Viaje al trópico de Alto Beni y Caranavi
El plan Bohan en 1942 recomendaba fortalecer el mercado interno nacional a través de nuevos asentamientos de población y con la construcción de vías de comunicación entre el occidente y el oriente del país. En 1950, incluso mucho más antes, existió un amplio e interesante movimiento de poblaciones de los Andes hacia la región subtropical de Caranavi y el trópico de Alto Beni en La Paz, y hacia el Chapare en Cochabamba o Bermejo en Tarija.
Es necesario hacer un repaso de este proceso de trascendental importancia porque ha sido parte de las nuevas dinámicas sociales y económicas del siglo XX que ha reconfigurado definitivamente la fisonomía económica, social, cultural y territorial de Bolivia. Me referiré en una serie artículos a Caranavi y Alto Beni específicamente, en sus diferentes dimensiones, historias y actuales condiciones socioeconómicas y sociodemográficas.
En principio es importante decir que aquí existe un proceso de migración rural-rural y urbano-rural entre el altiplano y los valles y las ciudades hacia esta región. Hoy Caranavi, al igual que Alto Beni, son producto de este tipo de dinámicas poblacionales y sociales. En el primero bajo la forma de la llamada “colonización espontánea” y en el segundo, como “colonización dirigida”, aunque en el mismo existe la “colonización mixta”. Además, es de relevancia hacer notar que cerca de 70 años después de aquellos hechos hay todavía historias que narrar, por ejemplo, de cómo fue que la gente del altiplano y valles llegaron a aquellas regiones de selva húmeda y de cordillera abierta (antes de las pampas de Beni). Tuvieron que enfrentar la falta de caminos, las enfermedades tropicales desconocidas, la falta de apoyo técnico y tecnológico para el manejo de suelos y diversos productos agrícolas de parte del Estado. Allí hubo una gran inversión de vidas humanas porque murieron muchas personas por enfermedades tropicales, otras en accidentes por el mal estado de los caminos y muchas, ante esa realidad, tuvieron que regresar a sus lugares de origen.
Esta población sigue siendo abandonada por las autoridades nacionales y departamentales porque carece de muchas necesidades. En el último mes fuimos a dar una vuelta por aquellas regiones, no como alguien ajeno a esta dinámica histórica y social, sino como parte de ellas, porque desde niño hemos observado y vivido allí, en unos casos como vecino y en otros como estudiante de los colegios San Miguel de Huachi y Martin Cárdenas del km 73 de Puerto Linares.
De joven hemos conversado con mucha gente mayor que hoy ya no vive, sobre historias verdaderamente heroicas en unos casos y en otras, incluso trágicas, dado que al principio no fue nada fácil migrar hacia estas zonas por los factores arriba anotados. Hay historias sobre cómo se viajaba a pie caminando selva adentro hasta llegar a Caranavi, Puerto Linares, Palos Blancos o Covendo, separados por distancias muy largas, además de las luchas contra las picaduras de insectos y el peligro de serpientes, etc. En realidad, no existían caminos para autos, sino sendas abiertas por esos caminantes entre diferentes poblaciones o por buscadores de quina para la exportación a Europa. Esos caminantes de la selva llegaron unos desde Apolo, otros desde La Paz o Caranavi hacia Alto Beni, y volvían en las mismas condiciones después de un año o meses, o incluso algunos nunca más volvieron porque allí fallecieron.
Pablo Mamani Ramírez es sociólogo.