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¿Crédito del FMI o intercambio de divisas?, el falso debate

 Los swaps son contratos derivados entre dos partes que involucran el intercambio de flujos de efectivo, existiendo diferentes tipos como ser: “Swap de tasas de interés”, que implica el intercambio de pagos de intereses en la misma moneda; y “Swap de Divisas”, que se refiere al intercambio de una cantidad de efectivo en una divisa por la misma cantidad en otra. En ambos casos existen condiciones, tratándose de mecanismos de financiamiento que están ligados al riesgo.

En este marco, es importante esclarecer que el crédito negociado entre el gobierno de transición y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue una operación de “Swap de Divisas”, mecanismo de financiamiento definido anteriormente como el intercambio de flujos de efectivo de una divisa por otra, en el cual se asumieron los riesgos de las variaciones del tipo de cambio de los Derechos Especiales de Giro (DEG), la tasa de interés para este tipo de créditos, el pago de comisiones cobradas para este efecto y un plazo determinado para la devolución de los mismos.

El FMI otorgó asistencia financiera de los DEG gestionada por el gobierno de transición, con el argumento de utilizarlos para afrontar la crisis sanitaria pero que, al mismo tiempo, implicaban condiciones para la implementación de diferentes políticas en nuestro país, como la cambiaria. Cabe recordar que los DEG son recursos que se constituyen en un activo de reserva para los países miembros y su valor se calcula en base a un conjunto de monedas (dólar de Estados Unidos, euro de la Unión Europea, renminbi de la República Popular China, yen de Japón y la libra esterlina del Reino Unido), asimismo, cada país miembro tiene una cuota en DEG en función a su participación accionaria.

Los mencionados recursos de crédito alcanzaron la suma de 240,1 millones de DEG, mismos que tenían que ser restituidos como cualquier otra deuda convencional, en el plazo de cinco años por parte del Estado boliviano. A febrero de 2021 los DEG se apreciaron, por cuanto en términos de variación cambiaria representaron un costo de $us 19,6 millones sobre el crédito otorgado, al cual se sumaron los intereses y comisiones por un valor de $us 4,7 millones, dando un total de $us 24,3 millones por concepto de costos totales de la operación, que sumados al capital alcanzaron un total de $us 351,5 millones al momento de la devolución al FMI.

Por otra parte, es importante aclarar que en una operación de intercambio de divisas se transan las mismas a un valor de tipo de cambio preestablecido en el momento, por una autoridad monetaria o el mercado, quedando cerrada la operación al instante del intercambio, por lo que no es comparable con el mencionado crédito negociado con el FMI, que como ya se mencionó anteriormente, implicó riesgos de variación del tipo de cambio, tasa de interés, comisiones y el plazo para la restitución de estos recursos.

Por la descripción realizada precedentemente, se recalca que la operación realizada entre el gobierno transitorio con el FMI es una operación de deuda tipo “Swap de Divisas”. Sin embargo algunas personas, con el ánimo de minimizar este hecho, que se suma al conjunto de desaciertos que cometió el anterior gobierno, y con el afán de desinformar y generar confusión con sus declaraciones y publicaciones, mienten a la población.

Finalmente cabe establecer que no existe ningún fundamento teórico ni conceptual que sustente el cuestionamiento de la citada operación de crédito con el FMI, si éste fue un ¿crédito o intercambio de divisas?, esta interrogante es parte de un falso debate, situación a la cual nos tienen acostumbrados algunos opinólogos en materia económica.

 Gustavo Gómez es economista.