Voces

Sunday 9 Feb 2025 | Actualizado a 23:31 PM

Mundialización del Año Nuevo Andino, Amazónico y del Chaco

/ 26 de junio de 2021 / 23:40

Más o menos 50 años atrás, la primera generación de la revolución nacional de 1952, que se denominó movimiento indianista y katarista, frustrada de las políticas del Estado que solo habían sido promesas y porque había muy pocos cambios, emprendió una serie de planteamientos de carácter político, económico, social y cultural. Sobre este último, se relanza la celebración del año nuevo aymara-quechua: Mara T’aqa, Machaq Mara, Wilka Kuti

Las primeras celebraciones en el centro arqueológico de Tiwanaku no fueron posibles, producto del colonialismo interno y la imposición del año nuevo occidental como la única valedera. Recuerdo el entusiasmo de Rufino Phaxsi y familia. Aquel amawta del ayllu Waraya, ante la imposibilidad de ingresar al sitio arqueológico, construyó una réplica de la Puerta del Sol en el patio de su casa, para celebrar simbólicamente el ritual del recibimiento al Tata Inti o el Padre Sol el día 21. Algunos años después, recién se pudo ingresar al centro ceremonial de Tiwanaku, que se fue llenando de mucha gente e incluso masificando en cada celebración.

El Willka Kuti no solo es la celebración del año nuevo, sino también el agradecimiento espiritual a la Pachamama y a los apus. En la cosmovisión andina, en la tierra no solo habitan los seres humanos sino también otros seres con los que se comparte. Estos espacios sagrados están identificados como las wak’as. En estos años, publica Germán Choque o Kara Chukiwanka, recientemente finado, el calendario Mara Wata con los 13 meses del año en Los Andes.

En la década de 1990 se fue acrecentando la celebración en la región andina, recuerdo en Ecuador, donde aún se celebraba el San Juan y hoy se denomina Inti Raymi, que varía unos días del día 21. Desde principios del siglo XXI comenzó a celebrarse en otros países europeos, con el entusiasmo de los residentes bolivianos o de la región andina, pero en otros casos con europeos que vivieron en el Abya Yala sur o están convencidos de que hay que impulsar antiguas formas de vida espiritual en el mundo.

En el septuagésimo tercer periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas se aprobó la resolución que reconoce el 21 de junio como el “Día Internacional de la Celebración del Solsticio en sus diferentes manifestaciones”.

Además, alienta a los Estados miembros a que se esfuercen por dar a conocer la celebración del solsticio en sus diferentes manifestaciones, entre otras el Inti Raymi, el We Tripantu, el Willka Kuti y el Yasitata Guasú, y que organicen eventos anuales para celebrarlo, según proceda. También invita a los Estados miembros de las Naciones Unidas, en particular a sus organismos especializados y sobre todo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a que participen en los eventos organizados por los Estados miembros, los pueblos indígenas y las comunidades donde se celebra el solsticio y creen conciencia al respecto. Lamentablemente, esta resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU, el 20 de junio de 2019, por la propuesta boliviana y apoyada por otros países, no fue difundida ni en la actualidad.

Otro hecho llamativo en la reciente celebración es el saludo de Karl Mercer, diplomático de la sección consular de Estados Unidos en Bolivia, quien en un aymara muy aceptable hizo su saludo por el Willka Kuti. Varios medios de comunicación copiaron la mala traducción del mensaje, sin cotejar lo que dice Mercer. Frases como “Que el señor Sol fortalezca a la humanidad con toda su energía para vencer a los males, para que el sufrimiento con la enfermedad (pandemia) termine”. Karl no hace ninguna referencia a la pandemia… ¿Cuánto de flojera, de ignorancia existe en la prensa que cree en serio en sus fuentes?

¡Jallalla 5529mara t’aqa. Sumaki irnaqapxañani. Wipha,wipha!

