Educación virtual
La educación virtual, o la educación en el siglo XXI, es una verdadera revolución en todo el sentido del término.
Empujados por una tragedia, los educadores y educandos de este país, atrasado y dependiente, nos lanzamos de lleno a la educación virtual o educación a distancia. Se cerraron parvularios, colegios, institutos y universidades, públicos como privados, urbanos y rurales; para abrir computadoras, tablets o teléfonos inteligentes y continuar con la modalidad no presencial de la educación virtual. En otras palabras: un país limitado en sus recursos, confundido en sus peleas de cocina, usa tecnologías de vanguardia, y para cumplir el año académico los docentes prendieron sus compus, bajaron programas o aplicaciones para convocar “virtualmente” a sus estudiantes. Todo un revuelo. Incluso, el actual Gobierno, presentó un precipitado aggiornamento de este tema.
Veamos el fondo de la cuestión. El atraso de la educación en Bolivia es monumental y, en el uso de las nuevas tecnologías, es aún peor. La educación virtual, o la educación en el siglo XXI, es una verdadera revolución en todo el sentido del término. No se trata de cambiar el aula clásica (con un maestro o maestra en un podio, con pizarrón, regidor y verticalista, que sorprende al estudiante con “algo que no sabe”) por una pantalla donde el maestro o la maestra, continúan las maneras y contenidos que han sido la desgracia de la educación boliviana. No se trata, pues, de continuar esas malas prácticas del proceso de enseñanza-aprendizaje en la red y por intermedio de una pantalla.
Las transformaciones en la enseñanza con nuevas tecnologías son radicales y se basan en el ejercicio de la imaginación, la creatividad y la innovación; de trabajos colectivos; de investigación conjunta entre docentes y alumnos; del uso extensivo de las TICs; de formar competencias y habilidades para las sociedades del conocimiento del siglo XXI. Por ello, en una revolución educativa con nuevas tecnologías, es inútil continuar con el pensum y los contenidos actuales; porque, además, las nuevas generaciones de la ciudad y el campo tienen una visión que supera a la de los docentes. Son personas multitareas, hipertextuales, autónomos, que pasan horas en celulares y computadoras, y resuelven sus problemas en: Google, Wikipedia, Youtube.Edu, iTunes-U, MIT Open CourseWare, Coursera, Udacity, Udemy, Wikibooks, TED. Son jóvenes que “navegan por la nube” y llegan a universidades alternativas y de éxito como la Universidad de la Gente, UoPeople, de Shai Reshef.
Sin más espacio termino invocando a cualquier gobierno: Para una revolución educativa exitosa, que permita un salto histórico, debes primero dotar a la población de un servicio de internet de alta gama, gratuito y universal.
Carlos Villagómez es arquitecto