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Normas claras para activar el sector productivo

Si queremos que el sector privado coadyuve de manera activa en la solución de los problemas nacionales —como lo dijimos en reiteradas oportunidades —, necesitamos que el país tenga normas claras y definidas, para coadyuvar al sector privado.

Se estima que las pérdidas del sector comercial, en lo que va del año, ascienden a unos $us 1.500 millones, fruto tanto de la recesión económica como de las cuarentenas rígidas y flexibles, y bloqueos por la crisis política que han paralizado el país.

Solo en la cuarentena rígida de marzo el sector ha perdido $us 400 millones. Los 15 días del bloqueo que vivió el país han significado por lo menos $us 70 millones de pérdidas para el sector empresarial del comercio, transporte y turismo.

En este escenario, hace pocos días la Cámara Nacional de Comercio presentó al Gobierno el proyecto de Ley Nacional de Pausa Regulatoria e Impulso a la Inversión, que servirá como instrumento para encarar satisfactoriamente estos problemas.

Esta organización empresarial recuerda que «Bolivia enfrenta una tormenta perfecta que afecta la dinámica empresarial del país debido a la triple crisis provocada por la emergencia sanitaria, una economía que sufre la recesión más fuerte de los últimos 100 años con una caída del 7% del PIB, y la inestabilidad política. Los efectos de esta triple crisis constituyen seguramente el mayor reto de la historia de Bolivia y por lo tanto las respuestas y acciones deben estar a la altura de este desafío».

La ley que plantea esta organización empresarial permitiría instaurar un marco regulatorio flexible en los ámbitos tributario, financiero, laboral y otros inherentes a la actividad económica formal. También está pendiente renovar el contrato para la administración de Fundempresa, planteado por las organizaciones empresariales como la CNC, la CNI, la CEPB y federaciones departamentales.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su más reciente informe sobre comercio internacional e integración, señala que hasta mayo el volumen del comercio mundial acumuló una caída de -17%, y el valor del comercio de América Latina y el Caribe se redujo en casi un cuarto en 2020 (-23%).

El actual Gobierno —en el poco tiempo que le queda en la administración del país— y el que salga elegido de los próximos comicios, debe aplicar políticas para la generación de «empleos dignos» y reactivar la economía.

También se tiene pendiente la renovación de la concesión del registro de comercio (Fundempresa), como tema prioritario por los empresarios.

Para llevar adelante estas tareas, el sector privado ofrece a sus profesionales para aportar en la «proyección del futuro». Las autoridades nacionales deben conformar, con carácter de urgencia, un Comité Interinstitucional de Coordinación y Articulación Público-Privado para la Reactivación de la Economía y el Empleo de Bolivia.

En este panorama preocupante, surgen caminos que permiten incentivar el comercio en este periodo de cuarentenas. Estamos hablando del “e-commerce”, una opción de comercio con soporte electrónico, poco aprovechado en los últimos años.

Ahora, el e-commerce es la opción que facilita comparar precios, comprar y vender a cualquier hora, permitiendo no solo ahorrar sino también evitar el contacto físico.

Rolando Kempff Bacigalupo es economista, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Miembro de Número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.