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Vivir Bien: otro mundo es posible

Estamos en tiempos de desastres naturales, crisis de múltiples factores y ahora de pandemias que marcan un quiebre civilizatorio y ponen a la humanidad en un dilema ético entre una manera de concebir el desarrollo y la vida. Es necesario construir otros paradigmas y referentes epistemológicos que transformen de raíz los modelos de civilización. Una respuesta es el Vivir Bien, entendida como “diálogo con y desde nuestras culturas, es una concepción de vida, es una cultura de vida” (Plan Nacional de Desarrollo de Bolivia Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien – PND, 2006).

El Vivir Bien es un cuestionamiento a las pautas civilizatorias occidentales concebidas desde el colonialismo y capitalismo, así como en los modelos de desarrollo de la llamada “civilización del progreso” que se sustentan en un incremento constante de producción y circulación de bienes, el carácter consumidor del ser humano por sobre otras dimensiones de su existencia, la naturaleza como proveedora permanente de bienes, en constante explotación y el mercado como regulador de la economía. Sin embargo, en los hechos, no aparecen los resultados prometidos y el supuesto progreso pone en peligro la existencia de la Madre Tierra y la humanidad. Esa situación motiva que en Rio +20 se afirme “El modelo de desarrollo mundial actual es insostenible”.

El Vivir Bien es una concepción biocéntrica porque preserva la existencia de todos los “seres vivos”, téngase en cuenta que en el planeta no solo las personas son seres vivos. Es una propuesta que parte de nuestras culturas, se crea y recrea a medida que pasan los tiempos como expresión de la dinámica permanente de nuestras culturas para beneficio de la sociedad global.

Vivir Bien, en Bolivia, es parte substancial del pacto social expresado en la Constitución Política del Estado del 7 de febrero de 2009 que, a tiempo de reconocer la diversidad de las cosmovisiones de sus pueblos y naciones, afirma: “El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa; suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)” (artículo 8, parágrafo I).

Desde lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo puesto en práctica desde 2006, luego de establecer los aspectos comunes planteados por las distintas culturas que son parte del territorio boliviano, Vivir Bien “es el acceso y disfrute de los bienes materiales y de la realización afectiva, subjetiva, intelectual y espiritual, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los seres humanos.”

Este concepto se sustenta, primero, en la complementariedad entre el acceso a los bienes materiales en lo necesario (tangible) y la realización afectiva, subjetiva, intelectual y espiritual (no tangible). Segundo, supone el equilibrio y la armonía con la Madre Tierra, y establece que somos parte de un todo en la relación: ser humano, comunidad, naturaleza y cosmos; es una visión holística cuya base es la vida, por eso nos referimos a una concepción biocéntrica que es mucho más que desarrollo sostenible y desarrollo humano. Tercero, el Vivir Bien expresa el encuentro entre pueblos y comunidades, respeta la diversidad e identidad cultural. Significa “Vivir Bien entre nosotros”, es una convivencia comunitaria con “interculturalidad y sin asimetrías de poder, “no se puede Vivir Bien si los demás viven mal”. Se trata de vivir como parte de la comunidad, “Vivir Bien contigo y conmigo” (PND, 2006), es construir la convivencia en comunidad, donde todos los integrantes se preocupan por todos.

Vivir Bien no es Vivir Mejor. Mientras las naciones y pueblos indígena originarios proponen para el mundo el Vivir Bien, el capitalismo sostiene el Vivir Mejor. “Las diferencias son claras: el vivir mejor significa vivir a costa del otro, explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la Madre Tierra, privatizando los servicios básicos; en cambio el Vivir Bien es vivir en solidaridad, en igualdad, en armonía, en complementariedad, en reciprocidad…” (PND, 2006)

En tiempos de pandemia que trastocan la existencia de los seres humanos, así como la interrelación de la humanidad con la Madre Tierra, cabe plantearse propuestas que transformen de raíz los modelos civilizatorios. En ese contexto, Vivir Bien es una opción ética para hacer posible otro mundo, depende de nosotros.

  Noel Aguirre Ledezma es educador popular y pedagogo. Fue ministro de Planificación del Desarrollo y viceministro de Educación Alternativa y Especial.