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Recuperemos la grandeza de La Paz

Esta región tiene el potencial necesario para recuperar el liderazgo nacional. Si queremos desarrollo, si queremos progreso, si queremos mejores condiciones de vida, necesitamos trabajar todos juntos de manera armónica para garantizar el desarrollo departamental.

La Paz supo ponerse a la cabeza buscando abolir la dominación española. Los protomártires paceños dieron la vida señalando el camino a seguir para alcanzar la libertad. En estas fiestas de julio hagamos un compromiso con nosotros para trabajar más y mejor, buscando la grandeza de nuestra región. Gobierno, trabajadores y empresarios busquemos la concertación para avanzar juntos.

No debemos olvidar que La Paz es una región bendecida. Tenemos la cordillera, con alturas de más de 6.000 msnm; luego encontramos el altiplano a un promedio de 3.500 msnm, donde están la ciudad sede de gobierno y la más nueva de las ciudades, El Alto; si seguimos descendiendo llegamos a los valles y los Yungas a unos 2.000 msnm; finalmente la zona de los llanos orientales (casi todo el norte paceño) a no más de 150 msnm.

Esta variedad de climas y pisos ecológicos es una las mayores riquezas de La Paz, que la podemos aprovechar tanto para una producción agropecuaria sustentable como para el turismo y la economía 4.0.

Este trabajo coordinado y conjunto demanda de los tres niveles de gobierno (nacional, departamental y municipal) políticas nacionales de seguridad jurídica, fomento a la iniciativa privada y una integración vial que incluya los ferrocarriles hacia los puertos chilenos, que nos permita llegar a todas las regiones del departamento.

El tropical norte de La Paz ocupa casi la mitad del territorio del departamento con algo más de 60.000 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 100.000 habitantes. Esta región, donde están los municipios de Apolo, Guanay, Ixiamas, Mapiri, Tacacoma, Teoponte, Tipuani y San Buenaventura, tiene una densidad apenas superior a un habitante por kilómetro cuadrado, con temperaturas que fluctúan entre los 24 y 33 grados centígrados, clima en el que se puede producir café, castaña, arroz, cacao, junto a hortalizas y una gran variedad de frutas. En esta exuberante región se puede explotar el ecoturismo, mostrando la gran riqueza del Madidi.

Pero resulta doloroso comprobar que para viajar en ómnibus desde la sede de gobierno hasta Ixiamas se necesitan más de 12 horas para cubrir los algo más de 500 kilómetros. La Paz-Rurrenabaque es un viaje de más de nueve horas por carretera para cubrir sus 400 kilómetros. Ésta es una muestra de nuestra falta de integración.

Como dije en un comentario anterior, esta región desvinculada del resto de La Paz tiene potencialidades para diversos emprendimientos industriales y la generación de energía por aproximadamente 100 megavatios.

Pese a los problemas que tiene el departamento de La Paz, es la segunda economía del país. Según el INE, la población estimada de La Paz, para este 2021, es de 3.023.791, menor que Santa Cruz, que tiene 3.363.400 habitantes. Generó un PIB de algo más de $us 11.500 millones, y su PIB per cápita alcanzó casi los $us 4.000, muy por encima del promedio nacional.

La economía paceña, a diferencia de otros departamentos, no gira en torno a la extracción de materia prima. Su sustento está en la administración pública, casi con 20%; seguido del sistema financiero, con el 14%, y la industria, con casi el 9%. Algo que nos debe preocupar a los paceños es que en 2020, la tasa de crecimiento de la población fue del 0,75%, mientras la migración total neta fue de -5,4%.

La Paz tiene mucho que ofrecer al turismo. Solo por citar: pasar de las cumbres nevadas a los Yungas en menos de dos horas de viaje es espectacular; Titicaca, el lago navegable más alto del mundo; Tiwanaku, muestra de una cultura milenaria; Rurrenabaque, ingreso a la Amazonía boliviana.

La gran riqueza cultural, geográfica y arqueológica de La Paz le permitió ser reconocida por la organización New7Wonders Foundation en 2014 como una de las siete ciudades maravilla del mundo.

Ejecutar políticas de atracción del turismo, que podría ser una de las fuentes de mayor ingreso del departamento, exige del trabajo de todos sus habitantes, garantizando al turista que podrá volver a su lugar de origen cuando así lo quiera, sin que se lo impida un bloqueo repentino de alguna comunidad, trabajadores de alguna empresa o vecinos de algún barrio.

Como habitantes de esta hermosa tierra, hagamos el compromiso para aportar al desarrollo de La Paz, trabajando juntos, dejando de lado intereses políticos o sectarios, que solo nos dividen y ahondan nuestra pobreza.

Rolando Kempff Bacigalupo es economista, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.