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¿Qué se perdió en el 21F?

El discurso creado sobre el 21 de febrero de 2016 es uno armado para arrebatar la memoria del proceso de cambio del pueblo boliviano y así encubrir la deplorable acción fascista y racista incrustada en nuestro país, que lo único que busca es mantener privilegios, saqueo e impunidades cínicas, diferencias sociales que lastiman a las personas.

¿Que Evo Morares quería atornillarse en la silla presidencial? Puede que sí, puede que no. Pero lo que sabemos las organizaciones sociales es que no había otro compa —en aquel momento— que garantizara la unidad y la oportunidad para reconducir y profundizar el proceso de cambio, ante los ataques de afuera y, sobre todo, las traiciones de adentro. Por eso lo apoyamos, mismo si él no quería, era un mandato que le dimos.

La derecha fascista, desde el inicio del proceso de cambio, rabiosamente atacaba la Asamblea Constituyente, se la olía, sabía que este proceso no era solo para una gestión de gobierno o dos. Por eso impusieron —por afuera de las decisiones de la Asamblea— límite al mandato presidencial. Como pueblos originarios tenemos el rote y los cambios en la conducción política, pero no somos tontas ni tontos para no evaluar los momentos políticos y los peligros a los que nos exponemos, con estos rotes y cambios.

A todo ese serruchar el piso del proceso de cambios revolucionarios, desde fuera y desde adentro, se sumó el mecanismo manipulador de las fake news, mentiras y difamaciones deliberadamente organizadas desde las redes sociales, para atacar las decisiones libres e informadas de las y los electores. Eso es lo que se perdió el 21F, la libertad de decidir libre e informadamente. Nos sorprendieron con la mentira, la calumnia montada sobre algunas verdades que sirvieron para confundirnos. “La Zapata fue, pues, pareja del Evo”, pero todo el resto era una mentira. Por eso, no fueron ni son legítimos los resultados del referéndum del 21F. Ganó con un 1% la manipulación, el fraude de hábiles mentirosos y mentirosas, con computadoras y redes sociales,

Apoyamos la candidatura del Evo, no porque lo queremos atornillado al poder, sino por todos esos elementos que confabulaban y confabulan todavía. Vergüenza para quienes tomaron la bandera de la mentira y la manipulación, los y las “pititas” que juraban ser “demócratas”, hoy claramente sabemos que son fachos golpistas, asesinos y asesinas de 36 hermanos. 

Hoy los candidatos y candidatas de la derecha no solo que no tienen propuestas, sino que no les importa tenerlas, les basta insultar indios y creerse mejores. ¡Eso perdimos el 21F!  La capacidad de argumentar, perdimos los espacios de discusión y argumentación de lo que cada quien piensa para sustituirlos por el insulto, la mentira, la difamación y el montaje político.

Vamos a recuperar el proceso de cambios revolucionarios, para corregir nuestros errores y darle fuerza y contenido al Vivir bien.

Julieta Paredes es feminista comunitaria.