Guardianes de la naturaleza
Orgullosos de su trabajo, aun cuando casi siempre pasan desapercibidos y su labor termina siendo el mérito de unos cuantos. Los guardaparques son y serán los verdaderos defensores de nuestra biodiversidad, los recursos naturales y los servicios ambientales que los ecosistemas generan para todos los habitantes del país.
Generalmente, la sociedad desconoce el trabajo que día a día realizan los guardaparques, o piensan que es una actividad laboral poco compleja de realizar. Sin embargo, su trabajo implica un gran esfuerzo y compromiso, pues, además de cuidar, fiscalizar y proteger la naturaleza las 24 horas del día y durante los 365 días del año, actúan como educadores ambientales, guías de turismo, veterinarios (fauna doméstica y silvestre), médicos, relacionadores comunitarios, manejadores de conflictos y como bomberos forestales, transformándose en figuras de alta importancia para las comunidades locales. Estos guardianes de la naturaleza se constituyen en verdaderos maestros, de los que muchos hemos tenido el privilegio de aprender a partir de sus experiencias de vida. Pese a que la mayoría no posee un título universitario, son elementos clave para el desarrollo de investigaciones científicas.
Por otro lado, en Bolivia o cualquier parte del mundo, ser guardaparque representa una de las actividades laborales más peligrosas, pues, armados con tan solo argumentos legales, pero con mucho valor, compromiso y convicción, frecuentemente se enfrentan cara a cara con cazadores furtivos, piratas de la madera y avasalladores de tierras, los que pese a portar armas de fuego no consiguen intimidar a los guardianes de la naturaleza. Así también, durante el trabajo de patrullaje, los guardaparques constantemente se arriesgan a contraer enfermedades como malaria, fiebre amarilla, hantavirus y leishmaniasis, entre otras.
Si consideramos la inversión pública del Estado a favor del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) durante 2019, ésta fue presupuestada en torno a Bs 12 millones (Resolución Ministerial 370), que representa el 0,004% del Presupuesto General de la Nación para ese año, el cual superó los Bs 286.000 millones (Ley 1135). Asimismo, el Sernap solo recibe el 14% del valor destinado, por ejemplo, a cubrir los costos de Servicios Personales de la Cámara de Senadores, más de Bs 61 millones (https://web.senado.gob.bo/administrativa/presupuesto-institucional).
Es claro y notorio la importancia de dotar de mayor inversión a quienes promueven la conservación de la naturaleza, sin ellos, nuestros parques nacionales se encuentran totalmente desprotegidos y vulnerables a las amenazas constantes. En estos momentos, cuando nuevas autoridades llevarán adelante las riendas de nuestro país, es importante priorizar los recursos hacia la conservación del Patrimonio Natural, que brinden mejores condiciones a quienes se encuentran bosque adentro, muchos de ellos lejos de sus familias, cumpliendo una gran labor. Por tanto, merecidamente, y en conmemoración a una guardaparque que dio su vida por proteger nuestra fauna, cada 8 de noviembre se celebra el Día Nacional del Guardaparque Boliviano, al cual como sociedad civil debemos manifestar nuestro respeto y admiración por ser los guardianes y protectores de nuestra biodiversidad y recursos naturales.
Daniel Villarroel es subgerente de Investigación y Monitoreo de Ecosistemas de la FAN.