Extracción directa, ¿esperanza para nuestro litio?
En los últimos días hubo anuncios sobre los planes del Gobierno para reactivar el sector económico, sobre todo sus componentes de energía y minería, hay mucha retórica y poca esencia en esta clase de anuncios que van desde resucitar elefantes blancos (Mutún, Karachipampa) hasta mostrar un cariz actual al llamar a empresas de ultramar para adjudicarse la extracción directa del litio de las salmueras de nuestros salares empleando tecnología que ya está dejando atrás los métodos tradicionales con los que habíamos soñado desde los años 70 y que estábamos mostrando orgullosos ahora, después de más de medio siglo de intentos y retrocesos al calor de intereses políticos corporativos y regionales. Así se mueven estos negocios y mientras unos pierden décadas en poses políticas, otros hallan soluciones, optimizan métodos de extracción y lideran el desarrollo industrial. El salto tecnológico en este caso es la eliminación de las piscinas de evaporación, de muy alto costo de operación y de muy bajo rendimiento temporal. En este momento hay dos métodos que se disputan el mercado.
El primero es de la estadounidense Lilac Solutions Inc., empresa de investigación con referentes en Silicon Valley que desarrolló el método Extracción Directa por Cambio Iónico, la planta piloto puede producir en tres horas de funcionamiento un tonelaje de cloruro de litio con una pureza de 50-60.000 ppm para alimentar plantas de carbonato y/o hidróxido, que debían esperar con el método tradicional hasta 24 meses para tener esa cantidad de alimentación. Lilac hizo el trabajo para la estadounidense Lake Resources con muestras de salmueras de su proyecto estrella en Argentina, Laguna Cachi, actualmente con estudios de prefactibilidad (PFS) concluidos y esperando la puesta en marcha durante la presente gestión de la fase industrial del proyecto.
El segundo es un proyecto de litio del Grupo Errazuriz (GE) en el Salar de Maricunga, en el norte chileno, llamado Litio Verde; se instaló la Planta Piloto-Sociedad Contractual Minera Copiapó (SCM. Copiapó), que usará tecnología de recuperación molecular (MRT) que minimiza el uso de agua y el impacto de residuos al medio ambiente a mínimos impensables hace una década.
Al margen de lo nuevo hay cuatro proyectos tradicionales de litio en salares argentinos y dos en salares chilenos del Triángulo del Litio, activos y en carrera (PFS o DFS); destaca Olaróz-Cauchari, que ya tiene Factibilidad (DFS) concluida con el operador Lithium Americas LAC (50% Ganfeng, 50% Minera Exar). Argentina tiene un total de 63 proyectos en su territorio contando los menos desarrollados y algunos recientes de litio en roca dura (según la Jefatura de Gabinete de la Nación). Mucha actividad que busca tener la mayor cantidad de oferta de sales de litio grado batería para el “boom” de transición energética prevista para 2025-2030.
La carrera para ser parte de los negocios futuros depende de emprendedores que hagan bien su trabajo. Llegar a estos niveles tecnológicos y de desarrollo lleva muchos años y así será en el caso nuestro que comentamos como intención gubernamental; no sé si las contradicciones políticas dejaran actuar esta vez, que puede ser la última tabla de salvación de un proyecto que iba camino a ser otro elefante blanco. El pilotaje en el caso de Bolivia debiera ser precedido de una auditoría de los niveles de desarrollo estructural y técnico del proyecto en Uyuni y de la planta de baterías de La Palca, para establecer niveles de inversión, deudas, costo financiero que se está acumulando en el emprendimiento y partes de la estructura que podrían ser útiles. Como comento frecuentemente en esta columna, soñar no cuesta nada, hacer proyectos es una tarea muy seria con muy poco margen de error, donde aprovechar una coyuntura, como ésta, puede tener mucho valor para la concreción de un proyecto.
Dionisio J. Garzón M. es ingeniero geólogo, exministro de Minería y Metalurgia.