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Miren a los niños

Apenas conocida la convocatoria a elecciones subnacionales emergieron nombres de posibles candidatos a gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales. Las campañas traerán consigo desfiles de propuestas, promesas, grandes y pequeños encantos para conseguir el voto ciudadano. Generalmente esas buenas intenciones, que suelen quedarse en solo eso porque otra cosa es con presupuesto, son un homenaje al cemento, el asfalto, obras que se pueden ver y tocar si algún día llegan a ser realidad. En esas propuestas la mejora en los valores de la vida humana generalmente está ausente.

Esta columna pretende ser un llamado a las y los candidatos de las elecciones de marzo 2021 para que con absoluta seriedad y responsabilidad presenten un plan que prevenga los infanticidios. Por favor, esfuércense en investigar programas de gobernaciones y municipios que tienen éxito en nuestro país o en otros, donde la misma ciudadanía con la capacitación de sus comunas apoya a madres y padres para que se den cuentan que no se educa a golpes y si se dejan llevar por la ira pueden llegar a matarlos. Es necesario difundir los estudios existentes en los que se demuestra que el maltrato a los niños es producto de un mal manejo del estrés, baja autoestima, desconocimiento de otras formas de educación que no sean los golpes, los insultos, las amenazas. Otros padres o cuidadores de niños aumentan su descontrol con el consumo abusivo de alcohol u otras drogas. Frente a estas situaciones los niños están en total indefensión.

Los municipios y las gobernaciones tienen que aguzar la inventiva para trabajar en la formación de comunas defensoras de los niños, que infundan gran respeto por ellos. El trabajo debe centrarse en la prevención propiciando que las familias se sientan orgullosas por el cuidado que tienen con sus hijos. Deben recibir capacitación para el manejo de diferentes situaciones que por falta de preparación solo termina en niños violentados por sus propios padres. Hasta el momento de escribir esta columna, en Bolivia se registran 48 infanticidios en lo que va del año, es una cifra estremecedora pero solo muestra los casos conocidos e identificados. Ignoramos cuántos niños en este momento están sufriendo palizas, quemaduras, pellizcos, jalones de cabellos y orejas, gritos que los denigran, que los aplastan como seres humanos.

¿Será posible que quienes candidateen en las elecciones subnacionales tomen en serio la defensa de la infancia y presenten programas reales para librarlos de morir en manos de sus padres, hermanos, tíos, abuelos? Comprométanse en salvar vidas, los votos que reciban les otorgará el poder para hacerlo. Es una lucha que hay que encarar por imposible que parezca.

Lucía Sauma es periodista.