Datos personales
En América Latina, 12 países cuentan con una Ley de Protección de Datos Personales. Ecuador la aprobó hace unos meses este año y otros como Argentina y Chile están revisando sus leyes que ya cumplieron 20 años para adecuarlas a los últimos adelantos tecnológicos, como los relacionados a la inteligencia artificial.
Bolivia tuvo un momento pasado en el que tanto sectores de la sociedad civil y de la academia como el ejecutivo del gobierno nacional, y las bancadas oficialista y de oposición en la Asamblea Legislativa, estaban impulsando proyectos de Ley de Protección de Datos Personales en debates de múltiples partes interesadas con intenciones de dar el siguiente paso hacia el debate parlamentario. Sucedió en 2018 y 2019. Las razones para identificar la necesidad de una ley de este tipo tenían que ver con dos principales razones: darse cuenta de que varios datos personales de ciudadanos y ciudadanas estaban en bases de datos públicos y privados en Bolivia sin ninguna regulación, aunque sí con reconocimiento institucional acerca de privacidad, por lo tanto, había la necesidad de garantizar este derecho, ya que la situación de falta de legislación abría la posibilidad de usos abusivos de estos datos. Por otro lado, para que las entidades de gobierno y las empresas privadas pudieran utilizar los datos personales para mejorar los servicios brindados a la ciudadanía, requerían de un marco legal que les indicara las reservas que debía tomarse debido a la naturaleza delicada de esos datos. Es decir, posibles mejoras de servicios como la simplificación de trámites se paraban por la ausencia de esta norma.
Ese proceso se truncó en 2019, pero los últimos meses se ha retomado con nuevos bríos como una iniciativa desde la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa. Pero, ¿qué regula este proyecto de ley?
Los datos personales son datos que pueden llevar a la identificación de la identidad de las personas y de características sensibles que podrían llevar, en el peor de los casos, a estigmatizaciones o discriminaciones como la identidad ética, sexual, preferencia religiosa o política, situación de salud, entre otros, como fue el caso del magistrado Cusi, de quien se develó su condición de salud relacionada al VIH.
Las innovaciones basadas en datos han acelerado el ritmo de uso de este tipo de datos incrementando también los riesgos de violaciones a la privacidad de las personas. Se dice que el nuevo petróleo de la economía global son los datos y si bien las grandes empresas tecnológicas son las que usan con mayor frecuencia este nuevo petróleo, los Estados y las empresas locales, como bancos y supermercados, también obtienen muchos datos nuestros.
Estamos a la expectativa del debate.
Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana. word-press.com.