Unidos venceremos la pandemia
El 11 de julio, la administración Biden- Harris, trabajando a través del mecanismo COVAX, entregó más de un millón de vacunas Johnson & Johnson fabricadas en Estados Unidos a Bolivia. Estas son las mismas vacunas de una dosis y de alta calidad que han salvado muchas vidas en Estados Unidos y han acelerado el regreso a la vida normal en mi país. Estados Unidos entregó estas vacunas a través del mecanismo COVAX, que creemos es la forma más eficiente y transparente de garantizar que todos en todo el mundo tengan acceso a las vacunas, sin costo alguno para el pueblo boliviano. La vacuna Johnson & Johnson brinda protección efectiva contra el COVID-19 con una sola inyección y tiene requisitos simples de temperatura para su almacenamiento, dos factores que esperamos ayuden a garantizar que todos los bolivianos tengan acceso a una vacuna segura, sin importar dónde vivan.
Cuando hablamos de vacunas, a menudo nos referimos a cifras grandes que son difíciles de comprender cabalmente: Estados Unidos actualmente está entregando 60 millones de vacunas a socios internacionales; donaremos a COVAX 500 millones de vacunas fabricadas por la empresa estadounidense Pfizer durante el próximo año y medio, que se entregarán a casi 100 países que las necesitan en todo el mundo (la mayor donación de vacunas de la historia); y hemos comprometido $us 4.000 millones para asegurar que el mecanismo COVAX pueda seguir entregando vacunas a quienes las necesitan. Este apoyo financiero ayudó a garantizar que COVAX pudiera entregar más de 420.000 vacunas sin ningún costo a Bolivia este año, casi la mitad de las cuales fueron fabricadas por Pfizer.
Sin embargo, prefiero pensar en esta pandemia en términos más humanos. Hemos sentido el costo humano de la pandemia en Estados Unidos, donde más de 600.000 de mis conciudadanos han perdido la vida a causa del virus. También hemos visto cómo se han beneficiado los ciudadanos comunes de la recuperación económica que fue posible gracias a las vacunas: se han creado más de dos millones de empleos nuevos en Estados Unidos durante los últimos cuatro meses.
El millón de vacunas estadounidenses que acaban de llegar a Bolivia no son solamente medicinas, son una oportunidad para proteger a más de un millón de vidas del coronavirus. Son padres, abuelos, tías, tíos, amigos y compañeros de trabajo que pueden dormir un poco más tranquilos sabiendo que recibirán una simple inyección que les brindará una protección eficaz contra el COVID-19. Esta no es solo una entrega de medicinas, es la entrega de más de un millón de razones más para tener esperanza de que el sufrimiento causado por esta pandemia termine lo antes posible.
El presidente Joe Biden ha dicho que Estados Unidos se convertirá en el “arsenal de vacunas” del mundo y liderará el esfuerzo mundial para superar el COVID-19. Me gustaría explicar por qué estamos haciendo esto. La pandemia no terminará para nadie hasta que termine para todos. El comercio, los viajes y la cooperación internacionales dependen de la vacunación del mundo y todos sufriremos hasta que obtengamos las vacunas donde sea que se necesiten. Estados Unidos está comprometido a trabajar con los socios internacionales para luchar contra el COVID-19 para que podamos reanudar nuestra vida diaria.
Las vacunas que Bolivia ha recibido de Estados Unidos y otros socios internacionales, nos ayudarán a todos a volver a la vida normal. Para Estados Unidos, eso significa volver a nuestras áreas más importantes de cooperación con Bolivia: reconstruir la relación comercial de $us 1.000 millones entre nuestros dos países y generar empleos; trabajar juntos para preservar el patrimonio natural de Bolivia; y fortalecer los lazos de amistad entre nuestros dos países en base al respeto recíproco y a nuestros valores democráticos compartidos.
A medida que construimos una relación de confianza entre nuestros gobiernos, todos los bolivianos deben saber que estas vacunas no son simplemente una transacción entre dos países. Son una modesta entrega de apoyo que viene de parte del pueblo de Estados Unidos al pueblo de Bolivia con base en el respeto, la solidaridad y la determinación de que unidos, saldremos de la trágica sombra de esta pandemia.
Charisse Phillips es encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia.