El Instrumento
Para refundar y recuperar nuestro territorio de Bolivia, hemos apoyado la construcción del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), que junto a la sigla del MAS nos convoca —en elecciones— a las urnas. El proceso de cambios revolucionarios va mucho más allá tanto en alcance como en profundidad, el proceso es el thaki, el camino de los sueños del Vivir Bien, el suma qamaña.
Hasta hoy no hay otro instrumento que reúna y convoque a las organizaciones vivas en Bolivia, y es instrumento porque en medio de muchas contradicciones, errores y traiciones, se han construido propuestas, reflexiones y una serie de posicionamientos teórico políticos que nos permiten mirar con dignidad, desde nuestra ancestralidad y memoria histórica —mirar decía—, a todos los pueblos del mundo.
No es cuestión de cambiar de sigla, color de camiseta o de candidato, aunque en elecciones dentro de la democracia burguesa es importante el candidato; para el proceso de cambios revolucionarios es importante cómo se elige a los candidatos y candidatas, cual el proceso que permite recoger el thaki, pues éste se construye desde la memoria organizativa y administrativa de nuestros pueblos originarios. Es el camino hecho desde las pequeñas responsabilidades de la comunidad, la evaluación comunitaria de ese camino, el muyo y rote en las funciones son algunos elementos. No quiero romantizar, no voy a decir que no hay machismo en la práctica de la norma heterosexual expresada en el chacha-warmi, donde las mujeres van de yapa, de “ayucas” de sus maridos, ellas no van con mandato; cierto también que hay excepciones, por eso muy pocas mujeres están decidiendo políticamente.
La crítica y autocrítica dentro del Pacto de Unidad estuvo siempre… oíganlo bien… siempre hemos estado acompañando nuestro proceso, no es de ahora. Desde el principio, desde la Asamblea Constituyente, con voces críticas estuvimos aportando públicamente y en reuniones específicas. Cierto que la mayoría de las veces han hecho como si no hubieran escuchado, pero en medio de esa disputa de sueños hemos construido y seguiremos construyendo. Entonces, cuando los intelectuales racistas de izquierda, las feministas racistas, los y las ecologistas odia indios, cuando todos los fachos “pititas” se hacen a los descubridores de la pólvora, cuando dicen que señalan los “errores” del MAS, dan risa, no hacen más que evidenciar su origen contrarrevolucionario, amargados de angustias y complejos existenciales ante indios e indios que saben autogobernarse, planificar y crear.
Qué es lo que tenemos ahora, tenemos hermanos y hermanas muy valiosos para el proceso que se han desesperado, enojado y decepcionado, hermanos y hermanas que se han ido con personajes que pueden ofrecerles pegas o pueden escucharles en sus críticas, pero todos estos personajes criados dentro del MAS no son un instrumento de los pueblos, son proyectos personales que se inician y se ahogarán en su propio lodo, pues serán manejados por los fachos racistas nacionales e internacionales.
Nosotras estamos y seguiremos con el Instrumento de los Pueblos, seguiremos construyendo, planificando y creando desde las mujeres que somos la mitad revolucionaria de Bolivia y los compañeros y compañeras del MAS tendrán que lavarse los oídos y escuchar. ¡ Jallalla proceso de cambios!
Julieta Paredes es feminista comunitaria.