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Agenda de reactivación económica desde las mujeres

Una de las preocupaciones centrales que tenemos luego de la pandemia es resultado de la capacidad que ésta ha tenido en la destrucción de empleos. El virus ha sido letal para muchas iniciativas unipersonales o pequeñas empresas con dos o tres empleados, que constituyen la mayoría de los emprendimientos bolivianos. Por ello nos ha sorprendido gratamente la iniciativa del Comité de Mujeres Emprendedoras y Empresarias de Bolivia (CEEB), que ha irrumpido en la escena nacional con una agenda clara de demandas desde las mujeres para evitar el colapso económico de pequeños emprendimientos que son la base del dinamismo de nuestro mercado interno.

Esta iniciativa, que agrupa a mujeres emprendedoras vinculadas al microcrédito, tiene una excelente vocera en Mónica Chuquimia, quien habla desde la experiencia de años de trabajo fortaleciendo iniciativas de mujeres. Esta experiencia le permite describir muy bien un entorno de negocios en Bolivia que trata muy mal a todos, pero en especial a las mujeres, que de mil maneras se las ingenian para sostener sus hogares. Esa es la voz que Mónica Chuquimia nos comparte y de allí su potencia.

Desde esa evidencia empírica, el CEEB nos plantea una agenda de reactivación económica desde las mujeres que resume las dificultades sistémicas que éstas enfrentan para sacar adelante sus negocios. Los pilares de esta agenda están referidos a varios temas que pueden ser agrupados en 10 puntos. El primero es el acceso a capital y financiamiento, que implica discutir productos financieros más adecuados, ya que el crédito no es el único producto que las mujeres requerimos del sistema financiero. Otro tema clave es el acceso a mercados y redes empresariales, que incluyen un trabajo serio en promover a la innovación y la creación de valor agregado en productos y servicios ofertados por mujeres; así también es necesario promover un entorno favorable para generar negocios y, en el caso específico de las mujeres, la indispensable distribución más justa del trabajo del cuidado.

Por otro lado, el CEEB asume que una brecha significativa del acceso de las mujeres a las oportunidades del desarrollo tiene relación con el acceso a la educación y la capacitación. Esto incluye el acceso y control de las tecnologías de información y comunicación como factor clave en el nuevo contexto. También un factor de éxito está vinculado a la generación de información y transparencia sobre la dinámica emprendedora desde los intereses de las mujeres.

Por último, pero muy importante, es todo lo que implica un cambio en las mentalidades de los sujetos económicos para que consideren a las mujeres en todo su potencial productivo. Por ello el CEEB se plantea visibilizar para fortalecer el liderazgo de mujeres en ámbitos económicos y políticos, la participación paritaria de mujeres en ámbitos de decisión y sobre todo contribuir a eliminar la discriminación y segregación ocupacional y brechas salariales de género.

Esta ambiciosa agenda durante todo septiembre será propuesta y discutida con los candidatos. Estaremos muy atentas a cada una de las respuestas que los actores políticos tengan frente a esta problemática puesto que, más allá de la polarización a la que la competencia electoral nos obliga, este es un problema que nos concierne a todas y todos.

El Comité de Mujeres Emprendedoras y Empresarias de Bolivia (CEEB) es un interesante ejemplo del avance de las organizaciones de mujeres y la enorme diversidad de sus agendas, y viene a traer un aire fresco a los gremios empresariales, muy vinculados a élites de poder patriarcales y rentistas. Por ello, seguiremos atentas para transmitirles sus ideas que buscan mejoras sistémicas para el desarrollo económico del país.

Lourdes Montero es cientista social.