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Bolivia debe gravitar en el Pacífico y el Atlántico

Bolivia debe priorizar su presencia en los océanos Pacífico y Atlántico, y tiene los accesos necesarios para cumplir con su función de heartland de Sudamérica, aprovechando las dos hidrovías, en la Cuenca Amazónica y la Cuenca del Plata.

Bolivia está vinculada con el océano Pacifico con los puertos de Arica y Antofagasta en Chile, por los que tenemos libre tránsito de acuerdo al Tratado de Libre Comercio de 1904. También con los puertos peruanos de Ilo y Matarani se tiene facilidades portuarias.

El presidente Luis Arce señaló: «Los desafíos que nos hemos planteado están encaminados a promover una efectiva presencia de Bolivia en el océano Pacífico y Atlántico, y buscar soluciones estructurales que restituyan a Bolivia, gradualmente, su cualidad marítima soberana».

Tras plantear nueve acciones para promover una efectiva presencia de Bolivia en estos océanos, reiteró, durante la posesión de su par del Perú, Pedro Castillo, que se priorizará la ejecución del proyecto del tren bioceánico para reforzar la integración entre los dos océanos y los países vinculados a ellos. Este megaproyecto tiene una extensión de 3.500 kilómetros vinculando Brasil, Paraguay, Bolivia y Perú, que permitirán una salida al Pacifico y el Atlántico, con una comunicación similar al Canal de Panamá.

En las acciones nacionales para promover las mayores fuentes de conexión con el mundo, no debemos olvidar el recurrir, como país enclaustrado, a los derechos de explotación y las facilidades que ofrece la Convención Internacional de Naciones Unidas sobre el derecho del mar. En ese camino, los puertos Aguirre, Gravetal y Jennefer fueron certificados como terminales de categoría internacional, que los sitúa en el mismo nivel que los puertos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en la hidrovía Paraguay-Paraná.

Aparte, en lo que va del año se hizo las primeras exportaciones de madera hacia Francia y Estados Unidos por los puertos Villarroel (Cochabamba) y Guayaramerín (Beni), aprovechando la hidrovía Ichilo-Mamoré, que fue reactivada para vincular con la Cuenca Amazónica.

Esta ruta nos permite llegar al Atlántico, lo que facilitará la exportación de la producción de los llanos bolivianos, y también del occidente, como la sal.

Para el fortalecimiento de esta hidrovía se espera la habilitación de puertos que se vinculen a los ríos Madre de Dios, Iténez y Beni.

Bolivia debe aprovechar todas las alternativas de transporte para volver más competitivos sus productos en el mercado exterior, por lo que el tren Arica-La Paz es una opción importante para que los empresarios puedan importar y exportar su producción.

En el webinar Hidrovía y logística: situación y perspectivas, organizado por LA RAZÓN y el periódico especializado en economía y negocios de Paraguay 5Días, se sugirió la necesidad de dragar el canal, realizar un mantenimiento permanente como una responsabilidad público-privada, y aplicar un plan maestro de gestión de la hidrovía en el canal Tamengo. Estos trabajos se hacen más urgentes si existen pronósticos de falta de lluvia, lo que podría reducir los niveles de agua en los ríos del sistema.

El presidente de Ferroviaria Andina, Carlos Gill, manifestó en el seminario la importancia de tener la vinculación multimodal entre la Cuenca del Plata y puertos del Pacífico con el ferrocarril y otros medios de transporte multimodal.

El complemento necesario a los deseos nacionales de gravitar en los océanos Pacífico y Atlántico es la participación activa del sector privado, tanto en la generación de la carga necesaria como en la inversión para el adecuado funcionamiento de estas vías fluviales.

El Gobierno debe hacer posible la presencia privada en todos los proyectos, es el momento de hacerlos realidad, para sentar nuestra presencia en estos océanos, con las consiguientes ventajas para las exportaciones e importaciones nacionales de ultramar.

Rolando Kempff Bacigalupo es economista, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.