Construcción, motor de la economía que está en crisis
El sector de la construcción —considerado como uno de los motores de la economía— está en un periodo de decrecimiento económico. Según los datos del Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) del INE, a abril, la actividad de la construcción bajó 48%, si se lo compara con el registro a abril de 2019.
La producción de las cinco empresas cementeras del país (Soboce, Coboce, Fancesa, Itacamba y Ecebol) bordean las 6 millones de toneladas al año. Si el Gobierno no aprueba proyectos de gran envergadura, como obras hidroeléctricas, aeroportuarias, caminos asfaltados y exportaciones, se tendrá un exceso de oferta, que puede traer problemas adicionales.
Los datos del INE muestran la existencia de una capacidad instalada suficiente para abastecer la demanda interna. Esto muestra la urgencia de ejecutar proyectos de infraestructura estratégicos pendientes que lograrán la exportación de cemento. La actividad de la construcción vive una desaceleración desde 2016, y en 2019 se tradujo en un crecimiento de solo 1,91%, inferior al aumento del PIB de la economía nacional de ese año, que fue del 2,22%. Ahora, esta reducción de su crecimiento se convirtió en recesión, con una caída en el PIB de 9%.
Todas las medidas de cuidado sanitario dispuestas por el Gobierno para reducir los efectos del COVID-19 en la población, como el confinamiento, paralizaron casi toda las actividades, entre ellas la construcción. El consumo de cemento acumulado en el primer cuatrimestre de este año (enero-abril) llegó a 787.586 toneladas métricas, frente a 1.197.487 toneladas métricas en los cuatro primeros meses de 2019. Otro indicador que tuvo una caída abrupta fue el de los permisos de construcción que otorgan los gobiernos municipales. Según el IGAE, los tres primeros meses de este año las alcaldías dieron permisos para construir 215.634 metros cuadrados, cuando en 2019 llegaron a 655.030 metros cuadrados, una reducción de algo más del 60%.
Con esta información en mano coincidimos con el Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) y las Cámaras de Construcción de Bolivia, cuando afirman que el sector enfrenta una situación muy difícil, que demanda del Gobierno medidas adecuadas y oportunas, como cancelar todas las deudas que tienen las instituciones públicas por planillas de avance de obras impagas, y la puesta en marcha en el menor tiempo posible del “Programa Intensivo de Empleo” a cargo del Fondo Nacional de Inversión Productiva, Social, más otras medidas para reactivar el sector.
De acuerdo con el INE, entre enero y junio de este año la actividad económica tuvo una caída del 7,96%, comparada con similar periodo de 2019. Este descenso se debió al impacto negativo que sufrieron la minería, la construcción y el transporte, por la cuarentena.
La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) fue enfática al remarcar que la pandemia agravó la situación de las empresas constructoras que exigen al Gobierno, desde hace muchos meses, el pago de deudas por concepto de obras entregadas y en ejecución, cuyo monto es de aproximadamente Bs 2.500 millones.
Se estima que el sector de la construcción genera en el país aproximadamente un millón y medio de fuentes de trabajo, entre empleos directos e indirectos. El rubro de las empresas constructoras sostiene el 8% del empleo total en Bolivia y cada año absorbe el 25% de los puestos nuevos que se crean y tienen repercusión directa sobre una cadena de actividades económicas como la provisión de materiales industriales, los diseños de obra, el transporte y los servicios, remarcó Ronald Nostas, presidente de los empresarios de Bolivia. En marzo, durante el primer Foro Boliviano de la Construcción, las autoridades del Gobierno se comprometieron a atender de forma prioritaria los principales problemas del sector, como el pago de planillas de proyectos concluidos y en ejecución, liberación de garantías de proyectos concluidos.
El 2019, el consumo de cemento en Santa Cruz llegó a 1.059.160 toneladas; el segundo mayor consumidor de este año fue Cochabamba con 993.097 toneladas y La Paz ocupó el tercer lugar con 877.385 toneladas. Los tres suman 2.929.6542 toneladas, que representan el 74,03% del total nacional. La afirmación de que la construcción está en crisis se refuerza con los indicadores expuestos y son preocupantes por la caída del PIB de entre 8% y 9%.
Rolando Kempff Bacigalupo es economista, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.