El enmarque de nuestras realidades
El antropólogo Gregory Bateson fue uno de los primeros en utilizar el término frame en 1954 dentro de la teoría psicológica. Después, los aportes vinieron de varias ciencias sociales y fue Erving Goffman quien la desarrolla en el campo de la sociología interpretativa.
Frame, en castellano, se traduce como “marco”. Estamos hablando de las formas en las que los seres humanos damos marco a hechos que se convierten en la “realidad”, seleccionamos hechos, desechamos unos disidentes a nuestra forma de ver el mundo e incluimos aquellos que refuerzan nuestros enmarques. Estamos hablando que existen marcos y no realidad, o más bien que existen “realidades”.
Según esta teoría del enmarque, la vida se presenta como una realidad interpretada por las personas y que para ellas, esos mundos subjetivos son sus mundos coherentes. Estos autores afirman que la realidad se construye socialmente. Unos mundos interpretados pueden ser opuestos a otros mundos interpretados, y ambos basarse en los mismos hechos.
En el mundo/realidad/vida cotidiana que vivimos tan polarizada en Bolivia, esta teoría puede ayudar a entender parte de lo que nos sucede. Existen al menos dos polos dominantes que intentan imponer su interpretación, su enmarque de la realidad; y son dos interpretaciones/marcos que son opuestas. Cada uno de nosotros y nosotras afirman con vehemencia que su enmarque es el correcto, que es la única realidad posible, de hecho no reconoce a los otros enmarques como legítimos o como existentes siquiera sino solo al suyo, y se enquista y busca más elementos que apoyen su enmarque y deslegitimen a los otros. “Les han dicho”, “Son ignorantes”, “Solo escuchan y repiten”, “Les pagan por protestar” son frases que escuchamos frecuentemente para restarle legitimidad a los otros enmarques. Las escuchamos de personas afines al MAS tanto como de sus opositores, esos son los dos enmarques predominantes.
¿Cómo operan las redes sociales? Ya se ha hablado de las cámaras de eco como uno de los mecanismos de operación de las redes sociales, eliminando disidencias y sirviendo como un espejo de las propias opiniones. Es decir, ayudan a interpretar la “realidad” de acuerdo a preconceptos, experiencias y formas de ver el mundo previas de cada usuario y usuaria apoyados en algoritmos.
Así que lo que estamos viendo en nuestros muros y timelines no es más que lo que queremos ver. Buscamos contactos, grupos, amigos y amigas que piensen como nosotros, eso nos reconforta, nos afirma en nuestra realidad. Por eso, las disidencias son atacadas con tanto fervor, porque según cada uno de nosotros y nosotras están equivocados, mienten. No hay conciencia de la existencia de otras interpretaciones, la única válida es la propia.
Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com