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Sunday 21 Apr 2024 | Actualizado a 19:40 PM

Nuevas autoridades y presupuesto

/ 5 de junio de 2021 / 01:42

Conforme se posesionaban las nuevas autoridades subnacionales en sus despachos, escuchábamos decir a todas que su presupuesto es muy reducido y que el Gobierno no les transfería lo presupuestado; es más, algunos se atrevieron a dar porcentajes indicando que el Ejecutivo dejó de transferirles 40% o 50% de sus recursos programados.

En este aspecto, los nuevos gobernadores y alcaldes cometen tremendo error al pensar que el presupuesto es una obligación que el Estado debe cumplir en su totalidad, ya que es la herramienta financiera mediante la cual se proyectan los ingresos y gastos que podrían realizar las entidades, la que está sujeta a variables que ningún gobierno puede controlar.

Por ejemplo, el precio de las materias primas. Supongamos que el Estado proyectó vender para este año 100 barriles de petróleo a un precio de $us 50, tendría un presupuesto de $us 5.000 (proyectado), sin embargo debido a que la economía china se ralentiza, el precio internacional rebaja a $us 45 y la recaudación será de $us 4.500, o sea la diferencia de $us 500 no puede ser considerada como deuda o como una reducción de presupuesto.

Lo mismo sucede con los recursos de coparticipación tributaria, se proyecta recaudar una determinada cantidad producto de los impuestos nacionales, pero viene una pandemia y baja la actividad económica en 50%, e igual se tendrá una diferencia entre lo presupuestado y lo recaudado, sin que esto signifique una deuda.

El anterior ejemplo es sencillo, pero el Presupuesto General del Estado (PGE) va más allá. Una de sus características es que está constituido por beneficiarios, así tenemos que las recaudaciones se dividen entre municipios, gobernaciones, universidades públicas y el Gobierno, vale decir que cuando disminuyen se ven afectados todos estos actores, y el Gobierno tiene obligaciones irrenunciables como el pago de los maestros, médicos, policías, Fuerzas Armadas y otras de carácter social.

La operatividad de la distribución de los recursos se da cuando las entidades encargadas de las recaudaciones (YPFB-hidrocarburos, Impuestos Nacionales- tributos) realizan depósitos al BCB, que abona de forma automática a las cuentas de los beneficiarios, vale decir que no necesita autorización de ninguna autoridad para esta operación: si se recauda 1.000 se distribuye 1.000, si se recauda 500 se distribuye 500.

Sin embargo, el presupuesto de los municipios, gobernaciones y universidades también incorpora sus recursos propios. En el caso de las gobernaciones tenemos la administración de campos deportivos, recaudaciones por personerías jurídicas, entre otras; en los municipios, impuestos sobre bienes inmuebles y vehículos; en universidades, matrículas, cursos de posgrado. No escuché a ninguna de las nuevas autoridades referirse a este dinero, se olvidan de la autoevaluación y solo exigen al Gobierno.

La pandemia ocasionó que la economía mundial se vea afectada en todas sus áreas, la disponibilidad de los pocos recursos debe ser bien utilizada, ahora más que nunca veremos la eficiencia y eficacia con la que actuarán nuestras autoridades, las prioridades que deberán asumir son muy delicadas, sobre todo en el área de salud pública, sin descuidar la educación, la seguridad, entre otras.

Miguel Marañón es economista.

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Bolivia y Chile, ¿aliados de Irán?

Miguel Marañón Urquidi

/ 20 de abril de 2024 / 00:06

En el accionar de los libertarios, sus acciones sorprenden cada vez más, no solo por lo fantasioso de sus datos, sino por vulnerar normas internacionales que incluso afectan a los derechos humanos. Recordemos cómo, sin ruborizarse, Milei indicó que el comunismo había matado a mas de 100 millones de personas en el mundo, dato que nadie sabe de dónde sacó o cómo se calculó, simplemente lo afirma y sus seguidores lo aceptan como algo irrefutable.

Pero este libertario no paró ahí, resulta que pregona al mundo que su ideología apoya al accionar de Estados Unidos y de Israel; en retribución, el gobierno israelí lo nombra “embajador de la luz”. Por este respaldo a estas dos potencias, y tras el ataque de Irán a Israel, el presidente argentino canceló su gira por Europa y convocó al gabinete de “emergencia”.

Casualmente, después de la mencionada reunión, salió la ministra de Seguridad de Argentina indicando que en Bolivia existen 700 miembros de la guardia Quds (brazo armado del Estado Islámico iraní) y también afirmó que en Chile había la presencia del grupo chií Hezbolá, grupo considerado terrorista por Estados Unidos e Israel; este dato, al igual que las “muertes que ocasionó el comunismo”, no se sabe de dónde lo obtienen.