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

Comparte y opina:

Ecuador, entre incertidumbre y esperanza

Esteban Ticona Alejo

/ 9 de febrero de 2025 / 00:29

Hace unos días tuve la oportunidad de viajar a Ecuador y a algunas ciudades como Quito y Salasaca. Haber vivido por varios años y en diferentes momentos, siempre le lleva a uno a recordar sobre varios momentos agradables. Volver a Quito, la capital del país, es casi siempre comparar lo que ves y lo que recuerdas. Por los años 80, algún amigo ecuatoriano me decía que Quito es como un chorizo, extendido de norte a sur, pero hoy se ensanchó también a los costados, haciendo una especie de embuchado y muy habitado.

Algunos referentes siguen primando como el famoso cerro de Pichincha, como el ruku y el wawa. Cómo no recordar cuando el avión aterrizaba al aeropuerto Mariscal Sucre, situado en el corazón del norte de la ciudad. Hoy hay otro aeropuerto, más al norte de la ciudad. Por el centro de la ciudad busqué algunas frases tan poéticas que solía escribirse en algún muro de la ciudad. Aunque al entrar a la ciudad decía “Bienvenidos a Quito arrecho”, no sé si es grosería, pero lo tomé como una broma de algún escritor callejero que adorna las calles de la ciudad. Me encantaba ir a las librerías sea de material nuevo o usados. La famosa librería Librimundi ya no se encuentra cerca de la avenida Amazonas, dicen que aún sobrevive en algún centro comercial de la urbe.

Fui al mirador más turístico de Quito, El Panecillo, que por los años 80 era un promontorio de tierra, pero hoy es un lugar muy agradable, lleno de quioscos con artesanías y comida. En la Plaza Grande, como se llama, donde está el poder político del Carondelet. Esta plaza siempre fue un lugar muy concurrido y lleno de gente, porque es el centro histórico de la ciudad y del país. Pero estaba muy resguardada de gran contingente militar y los quioscos con artesanía y cafés, situados debajo del Palacio cerrados. Supongo por razones de seguridad o para que no ingresen los manifestantes en contra del presidente Daniel Noboa. Pero al conversar con amigos y colegas, todos me manifestaron de cómo cambio el país, de una ciudad tranquila y muy acogedora a otra con mucho miedo e incertidumbre, sobre todo de los robos y asaltos que se ha hecho muy cotidianos.

En medio de esta incertidumbre social, está el proceso de elección para la Presidencia del país. Casi la veintena de candidatos para Presidente dan una señal de la profunda dispersión y atomización social que vive nuevamente Ecuador. No es extraño que los candidatos lleven un chaleco antibala y un policía muy bien armado a fin de resguardar su seguridad física, después de lo ocurrido hace algunos años con un candidato que fue muerto mediante un atentado.

De la multiplicidad de candidatos/tas, casi todos aseguran que no habrá un claro ganador y que habrá una segunda vuelta, posiblemente entre el actual presidente derechista Daniel Noboa y Luisa Gonzales, del ala del correísmo. Hay algunos candidatos quechuas, pero el más interesante es Leónidas Iza, pero muchos piensan que no obtendrá buena votación. El 9 de febrero, fecha de las elecciones aludidas, se sabrá de algún/a ganador/a.

Hasta hace poco, Quito sufrió 14 horas de corte de energía eléctrica, todos los días, y que puso en grandes dificultades al país, incluso con el cierre de fábricas, y es el recuerdo más penoso. A propósito, recuerdo que por los años 2000, el gobierno de entonces promocionaba que los ciudadanos consuman energía eléctrica mediante las cocinas eléctricas. Qué paradoja que, hoy, esa oferta masiva se haya transformado en la escasez extrema. ¿Qué paso? ¿Falta de previsión de políticas públicas? Me gustaría seguir contándoles otros aspectos de mi visita, como el municipio de Salasaca, aquella región a la que le dicen “bolivianos”. ¿Por qué? Sera en otro momento. Ecuador profundo aún sueña con la esperanza de días mejores, ojalá muy pronto. Wasitampiwa purt’awayta Ecuador markaru. Janikiwa suma sarnaqawixa utjkiti.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Las Fuerzas Armadas desarmadas de valor y ética

