Icono del sitio La Razón

Otro 25N de marchas por la vida de las mujeres

Conmemoramos este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en un país lleno de contradicciones. Lo único que no cambia son las cifras visibles de la violencia: cerca de 30.000 denuncias por violencia familiar o doméstica; más de 5.000 denuncias por violación, abuso deshonesto y estupro (de las cuales, 1.288 son cometidos en niños y niñas); 127 denuncias por acoso y violencia política y 105 feminicidios, cada vez con más crueldad y saña. Y detrás de estas cifras, miles de historias de impunidad en el sistema de justicia que desnudan que, en Bolivia, a pesar de todas las leyes favorables, las cosas no cambian y más bien empeoran.

Tratando de denunciar este recrudecimiento de la violencia contra las mujeres y demandando acción al Estado, las feministas volvimos a las calles, lugar de protesta que nunca debimos abandonar. Así, a pesar de la pandemia, diversos colectivos autoconvocados salieron a las calles en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Potosí, Oruro y El Alto. Con pañuelos lilas y verdes, miles de jóvenes portaban sus pancartas haciendo suyas las palabras de Vivir Quintana en su Canción sin miedo: Yo todo lo incendio, yo todo lo rompo/ Si un día algún fulano te apaga los ojos/ Ya nada me calla, ya todo me sobra/ Si tocan a una, respondemos todas.

Los medios tradicionales no reflejaron la protesta, obnubilados por la muerte de Maradona. Fueron las redes sociales las que ampliaron la voz de miles de mujeres. Con la consigna «La Policía no me cuida/ me cuidan mis amigas» las marchas protestaban en las puertas de la Fiscalía, los Tribunales de Justicia y en la UTOP, instituciones símbolo de la falla estructural del Estado en la protección de la vida de las mujeres.

Y justo el 25N muere Maradona, provocando la primera contradicción. ¡Qué difícil es asumir que los ídolos de pueblo, los que emocionan multitudes, nuestros caudillos y líderes son casi siempre hijos saludables del patriarcado! Y las feministas argentinas tuvieron que preguntarse: ¿Se puede ser feminista y llorar a Diego Maradona? Recogemos las palabras de Natu Maderna en esa contradicción: “Maradona conmovió a un pueblo entero, ¿por qué los feminismos se van a alejar de un fenómeno que logró igualar a les argentines en una felicidad inconmensurable? Yo soy feminista, no busco ser perfectamente feminista (…) Maradona es un montón de cosas que no nos gustan…que no nos gustan de él y de un montón de hombres más. Problematizarlo solo en él, no tiene sentido alguno. La batalla está en otro lugar y la estamos dando”.

Y la segunda gran contradicción que nos golpea este 25N es la detención domiciliaria de un feminicida. El vocal de la Sala Penal dos, Willy Arias, que beneficia con detención domiciliaria a William Kushner Dávalos, quien el pasado septiembre había sido sentenciado a 30 años de presidio. Para acceder a ese beneficio, Kushner pagó una fianza de Bs 50.000 que podría ser utilizada, según Arias, para su recaptura. Es la tercera vez que el juez Arias beneficia con detención domiciliaria a un acusado de feminicidio. Lo hizo también en septiembre de este año con Cidal Ch., uno de los acusados por la muerte de la premilitar Carmen Rosa Mollo Ayllón, y en mayo, también determinó dar detención domiciliaria a Franklin Q. F., presunto autor de la muerte de Grisel C. P.

Así, el sistema de justicia continúa fallando a las mujeres y se presenta como el principal cómplice del patriarcado. Su mensaje reiterativo y pedagógico es que la violencia contra las mujeres no se castiga, pues frecuentemente el feminicida encuentra un juez que facilita la impunidad.