Una mirada al Parque Noel Kempff
El Parque Nacional Noel Kempff Mercado es una de las áreas protegidas emblemáticas del país. Según un estudio realizado por la Fundación Amigos de la Naturaleza hace varios años, un “87% de la superficie cubierta por las áreas protegidas se encuentran en buen a muy buen estado de conservación. Trece áreas protegidas cuentan con un 70% o más de su superficie en buen estado de conservación, destacándose el Kaa-Iya, Noel Kempff y San Matías”, siendo el Noel Kempff uno de los que cuenta con mejor estado de conservación. Las áreas protegidas, y en particular las que tienen un buen estado de conservación, son los órganos vitales del funcionamiento de los ecosistemas.
Las amenazas y presiones hacia estos ecosistemas están avanzando de manera acelerada, el aumento de la tasa de deforestación, los incendios forestales, la contaminación por actividad minera, entre otros, degradan su calidad y dañan a estos órganos vitales.
En el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, entre 1986 y 2019, se han deforestado 684 hectáreas, representando el 0,06% de su extensión, por lo que su estado es bueno; sin embargo, las amenazas y presiones están avanzando de manera acelerada hacia el parque poniendo en riesgo su buen estado de conservación y sobre todo su biodiversidad. San Ignacio de Velasco, que se encuentra en el ingreso al parque, desde 1986 hasta 2019 tiene una deforestación de más de 329.000 hectáreas. Mucho está cambiando alrededor del parque desde que fue ampliado y creado en memoria del profesor Noel Kempff Mercado, asesinado por narcotraficantes en la meseta de Caparú.
El Parque Noel Kempff es rico en biodiversidad, en sus más de 1,5 millones de hectáreas tiene 14 sistemas ecológicos, 139 especies de mamíferos, más de 600 especies de aves, 74 especies de reptiles, 62 especies de anfibios y más de 400 especies de peces. Sin duda, su denominación como Patrimonio Natural de la Humanidad es debido no solo a su estado de conservación y biodiversidad, sino también a la belleza escénica que rodea esta hermosa parte del planeta Tierra.
Si bien sus valores de conservación son altos, las amenazas que enfrenta requieren atención urgente de las autoridades, la cacería furtiva, la deforestación cercana, los incendios, los avasallamientos de tierras en sus proximidades, el riesgo de extracción de uranio, y la contaminación del río Iténez provocada por la agroindustria del Brasil junto a actividades pesqueras comerciales, son temas a ser considerados. Está claro que la gestión de las áreas protegidas requiere atención inmediata. Estamos frente a una alarmante situación que quizás en el corto plazo no se pueda revertir.
El profesor Noel Kempff Mercado dejó un legado para Bolivia y Santa Cruz, su interés por la región, sus investigaciones, sus registros de nuevas especies y la cruda realidad de su muerte como testimonio de que este tipo de zonas estaban siendo invadidas para actividades ilícitas, viven en nuestra memoria. Nuestras áreas protegidas están siendo vulneradas, están indefensas, y le corresponde al Estado protegerlas, pues brindan bienes y servicios ambientales primordiales para las comunidades cercanas y población en general. De su protección, atención, cuidado, gestión transparente, depende el desarrollo de pueblos y comunidades locales.
Karina Sauma es directora de Comunicación de la FAN.