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La riqueza de la Chiquitanía

Los últimos años el fuego puso en el mapa las tierras bajas del país y en especial a la Chiquitanía. De todas partes del país se preocuparon y movilizaron para alertar sobre el problema de los incendios y tratar de combatirlos. Y no es para menos, de acuerdo con los datos registrados por SATRIFO, Sistema de monitoreo y alerta temprana de riesgos de incendios forestales, el año pasado se quemaron 1,5 millones de hectáreas de bosques y este año se quemaron 600.000 hectáreas de bosques en todo el país.

Al mismo tiempo, menos visibles, están los números que reflejan la gran riqueza natural y cultural de la Chiquitanía. Estudios botánicos han registrado 2.843 especies de plantas útiles que crecen sin ser sembradas. Gracias al conocimiento tradicional pasado de generación en generación, y poco a poco registrado de manera formal, se conoce las propiedades de estas plantas, que así pueden ser usadas para alimentos, medicina y varios otros usos.

La abundancia de varias de estas plantas abre la oportunidad a que, además del consumo local, haya un consumo comercial con prácticas sustentables que cuiden el bosque, generen ingresos a las comunidades rurales y beneficien al público en general haciendo posible que puedan acceder a las propiedades beneficiosas de estas plantas. Con base en las propiedades conocidas, emprendedores bolivianos están sumando sus conocimientos y experiencia para aprovechar estas plantas del bosque y generar más y nuevos productos. Algunos ejemplos son la almendra chiquitana, el aceite de cusi y la oleorresina de copaibo.

La almendra chiquitana, producida por árboles de porte pequeño, es consumida por las comunidades por su sabor agradable. Estudios de su composición revelan que es una de las almendras más nutritivas, ya que tiene una alta proporción de proteínas y antioxidantes. Así, esta almendra se la vende tostada con sal o también confitada, y puede ser usada en refrescos, en leches vegetales, en granolas e incluso galletas.

Se conoce tradicionalmente que se puede extraer aceite de los frutos de la palmera de cusi y usarlo para el cuidado del cabello. Las nuevas iniciativas han mejorado el proceso de extracción preservando mejor las propiedades, generando el aceite virgen de cusi. Por sus características humectantes y nutritivas, este aceite es usado en champús, jabones de tocador e incluso en máscara para pestañas.

El copaibo es un árbol de porte alto que produce en su tronco una oleorresina. La oleorresina de copaibo tradicionalmente ha sido utilizada en la Chiquitanía para curar heridas por sus propiedades cicatrizantes y desinflamantes. Estudios más detallados del copaibo han permitido desarrollar productos para usos no conocidos, como las lociones repelentes de mosquitos.

La riqueza de la Chiquitanía es inmensa. Sus áreas naturales y su gente brindan productos y conocimientos ancestrales que están generando trabajo, y que pueden desarrollar productos naturales que contaminen menos y beneficien más a la población boliviana. Podemos darles la mano y caminar juntos hacia un futuro más sostenible para todos.

Ruth Delgado es gerente de Proyecto de la Fundación Amigos de la Naturaleza.