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Sunday 8 Sep 2024 | Actualizado a 01:55 AM

Construcción, motor de la economía que está en crisis

/ 25 de septiembre de 2020 / 03:17

El sector de la construcción —considerado como uno de los motores de la economía— está en un periodo de decrecimiento económico. Según los datos del Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) del INE, a abril, la actividad de la construcción bajó 48%, si se lo compara con el registro a abril de 2019.

La producción de las cinco empresas cementeras del país (Soboce, Coboce, Fancesa, Itacamba y Ecebol) bordean las 6 millones de toneladas al año. Si el Gobierno no aprueba proyectos de gran envergadura, como obras hidroeléctricas, aeroportuarias, caminos asfaltados y exportaciones, se tendrá un exceso de oferta, que puede traer problemas adicionales.

Los datos del INE muestran la existencia de una capacidad instalada suficiente para abastecer la demanda interna. Esto muestra la urgencia de ejecutar proyectos de infraestructura estratégicos pendientes que lograrán la exportación de cemento. La actividad de la construcción vive una desaceleración desde 2016, y en 2019 se tradujo en un crecimiento de solo 1,91%, inferior al aumento del PIB de la economía nacional de ese año, que fue del 2,22%. Ahora, esta reducción de su crecimiento se convirtió en recesión, con una caída en el PIB de 9%.

Todas las medidas de cuidado sanitario dispuestas por el Gobierno para reducir los efectos del COVID-19 en la población, como el confinamiento, paralizaron casi toda las actividades, entre ellas la construcción. El consumo de cemento acumulado en el primer cuatrimestre de este año (enero-abril) llegó a 787.586 toneladas métricas, frente a 1.197.487 toneladas métricas en los cuatro primeros meses de 2019. Otro indicador que tuvo una caída abrupta fue el de los permisos de construcción que otorgan los gobiernos municipales. Según el IGAE, los tres primeros meses de este año las alcaldías dieron permisos para construir 215.634 metros cuadrados, cuando en 2019 llegaron a 655.030 metros cuadrados, una reducción de algo más del 60%.

Con esta información en mano coincidimos con el Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y las Cámaras de Construcción de Bolivia, cuando afirman que el sector enfrenta una situación muy difícil, que demanda del Gobierno medidas adecuadas y oportunas, como cancelar todas las deudas que tienen las instituciones públicas por planillas de avance de obras impagas, y la puesta en marcha en el menor tiempo posible del “Programa Intensivo de Empleo” a cargo del Fondo Nacional de Inversión Productiva, Social, más otras medidas para reactivar el sector.

De acuerdo con el INE, entre enero y junio de este año la actividad económica tuvo una caída del 7,96%, comparada con similar periodo de 2019. Este descenso se debió al impacto negativo que sufrieron la minería, la construcción y el transporte, por la cuarentena.

La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco)  fue enfática al remarcar que la pandemia agravó la situación de las empresas constructoras que exigen al Gobierno, desde hace muchos meses, el pago de deudas por concepto de obras entregadas y en ejecución, cuyo monto es de aproximadamente Bs 2.500 millones.

Se estima que el sector de la construcción genera en el país aproximadamente un millón y medio de fuentes de trabajo, entre empleos directos e indirectos. El rubro de las empresas constructoras sostiene el 8% del empleo total en Bolivia y cada año absorbe el 25% de los puestos nuevos que se crean y tienen repercusión directa sobre una cadena de actividades económicas como la provisión de materiales industriales, los diseños de obra, el transporte y los servicios, remarcó Ronald Nostas, presidente de los empresarios de Bolivia. En marzo, durante el primer Foro Boliviano de la Construcción, las autoridades del Gobierno se comprometieron a atender de forma prioritaria los principales problemas del sector, como el pago de planillas de proyectos concluidos y en ejecución, liberación de garantías de proyectos concluidos.

El 2019, el consumo de cemento en Santa Cruz llegó a 1.059.160 toneladas; el segundo mayor consumidor de este año fue Cochabamba con 993.097 toneladas y La Paz ocupó el tercer lugar con 877.385 toneladas. Los tres suman 2.929.6542 toneladas, que representan el 74,03% del total nacional. La afirmación de que la construcción está en crisis se refuerza con los indicadores expuestos y son preocupantes por la caída del PIB de entre 8% y 9%.

Rolando Kempff Bacigalupo es economista, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.