Esteban Ticona Alejo

/ 26 de enero de 2025 / 06:00

La recurrencia en varias acciones es un serio indicio de que algo ocurre en alguna institución de la sociedad. Mejor dicho, si las salidas son negativas en gran medida, quiere decir que la institución está en una crisis aguda o casi existencial. Las Fuerzas Armadas de Bolivia, en los últimos años, pareciera que aventuran a la profunda displicencia. Por ejemplo, en la lucha contra el contrabando, casi persistentemente son emboscados y hasta pierden vidas. Si estás en una guerra, no se puede cometer tantos errores en las intervenciones, porque se supone que las acciones son planificadas y con toda la logística de guerra. ¿O los contrabandistas están mejor organizados, equipados que las Fuerzas Armadas?

Pero también se oye denuncias que algún militar fue descubierto robando como un simple ladrón o que otro militar de la Fuerza Aérea fue descubierto pilotando una avioneta y transportando drogas. ¿Cómo se puede caer tan bajo? ¿Cuál es el tratamiento frente a estos casos? Sabemos que algunos de estos procesos se los juzga por la vía militar, ¿será que se sanciona?

Por si fuera poco, hace un par de años, intentando imitar al Rambo estadounidense, en la línea del show y del espectáculo, algunos instructores efectuaron u obligaron a algunos jóvenes cadetes a realizar el salto mortal sin preparación adecuada. Las consecuencias fueron fatales, como graves lesiones, que aún no se sabe si llevarán una vida normal los alumnos afectados del Colegio militar.

Ni que decir de los conscriptos que prestan su servicio militar obligatorio, donde los abusos y formas violencias, como golpizas e incluso la muerte, son inalterables. ¿Cuánto es el número de estos casos por año? Aunque, paradójicamente, pese a las prácticas tan crueles e inhumanas institucionalizadas, los/as jóvenes siguen apostando para ser reclutados en alguna guarnición militar del país. ¿Cómo denominar este anhelo de la juventud, sabiendo que pueden ser castigados, incluso perdiendo la vida?

Pero la reciente violación de algunos oficiales a una militar en el departamento de Pando nos deja nuevamente sin palabras y con mucha rabia. Se denunció que incluso se habría filmado esas horrendas acciones. ¿Quiénes son estos militares? En el fondo, son violadores perversos, que se incrustaron en la Fuerzas Armadas para delinquir y no cumplir con las funciones específicas como está dicho en la Constitución Política del Estado Plurinacional.

En todos estos datos, el tratamiento informativo por los diferentes medios de comunicación es totalmente reprochable. A nombre de los derechos humanos, se borra el rostro, solo se dice el nombre o las iniciales de los malhechores. ¿Por qué no mostrar y decir sus nombres si son personas mayores?

A esta pequeña muestra, agregamos a oficiales de alto rango involucrados en acciones políticas de sedición como el golpe de Estado de 2019, junto con Jeanine Áñez, Luis Fernando Camacho y otros. También en el intento del golpe de Estado de mediados del año 2024. Las ambiciones de poder también se manifiestan en las Fuerzas Armadas. Poder conectado a recibir dádivas o sobornos, como fue manifestado públicamente por la familia Camacho en 2019.

Urge investigar y estudiar las acciones de las Fuerzas Armadas. Desde las labores menudas hasta las últimas operaciones nombradas, porque la recurrencia ya no se puede interpretar como “casos aislados”. Pero también el Estado tiene que asumir su responsabilidad. Por ejemplo, modificar el ingreso para ser militar. A estas alturas ya no basta saber sus aptitudes intelectuales ni físicas, sino sus anhelos psicológicos conectados a la perversidad, incluso al entorno familiar. Por la década de los años 70 y 80 del siglo XX, casi todos los militares soñaban producir los golpes de Estado para ser presidente y ministros. Creo que ese pensamiento no ha desaparecido, está latente y se rearticula según las circunstancias políticas y sociales. Militar jaqinakaxa, ipi jaqinakawa. muwaña, jiwayaña uka amtawinipxiwa. Wakisispawa chhaqtayaña uka irqawi ¿janicha?

