Retomar el proceso
Fueron días intensos, la expectativa anulaba el hambre en la boca del estómago. ¡Tenemos que recuperar el proceso de cambio!, hemos afirmado, con los dientes apretados y con gritos en las barricadas. Vamos a recuperar el proceso de cambio, está escrito y seguirá escrito en nuestros pechos, cada vez con más fuerza, más que en el Octubre pasado.
Recordemos que con las “pitas” amarradas en las calles, nos confundimos, pues el juego de la democracia burguesa nos decía que unas pitas debían ser respetadas por todas y todos nosotros, que no nos atrevimos a cortar el capricho de unos pocos, todo ¿por qué? Por respetar al otro y la otra. Dejamos que el golpe al proceso de cambio creciera y se instaure un régimen golpista.
Esos otros que ni gente tenían para mantenerse en las calles, bloqueando, pero al rato de marchar, sí salieron y eran nomás buen número, que como manada machista y racista vociferaba los mas floridos insultos contra los indios e indias, que se atrevieron a ser presidentes y ministras. Peor zapateaban de la rabia porque los indios e indias hayan administrado con inteligencia y efectividad el Gobierno de Bolivia, la mejor administración que se tuvo. Hoy no amarran pitas para protestar contra tanta corrupción, mediocridad e ignorancia. Pero siguen vociferando contra los indios.
Estas jornadas de luchas fueron la continuación de los 528 años heredadas de nuestros y nuestras ancestras. Recuperar las calles, mover las energías, sacar los miedos y desmitificar los poderes establecidos, saber cómo reorganizar la lucha por la vida y cómo organizarnos ante los poderes. Hoy sabemos de los y las traidoras, sabemos ya de los llunkus, de los oportunistas; es un saber de luchas que ya está en nuestras organizaciones, ¡eso hicimos! Y es la unidad de nuestras organizaciones lo que hoy van a atacar, los y las oportunistas.
Nuestras hermanas y hermanos dirigentes ya nos hablaron: las decisiones están en las organizaciones, con las asambleas que deliberan, escuchándonos, pensando, aportando, siendo responsables. Cuidando el proceso revolucionario, donde tener un gobierno ayuda, pero el objetivo es acabar con todas las opresiones que nos hacen sufrir. Tenemos que reconocer que en estos 14 años también nos confundimos y no faltaron los que tuvieron muyu muyu con el poder.
Las discusiones convocaron a la reflexión, la organización de las propuestas, el análisis, la información, valiosos instrumentos autoconvocados desde las esperanzas acuñadas en 14 años de proceso de cambios y la necesidad de reconducirlos, profundizarlos y relanzarlos. La autoconvocatoria de nuestras organizaciones matrices habla de la autonomía de los movimientos sociales que tienen en el MAS IPSP su instrumento electoral. No hay que confundir con individualismos y oportunismos autoconvocados.
Las mujeres somos parte fundamental, esa mitad de cada pueblo revolucionario, esa mano, ese ojo, ese pie del cuerpo comunitario de las luchas. Que junto al otro pie, al otro ojo y mano de nuestros hermanos hombres, construimos los procesos revolucionarios que garantizaran la vida en nuestros territorios. Abrazo a las hermanas Bartolinas, que con su palabra y presencia supieron orientar nuestras luchas.
Julieta Paredes es feminista comunitaria.