Cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió una decisión histórica el anterior martes en la que declaraba que abortar no era un delito, activistas de todo el país lo celebraron. El miércoles, regresaron a trabajar, para comenzar con el largo y arduo proceso de asegurar que el cambio legal se aplique en todo México.

Una de sus prioridades es ayudar a las mujeres que más lo necesitan: las que se enfrentan a sanciones penales, en muchas ocasiones después de haber sido denunciadas ante las autoridades por intentar provocarse ellas mismas un aborto en condiciones de riesgo. Tan solo en los primeros siete meses de este año, se abrieron 432 investigaciones en todo México por casos de aborto ilegal, según el gobierno mexicano.

La sentencia del martes sienta un precedente legal en el país y contrasta con la tendencia de Estados Unidos, donde, en fechas recientes, Texas y otros estados han restringido el aborto. La decisión del tribunal también planteó la posibilidad de que México se convierta con el tiempo en un destino para las mujeres estadounidenses que buscan interrumpir sus embarazos, dijeron quienes defienden esta práctica, aunque eso requeriría la eliminación de los muchos obstáculos que hacen que el aborto sea difícil de obtener en gran parte del país.

La decisión solo aplica al estado fronterizo de Coahuila, y para ponerla en práctica en todo el país es necesario que se presenten recursos legales en cada uno de los 28 estados de México que aún penalizan el procedimiento o que las legislaturas estatales modifiquen la ley. Los ministros no especificaron en qué momento del embarazo una mujer puede abortar de manera legal, lo que significa que quizá esos términos se determinen a nivel estatal.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), que encabeza la batalla para lograr el derecho al aborto en México, explicó que presionaría para que el aborto sea legal en Coahuila hasta las 12 semanas después de la concepción como mínimo; un límite de tiempo establecido en la ley que hizo el aborto legal en Ciudad de México y que antes fue validado por la Suprema Corte.

Si ese fuera el caso, Coahuila tendría normas para el aborto más permisivas que el cercano estado estadounidense de Texas, donde hace poco la legislatura estatal implementó una ley que prohíbe la mayoría de los abortos después de las seis semanas de gestación. Esta ley podría motivar a las mujeres de Texas a cruzar la frontera para abortar, pero por ahora no habría suficiente infraestructura para satisfacer la necesidad, dijeron los activistas.

Los activistas de México ya han empezado a trabajar en una estrategia para obligar a los estados a acatar la sentencia, aunque su lucha para que el aborto sea legal y seguro en todo el país podría ser larga. Antes del fallo del martes, solo Ciudad de México y tres estados permitían este procedimiento. Es probable que ese plan encuentre resistencia. El conservador Partido Acción Nacional (PAN), uno de los principales partidos de oposición en México, ha combatido los esfuerzos para legalizar el procedimiento.

Desde que Ciudad de México legalizó el aborto en 2007, una red de activistas radicada en esa ciudad ha trabajado para ofrecer a las mujeres que desean abortar una vía segura, ya sea transportándolas a la capital o proporcionándoles misoprostol, un fármaco que suele utilizarse para inducir el aborto.

Pero muchas mujeres están demasiado asustadas para acudir a esos grupos y optan por obtener abortos clandestinos. Cuando esos métodos salen mal o provocan un sangrado excesivo, las mujeres suelen acudir al hospital. Pero la ley federal exige a los proveedores de servicios médicos que notifiquen a las autoridades cuando una paciente presenta signos de haber estado involucrada en una actividad delictiva, como, por ejemplo, haber abortado.

La decisión histórica es el primero de varios casos sobre el derecho al aborto que abordará la Suprema Corte este mes. El anterior jueves, los ministros examinarán si una disposición de una ley del estado de Sinaloa que protege la vida desde la concepción también es inconstitucional. Dadas las recientes sentencias del tribunal a favor del acceso al aborto, los analistas dicen que es muy probable que los ministros decidan anular la ley.

Pero entre la población en general, el tema sigue siendo polémico: México es un país en su mayoría conservador desde el punto de vista social, en el que la Iglesia católica tiene una gran influencia. La mayoría de los mexicanos sigue oponiéndose al aborto legal, según las encuestas.

Pero las actitudes han cambiado con el tiempo. En 2005, solo el 12% del país estaba a favor de la legalización del aborto en todos los casos, según una encuesta de la firma de investigación Parametría. Una encuesta de 2019 realizada por el periódico El Financiero encontró que casi un tercio de los mexicanos dijo estar a favor de la legalización total.

Natalie Kitroeff y Óscar López son columnistas de The New York Times.