Coincidentemente, en estos dos países gobiernan partidos de izquierda y son los dos con importantes reservas de litio; no olvidemos que la jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson, estaba “muy preocupada” que los gobiernos de Chile y Bolivia tengan conversaciones adelantadas con China y Rusia para poder iniciar la industrialización del litio.

En este sentido, cuando la escalada bélica en Medio Oriente va subiendo de tono y las potencias mundiales como Estados Unidos y Europa van tomando protagonismo directo en las confrontaciones, es muy importante (para las potencias occidentales) que países como Bolivia y Chile no se “atrevan” a querer negociar con sus enemigos potenciales (China y Rusia), para lo cual el eslabón principal es tener en Bolivia y Chile a gobiernos libertarios que al igual que Milei se alineen a los designios de Estados Unidos e Israel.

En este sentido, las declaraciones de la ministra argentina no solo son palabras emitidas por error o por la calentura del momento, considero que son parte integral y global para debilitar a los gobiernos progresistas, como los de Bolivia y Chile, mediante todos los medios posibles, en ese sentido, pensar en una intervención militar bajo el pretexto de “ataque preventivo”, tal y como lo hacen Estados Unidos e Israel; no es descabellado, ya que la compra de 24 aviones F-16 de combate por parte del gobierno argentino, no es para incentivar el turismo o la paz: los aviones de guerra son para la guerra.

Latinoamérica debe tener cuidado, ya que los libertarios imponen sus ideas y acciones por las buenas, pero más por las malas, sin importarles si rompen normas internacionales; no olvidemos cómo Ecuador intervino policialmente la embajada de México y en acción similar, Israel bombardeó la sede diplomática de Irán en Damasco, o sea, acciones como esas pueden replicarse en Latinoamérica.

Miguel Marañón es economista.

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Argentina y su 21060

Miguel Marañón Urquidi

/ 30 de diciembre de 2023 / 06:45

Después que el gobierno de la UDP ocasionara una hiperinflación que batió récords incluso a nivel mundial, más de 8.000% en la gestión 1985, el gobierno libertario del MNR aplicó una política de shock teniendo como base principal el Decreto Supremo 21060, similar a lo que actualmente está aplicando el presidente argentino Milei.

No olvidemos que la principal oposición a las medidas de shock son las movilizaciones de los sindicatos y gremios de trabajadores, una de las primeras medidas fue el despido de los trabajadores, la reacción fue de “quien corta no cobra”, en alusión a que los trabajadores que bloqueen no recibirán la ayuda del gobierno; lo paradójico es que el discurso de Milei decía que los subsidios a los argentinos los convertía en “flojos”, ya que percibían ingresos sin trabajar, sin embargo, los subsidios siguen vigente en Argentina.

La lógica o la teoría de las políticas de shock tiene dos ramas: lo estatal y lo privado. En lo estatal se reduce el Estado (despido de funcionarios públicos) porque la participación del mismo solo se limita, en el mejor de los casos, a la regulación, que se la realiza con un número mínimo de funcionarios, los demás engrosan el ejército de desocupados.

En lo privado, el “reactivar” la producción pasa por la reducción de los gastos de producción y lo más fácil es abaratar la mano de obra, ya sea mediante el despido de trabajadores o, en el mejor de los casos, la reducción de los salarios y la desaparición de los beneficios sociales; nunca se observó que los empresarios amplíen su inversión y de esta manera mantener la cantidad de obreros (que sería otra opción de incrementar la producción).

Estas medidas, como consecuencia lógica, hacen que la población incremente el número de desocupados y una buena parte de la sociedad no cuente con ingresos monetarios para consumir los productos del mercado. Cuando una población no tiene ingresos suficientes para comprar, la opción de los productores será la exportación, vale decir que la producción se enviará al exterior y el mercado interno podrá abastecerse de las “demasías” de los productos de exportación, o sea, consumirán lo que los consumidores externos “no quieran consumir”. Esto ya lo vivimos en Bolivia con el 21060, donde la prioridad era lo mencionado por el tristemente célebre Goni: “exportar o morir”.

La opción o “libertad” de escoger de los desocupados se limitará a dedicarse a la informalidad comercial, la delincuencia (a lo que más probablemente se dedicarán para cubrir sus gastos esenciales) o lo que dijo Milei: a vender sus órganos.

La principal variable para que exista “libertad económica” es que los ciudadanos cuenten con ingresos monetarios para que tengan la verdadera libertad económica de poder escoger, qué y cuándo consumir; el contar con tres opciones: delincuencia, vender su cuerpo o parte de su cuerpo, o morir, no es libertad.

Miguel Marañón Urquidi  es economista

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Libertad económica y opresión estadística

Miguel Marañón Urquidi

/ 26 de septiembre de 2023 / 08:51

Días atrás salió el informe anual sobre la libertad económica del Instituto Fraser y del centro de estudios Populi. La población debe tener en cuenta que los indicadores de ese documento tienen un carácter político ideológico más que económico propiamente dicho.

La base ideológica del neoliberalismo establece que el mercado, a través de la oferta y la demanda, soluciona todos los problemas económicos y también logra una distribución óptima de los recursos, de acuerdo con las actividades que realizan los ciudadanos; es en este sentido que los países que tienen un modelo económico que contradice estos principios ideológicos siempre van a recibir una calificación negativa. Para estas entidades la ciencia económica es una ciencia exacta donde el factor social no es considerado como una variable importante, sino como una variable más, a ellas por ejemplo no les interesa la función del Estado, solo ven su tamaño (número de ministerios y de funcionarios), vale decir que analizan bajo una sola óptica, números fríos.

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Indican que en Bolivia “no existe” la posibilidad de hacer negocios, invertir, exportar y generar riqueza, afirmación que carece de sentido, ya que con el Modelo Económico Social Comunitario y Productivo (MESCP) las exportaciones se mantuvieron muy por encima a las registradas durante la vigencia del modelo neoliberal que promovía políticas liberales; al respecto, las exportaciones de 2022 batieron récord de $us 13.671 millones, destacando las ventas externas de la industria manufacturera con 51% de participación, lo que demuestra que con el MESCP el país da la posibilidad de hacer negocios de forma libre, porque cada exportador decide la actividad a la que se va a dedicar.

Afirman que en nuestro país se “despoja de sus bienes” a los inversores privados y que los inversionistas extranjeros tienen “miedo” de invertir en Bolivia, sin embargo, no quieren ver los datos de la inversión de capitales extranjeros que en 2021 y 2022 superaron los $us 900 millones. Para no desaprovechar estos datos de “libertad económica” no falta el oportunismo de los eternos “analistas económicos” que resaltan, por ejemplo, que en Bolivia se perjudica al comercio internacional, los cupos de exportación y que la burocracia estatal es la que determina “qué comprar y dónde comprar”, pero cuando se mezclan los intereses políticos con el análisis económico se omite mencionar que el sector ganadero está exportando carne como nunca antes y se aplican los “cupos” solo cuando los productores desabastecen el mercado interno.

Respecto a los datos sociales, nos informan que con “el liberalismo” se reducen más rápidamente los niveles de pobreza, se mejoran los ingresos de las personas y el PIB crece mucho más, afirmación que no tiene sustento en el caso nacional, ya que desde la aplicación de nuestro modelo la pobreza de 60,6% en 2005 bajó a 36,4% en 2021, y la pobreza extrema se redujo de 38,2% a 11% en el mismo periodo; el ingreso per cápita se mejoró conjuntamente una mejor redistribución de los ingreso,s lo cual se expresa con la mejora del índice de Gini, que pasó de 0,6 a 0,4, lo cual evidencia la reducción de la desigualdad.

En este sentido, la “opresión” de las estadísticas neoliberales solo se basa en números como si la economía fuera una ciencia exacta, olvidando que es una ciencia social y prioridad de los gobiernos el mejorar la calidad de vida.

(*) Miguel Marañón es economista

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La desesperación del FMI y de EEUU

Miguel Marañón Urquidi

/ 9 de septiembre de 2023 / 04:48

La gestión 2023 empezó para Argentina con una gran presión respecto a su deuda externa, ya que las dificultades de la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, los cambios climáticos y sobre todo el descontento social, así como la disminución de sus reservas internacionales, ocasionaron el incumplimiento de las metas vinculadas del programa de pago de la deuda internacional de ese país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), vale decir que al segundo trimestre de este año Argentina nuevamente estaba al borde del default financiero.

El default es el término económico y financiero empleado en economía para mostrar la situación que ocurre cuando un deudor incumple con el pago de sus obligaciones crediticias con sus acreedores o prestamistas; en este sentido, los países, al igual que las familias y personas, están sujetas a indicadores financieros que establecen las entidades financieras y una de las principales es que de acuerdo a los ingresos se asigna el nivel de endeudamiento de los países, familias y personas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) establece que el nivel “optimo” de endeudamiento no debe sobrepasar del 50% del Producto Interno Bruto (PIB), deuda por encima de este parámetro está sujeto a un análisis muy profundo respecto a seguir otorgando crédito a los países infractores, en el caso de Argentina su deuda supera el 80% de su PIB, lo cual se refleja en las “dificultades” para poder pagar la deuda mencionada, el acceso a nuevos endeudamientos tendría que ser muy difícil, por no decir “imposible”.

Pero para sorpresa de muchos, el FMI otorgó a la Argentina un crédito nuevo por $us 7.500 millones, contraviniendo los parámetros emitidos por ellos mismos, pero ¿será que el FMI ablandó su corazón o tendrá otras intenciones?