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Canal de Panamá y puerto de Chancay

Rolando Kempff Bacigalupo

/ 25 de agosto de 2024 / 01:49

El Canal de Panamá es una vía fluvial de 82 kilómetros, la cual vincula desde hace 110 años el océano Atlántico con el océano Pacífico. Esta vía construida por la mano de más de 50.000 hombres, junto con el soporte de la tecnología, atraviesa el istmo de Panamá en su punto más estrecho, permitiendo el tránsito de barcos entre los dos océanos.

La construcción del canal fue un proyecto complejo que comenzó inicialmente bajo control francés en 1881, pero fracasó debido a enfermedades y problemas financieros. Posteriormente, Estados Unidos asumió el proyecto en 1904 y completaron la construcción en 1914, constituyéndose como una de las obras de ingeniería más importantes del siglo XX.

Aunque el canal fue administrado por Estados Unidos desde su apertura hasta 1999, actualmente es de propiedad y operación panameña.

El Canal de Panamá ha reducido significativamente la distancia de navegación entre los puertos de la costa este de los Estados Unidos, Europa y Asia. Su importancia es tal que influyó en la navegación comercial mundial, ya que muchos barcos fueron construidos con las dimensiones máximas adecuadas para transitar por este canal, que se los conoce como los “Panamax”.

Este canal se convirtió en un componente esencial del transporte marítimo internacional, conocido por su sistema de esclusas que elevan y bajan los barcos, permitiendo su paso de manera eficiente, con sus casi 50 pies de calado y capacidad de tránsito para 35 buques diarios, desde la ampliación realizada en 2016. Es así como la vía interoceánica conecta a 180 rutas marítimas que llegan a 1.920 puertos en 170 países alrededor del mundo.

Con la finalidad de ofrecer una mejor atención a los usuarios, entre 2007 y 2016 se hicieron ampliaciones, incluyendo esclusas más grandes para el paso de barcos de mayor envergadura, con un calado máximo de 18,3 metros y una eslora máxima de 427 metros, contribuyendo a una cadena de suministro más eficiente, permitiendo el tránsito de 35 buques diarios.

El canal de Panamá es utilizado en casi un 70% por barcos de los Estados Unidos de Norteamérica, y luego están las embarcaciones chinas en un 18%. En porcentajes menores encontramos barcos de banderas chilenas y japonesas.

Pese a la crisis generada por el fenómeno de El Niño, se estima que este canal generará ingresos para el gobierno de Panamá, en el año fiscal 2024, por $us 2.471 millones.

Para el año fiscal 2025 se prevé un aumento en estos aportes, con estimaciones que ascienden a los $us 2.789 millones, demostrando la solidez y eficiencia de la administración del canal.

Considerando los beneficios comerciales y económicos que representa la promoción e inversión en logística, actualmente se desarrolla el puerto de Chancay, ubicado en la provincia de Huaral, en la región de Lima, Perú. Chancay cuenta con modernas instalaciones portuarias que permiten la carga y la descarga de mercancías de manera eficiente.

Además, su ubicación estratégica lo convierte en un punto de partida para el transporte de productos hacia diferentes destinos tanto nacionales como internacionales, contribuyendo al desarrollo económico de la región y del país en su conjunto.

El Terminal Portuario Multipropósito de Chancay será inaugurado en noviembre y contará con la participación del presidente de China, Xi Jinping. Este puerto aspira a desempeñar un papel crucial como la principal conexión comercial de China en Sudamérica.

Los distintos puertos comerciales demuestran la necesidad de apertura a mercados internacionales, mejorando la interconexión entre economías. Es por eso que el comercio exterior es pilar fundamental en la estrategia de los países.

Rolando Kempff Bacigalupo es licenciado en Economía de la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).

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El reto del Mercosur

Rolando Kempff Bacigalupo

/ 29 de julio de 2024 / 09:29

Bolivia es miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur). Hace unas tres semanas participó, por primera vez, de la cumbre de este proceso de integración. Esta incorporación representa para el país retos y oportunidades.

Hablando de retos, debemos ser claros al afirmar que para que Bolivia se beneficie del mercado ampliado del Mercosur, en su calidad de miembro pleno, debe tener la capacidad de competir en precio y calidad con la producción de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

En la primera cumbre del Mercosur en la que participó Bolivia como miembro pleno, la canciller Sosa planteó una integración plena, con la eliminación de barreras comerciales que respeten el medio ambiente.

Para tener productos competitivos en precio y calidad, necesitamos de mucha inversión privada que oriente sus recursos a una adecuada y necesaria tecnificación que permita mejorar la calidad y aumentar los volúmenes de producción.