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Zapatistas de Chiapas: 31 años de resistencia y rebeldía

Esteban Ticona Alejo

/ 12 de enero de 2025 / 06:00

Los últimos días del mes diciembre de 2024, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México recordó el 30 aniversario del inicio del levantamiento, del 1 de enero de 1994. La prensa solidaria internacional destacó la fuerza organizativa que recibió a más de mil personas de México y del mundo, como también a la representación de bases de apoyo en el denominado Encuentro Internacional de Resistencia y Rebeldía. Además, para quienes no pudieron llegar a San Cristóbal de las Casas en Chiapas, a la discusión de las distintas mesas, se transmitió en vivo vía streaming. En Bolivia, muy pocos medios de comunicación brindaron alguna cobertura al encuentro.

El EZLN en los últimos años fue organizando eventos parecidos al del 2024, pero el reciente es nuevo en el tratamiento de temas como la autocrítica y la perspectiva del EZLN. Fue tan gratificante ver y escuchar a los/as zapatistas con frases como “que no quieren enseñar sino contar, no quieren mostrar un camino sino compartir y cómo se preparan para el día después”. Y para ello han estudiado su pasado y viajado. No es que los zapatistas estaban atrincherados sólo en su territorio autónomo. Contaron algo de su viaje a Europa del año 2021, que fue otro momento de profunda observación y reflexión de los problemas del mundo.

No sólo están siguiendo el mundo y sus problemas sino también el México actual y profundo. Por ejemplo, criticaron el “Programa Sembrando Vida” porque alimentaría la división y el enfrentamiento dentro de las comunidades. Pero también cuestionaron la propuesta de la “Cuarta trasformación” llevada a cabo por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, porque sería una especie de reorganización capitalista de México.

Lo más sobresaliente del Encuentro fue la profunda autocrítica de cómo estaba organizado el EZLN, bajo una lógica piramidal y eso era continuar reproduciendo la visión capitalista. Incluso, expusieron, el cómo se fueron elitizando y cómo cada vez había poca comunicación con las bases. Todas estas preocupaciones les llevaron a sepultar la forma organizativa piramidal. Pero ¿cuál es la organización con la que la han sustituido? El Común o la Comunidad, con fuerte base ancestral. Le llaman la genealogía de lo común, que es una propuesta colaborativa, colectiva frente al método capitalista, que es la propiedad privada.

Lo Común o a la Comunidad, también es una propuesta a los pueblos indígenas y campesinos, “retrocediendo el reloj de la historia”. Es una especie de retorno a los tiempos en que las comunidades ancestrales que se reunían para deliberar, se informaban y tomaban decisiones colectivas. ¿Cómo se denomina en las lenguas de los pueblos indígenas de Chiapas lo común o la comunidad? En la región andina se llama el Thakhi en aymara y el Ñan en quechua, que quiere decir simplemente El camino

El capitán insurgente Marcos (antes llamado subcomandante Marcos y Galeano, respectivamente) destacó diciendo que “cuando los compas hablan del común no dicen hay que hacer esto, ellos están diciendo nosotros estamos haciendo esto”. Otras preocupaciones que afloraron en esta especie de informe y relanzamiento del EZLN fueron la educación y la salud. Se habló de hospitales, al parecer mediante una relación intercultural de la medicina occidental y la ancestral.

En el tema de la educación, se recalcó que aún existen problemas que se reproducen, por ejemplo, el alcoholismo. Mostrar a la comunidad rebelde y en resistencia, pero a la vez presentar una comunidad no idealizada y con problemas es una de las más esclarecedoras apuestas a futuro. ¡Honor y gloria para la comandante Ramona! ¡Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ukhama sutiniwa. Jilat, kullakanakan sarnaqawipa kha Chiyapa, México tuqina. Amtawayapxiwa 31 mara unxtasiwita. Jiwasanakan suma jathasaruwa kutt’añasa sasaw sawayapxi. Jallalla EZLN!