Es ahí donde surge la “coincidencia”, cuando Argentina es aceptada como miembro activo del grupo de los BRICS, que tiene como uno de sus objetivos principales romper la hegemonía del dólar americano en el comercio internacional y “construir un mundo multipolar” con varias divisas (dólar americano, yuan, euro y otras divisas), vale decir que el FMI prefiere seguir arriesgándose con Argentina (la segunda economía más grande de Sudamérica), para que este país siga siendo dependiente, en su comercio internacional, del dólar americano y no tenga la opción de utilización de otras divisas como el yuan.

No olvidemos que Estados Unidos utiliza las sanciones financieras contra países que considera “poco amigables” para ejercer presión sobre temas políticos, sociales y económicos, el claro ejemplo es Venezuela, Estados Unidos sanciono a este país debido a que considera a su gobierno “no democrático” y congeló las cuentas y activos del país sudamericano ocasionando una falta de liquidez para poder importar suministros, incluso tiene dificultad para importar medicinas, todo por las sanciones norteamericanas.

Estas sanciones y bloqueos financieros están siendo muy cuestionados por los países, los cuales buscan alternativas para que su comercio sea más fluido y no tenga que depender de países y organizaciones que cuando ellos consideren que cometieron fallas sociales, políticas o económicas puedan prácticamente bloquearlos económicamente, para crear malestar social y que puedan ser derrocados, en este aspecto los BRICS es la mejor opción para eludir estas sanciones, la mayoría de las veces injustas y con mucho contenido ideológico.

Miguel Marañón Urquidi es economista.

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La libertad económica en Bolivia

Miguel Marañón Urquidi

/ 15 de agosto de 2023 / 08:00

De un tiempo a esta parte, aparecieron analistas “iluminados” que vienen profesando la “libertad” de los bolivianos, quieren sentar la idea de que Bolivia vive una especie de dictadura en la cual se coartan las actividades y la propiedad privada, tratan de convencernos de que los impuestos que pagan las empresas privadas es la causa principal de la actividad informal y otras ideas trasnochadas que la mayoría de la población ni las considera.

Sin embargo, es bueno aclarar que esta teoría del liberalismo económico data de siglos atrás y trajo y trae consigo corrupción, desigualdad y atraso, no existe en la historia económica mundial datos de que los procesos de acumulación de capital se dieran a través de iniciativas o emprendimientos, siempre se dieron precedidos de acciones inmorales y algunas veces ilegales; tenemos ejemplos de sobra, pero el más representativo es el billonario Rockefeller, que fue denominado junto con otros empresarios como robber barons (barones ladrones), debido a que su fortuna la forjó extorsionando a políticos, chantajeando a la competencia y otras acciones, actualmente sucede lo mismo con muchos empresarios de talla internacional y también nacional.

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Nos hablan de “libertad” económica, pero se olvidan analizar que un individuo no es “libre” de escoger si no cuenta con recursos económicos, nos dicen que el socialismo del siglo XXI confisca la propiedad privada, sin embargo, las únicas confiscaciones de propiedad privada las realizaron los bancos (privados quitando a privados).

Nos dicen que la informalidad bordea el 80%, sin justificar de dónde sale ese porcentaje, pero se olvidan mencionar que un decreto neoliberal (DS 21060) fue el que echó a la calle a más de 200.000 mineros que no tuvieron otra opción más que subsistir con una economía informal, que hasta hoy en día arrastran. Hablan de “libertad” pero quieren quitar la “informalidad” a los trabajadores campesinos que abarcan más del 46%, confiscando su libertad y forma de producción de la tierra; estadísticamente el trabajo campesino está catalogado dentro la economía informal.

Se rasgan las vestiduras gritando a los cuatro vientos que los impuestos son el demonio personalizado y que son la causa de la disminución de la actividad empresarial privada, pero ignoran los datos en los cuales se muestra un incremento de empresas privadas y que están en relación con la disminución de la tasa de interés con la intervención del Estado, que fija porcentajes topes en los créditos, vale decir que los pequeños empresarios y emprendedores tienen la libertad de elegir dónde y cómo invertir cuando se les da “libertad” de disponer de recursos.

El neoliberalismo, a través del fascismo como etapa superior de la ideología económica liberal, tiene la visión de que su planteamiento es el mejor y “único” posible, y justifica que las otras teorías y sobre todo las de izquierda son lo peor, sin importarles y sobre todo sin analizar los logros que alcanzaron: echar la culpa a un sistema socialista de todos los males raya en lo ridículo.

Bolivia tiene la “libertad” de elegir democráticamente y a través del voto si decide seguir sistemas económicos obsoletos y trasnochados o seguir modelos que dan solución a sus problemas elementales.

(*) Miguel Marañón Urquidi es economista

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