Sobre llovido mojado
La aparición de la pandemia de COVID-19 expone a la población de la Chiquitanía con riesgo alto de contraer la enfermedad.
Entre los meses de julio y noviembre de 2019, las comunidades y municipios de la Chiquitanía sufrieron uno de los eventos más extremos de incendios a nivel nacional, con una pérdida de casi 2 millones de hectáreas de bosque, 4,1 millones a nivel departamental y 6,4 millones de hectáreas a nivel nacional, datos publicados por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).
Estos eventos extremos dejaron a las comunidades y municipios de la Chiquitanía inmersos en una crisis económica, social y ambiental. Sumado a ello, a finales de octubre los problemas políticos y de convulsión social surgidos a raíz de las elecciones nacionales donde se denunciaba actividades fraudulentas ocasionaron que todo el país se declarara en paro cívico por más de 20 días, lo cual perjudicó las actividades de reconstrucción y recuperación de esta zona en ese momento.
Como si no fuera suficiente, la aparición de la pandemia de COVID-19 expone a la población de la Chiquitanía con riesgo alto de contraer la enfermedad y, para evitar mayor contagio, deben acatar las medidas de cuarentena, lo cual repercute en las actividades socioeconómicas y productivas que se estaban implementando.
El panorama en la Chiquitanía no es favorable, ya que los gobiernos municipales de la región se encuentran débiles institucional y económicamente hablando, pues los pocos fondos que manejan están siendo destinados a atender las emergencias de salud por la pandemia del coronavirus. A nivel ecorregional, la Chiquitanía también se verá nuevamente afectada este año por eventos de quemas e incendios, según los reportes de focos de calor que se han dado a conocer por FAN para el primer cuatrimestre del año, donde se indica que habrá un incremento del 35% de los focos de calor más que los reportados para la misma época, el año pasado.
Las comunidades y municipios de la Chiquitanía se encuentran muy frágiles y vulnerables a cualquier otro evento ambiental que pudiera suceder, es imperante tomar medidas de prevención, apoyada por políticas que contribuyan a reconstruirla social, económica y ambientalmente para un futuro resistente y sostenible. No podemos seguir con las mismas actividades extractivistas de siempre. Debemos trabajar amigablemente con la naturaleza y no en contra de ella.
Teresa Gutiérrez es parte de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).