Es aymara boliviano y es sociólogo y antropólogo.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

La época de navidad convertida en la expresión más capitalista y del espectáculo perverso

Esteban Ticona Alejo

/ 29 de diciembre de 2024 / 00:17

La navidad cristiana occidental ha sido sustituida por el espíritu capitalista del comercio irracional. En estos días salir a las calles, sobre todo a los mercados es toparse con varias situaciones socioeconómicas. Por ejemplo, cerca de los supermercados, ver entrar y salir a gente que adquiere muchos regalos, es digna de hacer una etnografía del derroche. En la avenida Arce de la ciudad de La Paz, vimos a gente de las comunidades andinas con productos naturales, como qañawa, tarwi, etc. pero fueron totalmente ignorados o despreciados.

En el famoso mercado Uyustus y sus alrededores, en esta época tomadas por los vendedores, los compradores hacen gala de estacionar sus autos lujosos. Esta relación de carros caros y compradores empedernidos, es la que nos permite ver la diferenciación socioeconómica, unos que tienen más dinero y compran por montones y, gente que expone y no encuentra clientelas, como los comunarios citados. Casi todos los medios de comunicación hacen gala de que la navidad occidental es la única expresión cultural que existe en el mundo, lo cual es una total mentira.

Hablando de autos, sobre todo alrededores de los establecimientos educativos fiscales y en barrios muy populares, es muy llamativo. Pareciera que casi todos los padres de familia cuentan con un auto para llevar a sus hijos a la escuela. Posiblemente una respuesta muy fácil sería que son autos “chutos” o comprados a precios bajos; pero tener un carro y su mantenimiento no es para el pobre, entonces ¿será que realmente hay crisis económica, como se dice y se publicita?

En medio de esta sociedad del espectáculo y a través del embudo de las redes sociales, vemos escenas o teatralizaciones como el partido de fútbol de San Antonio de Bulo Bulo y Bolívar del multimillonario Marcelo Claure, quien sueña ser presidente de Bolivia.

San Antonio aún hace gala del antifútbol, es decir del “fútbol q’alluta” o de los maleantes, como se dice desde los barrios más futboleros andinos. En el partido final se vio al entrenador Thiago Leitao, que fue abucheado en las tribunas por ser el abanderado de esta forma de entretenimiento cuasi delincuencial.

Hay otros dos hechos realmente cuestionables. La negación del saludo del gerente de marketing de la Federación Boliviana de Fútbol – FBF, José Claure, al jugador “Pato” Rodríguez, en la premiación al campeón Bolívar. Este señor no sabe del comportamiento básico y de la cordialidad humana, como es saludar. Vaya el estilo de marketing que lleva adelante. ¿Esta actitud merecerá alguna sanción o al menos las palabras de disculpa de altos dirigentes de la FBF?

En el partido final de fútbol por el ascenso indirecto, entre Roya Pari y Real Oruro, se tuvo otro vergonzoso desenlace. El director técnico mexicano, David De la Torre, insultó con palabras soeces al árbitro e incitó a sus jugadores a abandonar la cancha, por no estar de acuerdo en el cobro de un penal. Este tipo de partidos están a su suerte. ¿La FBF porque no utilizó el VAR para evitar mayores conjeturas? ¿Será que se aplicará el reglamento de la FBF, que indica que un equipo que abandona el campo de juego pierde los puntos frente a su oponente?

Finalmente, el matrimonio del cantante de música folclórica, los Kjarkas, Elmer Hermosa y Jennifer Zambrano, generó muchas reacciones, unos a favor y otros en contra. Se elaboró muchos memes de burla y sarcasmo por la diferencia de edad de la pareja. En una sociedad con prácticas de colonialismo interno, donde se fijan fronteras de clase y hasta raciales, aún la edad es un problema en una relación de pareja.

Aunque el acto del enlace merecería un análisis cultural, por toda la coreografía presentada y los actores de ese espectáculo. Pero hay que dejar a la flamante pareja que disfruten de su amor, irreverente a las marcas sociales.  Jichhurunakanxa wali amuykipañatakiwa. Qulqi, qulqi, uka amuyukixya khasantataxstanwa, janicha? Uka yanqha amuyunakxa apaqañasaw sarnaqasitanakxa.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Boicot político y la ‘canasta familiar’

Esteban Ticona Alejo

/ 15 de diciembre de 2024 / 06:00

En las sociedades contemporáneas o capitalistas, los alimentos de la “canasta familiar” son una construcción desde los mercados o, mejor dicho, desde algunos productores millonarios, expresados en la cadena de mercados. El término de “canasta familiar” es una expresión de esa mirada hegemónica y malsana de algunos alimentos en cadena.