En el caso de la producción agrícola, en particular, debemos remarcar que el incremento de la producción, con precios competitivos, solo será posible con el uso de biotecnología que debe ser autorizada por el Gobierno.

Una ventaja inmediata de ser miembro pleno de Mercosur, como lo remarcó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, es la reducción de la dependencia del dólar para la compraventa de productos entre los países miembros.

El Sistema de Monedas Locales (SML) permite realizar operaciones en las monedas de los países que integran el Mercosur. Por medio del SML, las transacciones tienen un costo menor porque se logran mejores tasas de cambio.

“Con su ingreso en el sistema de pagos en moneda local, reduciremos la dependencia del dólar; y los costos de transacción de las operaciones de cambio en nuestros países. Esa medida es de gran utilidad para las pequeñas y medianas empresas del continente”, explicó Lula.

Los empresarios manifestamos nuestra predisposición al trabajo necesario, exhortando al Gobierno para poder fomentar la inversión privada nacional y extranjera.

Varios analistas destacaron las palabras del presidente Lula da Silva dirigidas a su homólogo Luis Arce, al sostener que la estabilidad económica y política son importantes para avanzar en el desarrollo y la atracción de inversiones, además del uso de tecnología y biotecnología.

La incorporación de Bolivia como miembro pleno del Mercosur fue aplaudida por muchos. Así, Oscar Mario Justiniano, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), sostuvo que es “una oportunidad impresionante” porque abrirá grandes mercados para la producción nacional, como son Brasil y Argentina. Así lo hicieron, en su momento, Paraguay y Uruguay.

Sin embargo, el ingreso de Bolivia al Mercosur como miembro pleno conlleva desafíos que deben ser encarados, como la inseguridad de circulación por las carreteras bolivianas, lo cual hace que Bolivia sea un país de mucho riesgo, pues el exportador no tiene la seguridad de que su mercadería llegue a destino en el tiempo programado, o que sus importaciones de insumos arriben oportunamente.

Nuestras exportaciones a Brasil y el Mercosur deben tener el mayor valor agregado posible, logrando la competitividad de productos bolivianos en mercados internacionales. Los empresarios expresamos que estamos dispuestos a trabajar por el país, y el Gobierno debe hacer su parte, facilitando el trabajo empresarial, con leyes que den las garantías que demanda el inversor; ofrecer, a los nuevos inversionistas, incentivos tributarios y promover el uso de la biotecnología, que nos permita competir en igualdad de condiciones con los productores agropecuarios de los países vecinos.

Rolando Kempff Bacigalupo
es licenciado en Economía de la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).

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El reto del Mercosur

Rolando Kempff Bacigalupo

/ 29 de julio de 2024 / 04:02

Bolivia es miembro pleno del Mercado Común del Sur (Mercosur). Hace unas tres semanas participó, por primera vez, de la cumbre de este proceso de integración. Esta incorporación representa para el país retos y oportunidades.

Hablando de retos, debemos ser claros al afirmar que para que Bolivia se beneficie del mercado ampliado del Mercosur, en su calidad de miembro pleno, debe tener la capacidad de competir en precio y calidad con la producción de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

En la primera cumbre del Mercosur en la que participó Bolivia como miembro pleno, la canciller Sosa planteó una integración plena, con la eliminación de barreras comerciales que respeten el medio ambiente.

Para tener productos competitivos en precio y calidad, necesitamos de mucha inversión privada que oriente sus recursos a una adecuada y necesaria tecnificación que permita mejorar la calidad y aumentar los volúmenes de producción.

En el caso de la producción agrícola, en particular, debemos remarcar que el incremento de la producción, con precios competitivos, solo será posible con el uso de biotecnología que debe ser autorizada por el Gobierno.

Una ventaja inmediata de ser miembro pleno de Mercosur, como lo remarcó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, es la reducción de la dependencia del dólar para la compraventa de productos entre los países miembros.

El Sistema de Monedas Locales (SML) permite realizar operaciones en las monedas de los países que integran el Mercosur. Por medio del SML, las transacciones tienen un costo menor porque se logran mejores tasas de cambio.

“Con su ingreso en el sistema de pagos en moneda local, reduciremos la dependencia del dólar; y los costos de transacción de las operaciones de cambio en nuestros países. Esa medida es de gran utilidad para las pequeñas y medianas empresas del continente”, explicó Lula.

Los empresarios manifestamos nuestra predisposición al trabajo necesario, exhortando al Gobierno para poder fomentar la inversión privada nacional y extranjera.

Varios analistas destacaron las palabras del presidente Lula da Silva dirigidas a su homólogo Luis Arce, al sostener que la estabilidad económica y política son importantes para avanzar en el desarrollo y la atracción de inversiones, además del uso de tecnología y biotecnología.

La incorporación de Bolivia como miembro pleno del Mercosur fue aplaudida por muchos. Así, Oscar Mario Justiniano, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), sostuvo que es “una oportunidad impresionante” porque abrirá grandes mercados para la producción nacional, como son Brasil y Argentina. Así lo hicieron, en su momento, Paraguay y Uruguay.

Sin embargo, el ingreso de Bolivia al Mercosur como miembro pleno conlleva desafíos que deben ser encarados, como la inseguridad de circulación por las carreteras bolivianas, lo cual hace que Bolivia sea un país de mucho riesgo, pues el exportador no tiene la seguridad de que su mercadería llegue a destino en el tiempo programado, o que sus importaciones de insumos arriben oportunamente.

Nuestras exportaciones al Brasil y al Mercosur deben tener el mayor valor agregado posible, logrando la competitividad de productos bolivianos en mercados internacionales. Los empresarios expresamos que estamos dispuestos a trabajar por el país, y el Gobierno debe hacer su parte, facilitando el trabajo empresarial, con leyes que den las garantías que demanda el inversor; ofrecer, a los nuevos inversionistas, incentivos tributarios y promover el uso de la biotecnología, que nos permita competir en igualdad de condiciones con los productores agropecuarios de los países vecinos.

Rolando Kempff Bacigalupo es licenciado en economía de la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).

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Mayor integración regional

Los empresarios expresamos nuestro compromiso para fomentar el relacionamiento con Paraguay

Rolando Kempff Bacigalupo

/ 25 de junio de 2024 / 11:18

Paraguay y Bolivia pueden y deben trabajar juntos por un futuro mejor para los dos países. Hace pocos días, Santiago Peña, presidente de la República de Paraguay, visitó Bolivia y con Luis Arce, su homólogo boliviano, reafirmaron la voluntad de fortalecer el comercio bilateral, además de promover la cooperación en materia de infraestructura física y logística.

Peña expresó de manera clara: “Estamos decididos a integrarnos y estamos decididos a construir sobre las fortalezas que tenemos nosotros los paraguayos y las fortalezas que compartimos con los pueblos hermanos”.

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Coincido con lo que el mandatario paraguayo enfatizó, de que “los desafíos que tiene la hermana nación de Bolivia son muy similares a los que tenemos en Paraguay. Sobrepasar la mediterraneidad, integrarnos a los mercados y ser reconocidos como una nación próspera, independiente, pujante, con un pueblo que tiene grandes sueños de progreso”.

Los dos mandatarios se comprometieron a realizar los “mayores esfuerzos” para concretar el proyecto del Corredor Bioceánico de Integración y consolidar la Hidrovía Paraguay-Paraná para la integración de ambos países y de la región.

Peña llegó al país para participar de las celebraciones por el cese de la Guerra del Chaco.

Hace más de 10 años que este país tiene como política de Estado atraer Inversión Extranjera Directa (IED) mediante ventajas impositivas y regímenes especiales para emprendimientos, lo que permite al inversor ahorrar tiempo, pagar menos impuestos y tener a disposición un mercado de más de 295 millones de personas, como el Mercosur.

Giovanni Ortuño, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), propuso la realización de una misión público privada a la ciudad de Asunción.

Por su parte, Pablo Camacho, presidente de la Cámara Nacional de Industrias, destacó la apertura que tiene este país y la alianza entre el sector público y privado.

Hace casi un año que llegó al país Carlos Fernández, expresidente del Banco Central del Paraguay y ministro de Hacienda del actual gobierno de ese país, para participar del Foro Económico “La Bolivia que queremos”, organizado por la Cainco, donde compartió las experiencias paraguayas que le permitieron progresar en un entorno turbulento. En la oportunidad, Fernández remarcó que para todos los países en general, hay momentos que se tienen que aprovechar para hacer los cambios necesarios en la estructura económica, de tal manera de enfrentar los malos tiempos. 

Debemos destacar que para los empresarios, es fundamental la Hidrovía Paraguay-Paraná, la cual cuenta con 3.200 kilómetros navegables desde el río Paraguay y el Canal Tamengo hacia el océano Atlántico. Este proceso se lo está llevando a través de trenes de barcazas empujadas por una locomotora hasta el río Paraná para acceder a buques de ultramar. El costo de transporte por vía fluvial es más económico que el terrestre y ferroviario. Asimismo, Bolivia tiene zonas libres en diferentes puertos en territorio paraguayo y argentino para llevar los trasvases de carga a buques de mayor calado.

Paraguay está realizando un puente sobre el río Paraguay y construyendo una carretera bioceánica para acceder hacia el océano Pacífico. En ese sentido, Bolivia también podría acceder a esos importantes puertos, lo que coadyuva a la integración del Mercosur y el Grupo Andino. 

Por esos motivos, los empresarios expresamos nuestro compromiso para fomentar el relacionamiento con Paraguay, y esperamos una pronta misión para visitar a Santiago Peña en un futuro próximo.

(*) Rolando Kempff Bacigalupo es licenciado en economía de la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP)

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Unión Europea presente en Bolivia

Las relaciones comerciales entre la UE y Bolivia se rigen bajo el Sistema de Preferencias Generalizadas Plus

Rolando Kempff Bacigalupo

/ 4 de junio de 2024 / 07:00

El 9 de mayo, el Viejo Continente celebró el Día de Europa, rememorando la firma de la Declaración de Schuman, documento fundacional de la Unión Europea (UE).

En 1950, cinco años después de finalizar la Segunda Guerra Mundial, las naciones europeas todavía batallaban por superar los estragos de esta conflagración.

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Robert Schuman, ministro francés de Asuntos Exteriores, pronunció la Declaración —que hoy lleva su nombre—, donde proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), conformada en su origen por Francia, Alemania Occidental, Italia, los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Fue la primera de una serie de instituciones supranacionales que se convertirían en lo que es hoy la Unión Europea.

La Segunda Guerra Mundial dejó en Europa muchas heridas, por lo que sus gobiernos decidieron evitar cualquier posible nueva contienda. En esta línea, llegaron a la conclusión de que, poniendo en común la producción de carbón y acero, la guerra entre Francia y Alemania, rivales históricos, sería «no sólo impensable, sino materialmente imposible».

Para conmemorar esta fecha, Michael Dóczy, embajador de la Unión Europea en el país, promovió una reunión en su residencia, con más de un centenar de invitados, entre diplomáticos, representantes de organismos internacionales; autoridades nacionales y departamentales.

En la oportunidad, el embajador recordó que “los principios claves de nuestra razón de ser son la democracia, el respeto al Estado de derecho y la separación de poderes. No los demos por sentado hoy que están amenazados”.

Dóczy es un diplomático europeo de nacionalidad austriaca, con más de 20 años de experiencia profesional en política exterior y de seguridad de la UE.

Asumió formalmente la representación de la UE en Bolivia en 2020, liderando un programa de cooperación de 281 millones de euros en la actualidad. Destacamos que el embajador Dóczy a través de los años demostró en diversas ocasiones su cariño por Bolivia. Michael junto a su esposa Cecilia, se encuentran esperando a su segundo hijo, el cual nacerá en La Paz.

La alianza internacional de Europa y Bolivia tiene prioridades comunes, cuyos objetivos son:

1) Contribuir a una recuperación económica global verde y sostenible exitosa, vinculando las inversiones a la Agenda 2030; combatir las desigualdades mediante la construcción de economías y sociedades más inclusivas, sostenibles y digitales, apoyando el desarrollo humano, especialmente dirigido a mujeres y jóvenes.

2) Promover los derechos humanos y la democracia, la buena gobernanza y el Estado de derecho, así como contribuir a garantizar la paz y la seguridad.

Las relaciones económicas entre Bolivia y la UE se han incrementado en los últimos años. Europa es uno de los mayores inversores en Bolivia y la presencia de la delegación de la UE busca crear condiciones que permitan al país aprovechar los beneficios de un comercio fluido con Europa.

En ese sentido, la UE y Bolivia mantienen contactos regulares para mejorar marcos institucionales y jurídicos que favorezcan el comercio y la inversión extranjera.

Las relaciones comerciales entre la UE y Bolivia se rigen bajo el Sistema de Preferencias Generalizadas Plus (SPG+), que le permite a nuestro país acceder al mercado europeo sin aranceles a varios de sus productos. También, el grupo andino tiene un arancel externo común con la Comunidad Económica Europea y el Mercosur está en proceso de negociación para la firma de un acuerdo que permita reducir barreras comerciales, integrar cadenas de valor y promover inversiones. Por ese motivo, los empresarios consideramos que es necesario promover el comercio boliviano, así como fortalecer nuestras relaciones diplomáticas con el bloque europeo.

(*) Rolando Kempff Bacigalupo es economista, licenciado en la UMSA, académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL

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