Un guionista malvado
El discurso político del Gobierno plantea “posicionar la idea fuerza”
Jueves 18 de junio: la señora Jeanine Añez lee un discurso en la Academia de Policías. Horas después sus Ministros de Gobierno, Arturo Murillo, y de Defensa, Fernando López, leen una declaración, aupados por las cúpulas de las Fuerzas Armadas y la Policía, en el hall de Palacio de Gobierno. A los tres les mandan leer casi lo mismo:
Añez: “Es el camino que el gobierno y la enorme mayoría de las familias y los hogares bolivianos queremos. El camino de la unidad, el camino de los bonos, el camino de reactivar la economía, el camino de cuidar la salud, el camino del orden, de la democracia y de la ley. En suma, el camino de ayudarnos entre todos”.
Murillo: “La enorme mayoría del pueblo boliviano no quiere una Bolivia donde unos bolivianos enfrenten a los otros, quieren una Bolivia donde unos bolivianos ayuden a los otros”.
López: “El camino de la presidenta es el camino de la democracia y de la unidad de todos los bolivianos, es el camino donde unos bolivianos ayudan a los otros”.
Al margen de exponer a sus repetidores y a la propia cúpula del gobierno al ridículo, el redactor de discursos de Palacio expone un limitado dominio del idioma español. No usa sinónimos ni la riqueza de las palabras para expresar de otro modo un mismo concepto. Denota pereza en procurar impacto para la más básica consigna de la teoría del discurso político que plantea “posicionar la idea fuerza” que, en este caso, es mediocre y burda: el MAS es malo, Jeanine es buena. En ese a afán no tiene problema en hacer repetir lo mismo a los más prominentes representantes del gobierno de un país.
Si en la columna hubiese más espacio, podríamos demostrar más pereza intelectual, ya que tanto la señora Añez, como sus Ministros Murillo y López, repiten (leen) también, casi calcadas, las mismas acusaciones, adjetivos y amenazas contra el Movimiento al Socialismo y su jefe Evo Morales.
Es el mismo libretista que le hace afirmar a la señora Añez que las compras y adquisiciones estatales son transparentes y se las puede revisar en páginas web, que provee de materiales médicos, equipos de bioseguridad, de respiradores y ventiladores, de unidades de terapia intensiva, de pruebas de COVID-19, de aplazamiento del pago de deudas a la Banca y otras mentiras. Veamos solo uno de esos ejemplos, el tema de la Banca manejado con trampa por el gobierno: la ley dice que todos los deudores no pagan créditos sino hasta seis meses después de levantada la cuarentena. Ella firmó un decreto que cuenta los seis meses desde que empezó la cuarentena y quienes tienen salario fijo deben pagar luego de tres meses de iniciado el aislamiento obligatorio. Es el mismo libretista que le hizo leer que castigará la corrupción “caiga quien caiga”, otra mentira. Cuando la Asamblea Legislativa aprobó una ley para que haya elecciones nacionales hasta el 2 de agosto, le hizo firmar una carta en que reclamaba que lo comicios se realicen el 6 de septiembre. Ahora que la fecha del sufragio es el 6 de septiembre, le hace decir que “¿quién se va a morir si se aplazan las elecciones por uno o dos meses más?”.
El redactor de discursos es malvado. No tiene reparos en exponer a una presidenta y a dos de sus más influyentes ministros, por tanto, a todo un país, al disparate y el absurdo.
Freddy Morales es periodista