Es lamentable que, en un país como Bolivia, con una gran riqueza de productos nutritivos ancestrales y campesinos existentes en las regiones andina, amazónica, oriental y chaqueña, estemos adscritos a este término de “canasta”, muy limitado y a unos cuantos productos, como azúcar, arroz, harina, pan, aceite… Precisamente, este último producto escasea en el mercado, aunque siguen escondiendo otros como el arroz. En fin.

¿Cómo enfrentamos esta monopolización de algunos productos? ¿Cuánto de beneficio nos trae para la salud el consumo de aceite diario? ¿Alguna vez nos preguntamos quiénes son los dueños de las aceiteras del país? En un medio televisivo, un joven padre de familia de tres hijos declaraba haciendo larga fila: “Usamos todos los días aceite”. Queda claro, la profunda dependencia de esta familia y la generación del aceite y, creo, con pocas posibilidades de sustituir por otros productos.

La reciente denuncia de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, de la existencia de un boicot político contra el gobierno de Luis Arce, con la escasez de algunos productos, no está acompañada de cómo enfrentamos esta insuficiencia. Si seguimos adscritos a la política del mercado acaudalado de pocos alimentos, seguiremos dependiendo y continuaremos peleándonos por un producto como el aceite.

Frente a la ineficiencia o cuasi ausencia del control de precios de parte de la Alcaldía de La Paz, algunas autoridades nacionales intentan suplir este capricho del gobierno municipal, pero no darán abasto con un control riguroso, porque el boicot está muy bien organizado, incluso usando a los sectores populares y de bajos ingresos.

No basta con detener a los inescrupulosos agiotistas de los productos alimenticios, incluso con requisas físicas de algunas empresas. Precisamos trabajar a mediano y largo plazo, y eso pasa en construir otra canasta familiar en lo posible con muchos productos ancestrales y campesinos de las regiones indicadas. La escasez siempre ha generado nueva gastronomía. Hay muchos ejemplos, una de ellas es el plato paceño, sin carne. Hace falta la acción contundente de las autoridades nacionales, regionales y departamentales, como en aéreas de la salud e incluso por los medios de comunicación, que no hacen más que magnificar la escasez y el libreto de estar mal alimentados monopólicamente.

Insisto, el silencio de las universidades públicas, sobre todo de los espacios de salud, nutrición y alimentación. Algunos canales de comunicación, como el Universitario de la UMSA, podrían contribuir en esta línea. Cuando asumió la rectora, María Eugenia García, declaró que habría cambios. Es decir, pasar de un canal repetitivo e imitativo de las otras cadenas, a un medio de educación e información. Pero hoy solo hay cambios de personas y no de contenidos, porque se sigue actuando con la lógica del espectáculo.

¿Las carreras de salud y nutrición, siguen formando estudiantes bajo la lógica de consumir productos enlatados? Al parecer, el mutismo nos lleva a interpretar que no tienen nada que ofrecer y compartir con la sociedad que les paga.

Hace unos días, quedé pasmado de uno de los puntos de la declaración pública de la Confederación Universitaria de Docentes de Bolivia. Textualmente dicen: “Rechazar la intervención del Estado a empresas agroproductivas… y poniendo en riesgo la producción que garantiza la seguridad alimentaria de las familias bolivianas”. ¿Los agroindustriales nos dan seguridad alimentaria? Vaya justificación a productores capitalistas, que precisamente hoy boicotean con el aceite, el arroz… mediante varias formas de acaparamiento. Wasitampiwa imantapxi juyra manq’añanaka uka jach’a qamiri jaqinakaxa. Jiwasanakaxa jiwas juyranakasampiwa sartañasa, ¿janicha?

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

Temas Relacionados

Comparte y opina: