal, los trabajadores de salud realizaron una marcha exigiendo mejores condiciones para realizar su trabajo. Al día siguiente, el Gobernador del departamento declaró Desastre Sanitario, con la esperanza de recibir apoyo del Gobierno central y de países vecinos.

Lo que al inicio de la emergencia sanitaria nacional parecía un capricho de las y los trabajadores de salud se reveló en la circunstancia beniana como una realidad trágica. Tanto así que ya se cuentan seis médicos fallecidos por el temible virus, otros seis han sido dados de baja por estar infectados, y un puñado de profesionales sigue dando batalla, con turnos de más de 24 horas, por la falta de personal. La solidaridad de grupos de médicos de otros departamentos ayudó finalmente.; mientras el Gobierno nacional llamaba la atención por su silencio sobre el tema.

Finalmente, el fin de semana el Ministro de la Presidencia reconoció que la situación en su departamento natal “es difícil y complicada”, y anunció la movilización de la ayuda necesaria, incluyendo el traslado del equipo del Sedes de Santa Cruz, el de mayor experiencia. A su vez, la Ministra de Salud llegó ayer con material de apoyo. Se anunció que desde hoy se aplicará un plan de emergencia basado en cuatro pilares: encapsulamiento, identificación de afectados casa por casa, habilitación de hospitales móviles para la atención de enfermos, además de centros de aislamiento para los pacientes asintomáticos.

Es al menos un alivio saber que por fin la tragedia beniana comienza a ser afrontada correctamente. Sin embargo, es necesario que las autoridades hagan un serio examen y respondan a la pregunta de por qué tardaron tanto en reaccionar. Mañana, cuando la emergencia haya pasado, tendrán mucho que explicar, sobre todo después de las reiteradas promesas de la Presidenta interina y de la enorme cantidad de recursos económicos disponibles.