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La tradición del Año Nuevo Aymara

El Año Nuevo Aymara —Willkakuti (en aymara, retorno del sol), Machaq Mara (en aymara, año nuevo)— u oficialmente Año Nuevo Andino Amazónico, se celebra cada 21 de junio en Bolivia, y también en Argentina, Chile y Perú. Simboliza el retorno del sol y el festejo de un nuevo ciclo agrícola de 12 meses. Alejado en su concepción del año nuevo occidental es una fiesta de sincretismo de culturas, la búsqueda de la identidad perdida, y la unión con la tierra y sus dioses mitológicos. En medio de una pandemia mundial, los bolivianos buscamos en nuestra cultura ancestral el amparo de nuestra madre, la Tierra, y del Inti o dios Sol, la posibilidad de renacer a la vida, lo que de alguna manera hoy vuelve a unir a todos los bolivianos en una sola tierra, una sola humanidad de las muchas que vieron y de las muchas que vendrán.

Las naciones y pueblos indígena originario campesinos recuperaron y reinventaron prácticas, símbolos, hitos históricos y líderes como parte de su identidad y para interpelar a las políticas de exclusión, asimilación e integración impulsadas por las distintas formas de Estado. Esta “reinvención de la tradición”, como dice el historiador Hobsbawm, ocurre en el país desde mediados del siglo pasado como parte de sus estrategias de lucha, resistencia, reconstitución de sus territorios e identidades.

Entre estas reinvenciones tenemos el Año Nuevo Aymara, conocido también como Willkakuti o Machaq Mara, que con la fundación del Estado Plurinacional es reconocido como parte de la ritualidad estatal y amplificado a todo el territorio nacional como Año Nuevo Andino Amazónico, aunque últimamente se ha incorporado la región del Chaco. Por ello, el 21 de junio es feriado nacional, establecido mediante el Decreto Supremo 173 del 17 de junio de 2009. En 2021 se celebra el año 5.529, según el calendario andino amazónico.

El origen del indianismo se remonta a fines de la década de 1960, cuando grupos de estudiantes aymaras de La Paz, provenientes de zonas rurales, formaron varias organizaciones culturales y políticas inspirados en las ideas indianistas de Fausto Reinaga. Los jóvenes de MUJA impulsaron la realización del Año Nuevo Aymara en Tiwanaku como parte de su reivindicación cultural e identitaria. El Año Nuevo Aymara, así como otros hitos, símbolos y héroes, es de reconstrucción contemporánea a partir de elementos históricos de la “memoria larga”. Es en esa época (años 60) que se recupera y valoriza la figura de Túpac Katari como parte de la identidad aymara, pero principalmente como símbolo de lucha y reivindicación de las organizaciones campesinas, en este caso la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). Entonces, el surgimiento del Año Nuevo Aymara fue resultado de un proceso de reafirmación identitaria en un tiempo en el que el racismo, la discriminación y la exclusión eran muy acentuados.

La celebración del Año Nuevo Andino Amazónico debería ser un momento oportuno para reflexionar sobre el significado y la importancia que tiene para las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y para la sociedad en su conjunto, la relación que se tiene con el ciclo agrícola, la elección y la rotación de autoridades, principalmente en comunidades originarias. También debería motivar a analizar si estas ceremonias de origen indígena reconocidas por el Estado han generado cambios para el mundo rural en relación a la descolonización, la discriminación, la interculturalidad, entre otras. Consideramos que el reconocimiento del Año Nuevo Andino y otros procesos del mundo andino son un avance importante en términos de interculturalidad, pero no son suficientes los reconocimientos y ceremonias simbólicas para fortalecer y mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas, además se tiene que desarrollar políticas estatales concretas para fortalecer la capacidad y la autogestión productiva, económica y organizativa de la población rural.

Rolando Kempff Bacigalupo es economista, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.