Voces

Friday 29 Mar 2024 | Actualizado a 08:13 AM

Dos mujeres, dos caminos

/ 22 de septiembre de 2021 / 02:27

Amparo Carvajal. Religiosa, nació en España el 28 de enero de 1939, a la fecha cuenta con 82 años. Llegó a Bolivia el 1 de noviembre de 1971, durante la dictadura banzerista, como misionera; su congregación estaba dedicada a visitar presos y detenidos políticos. En esos tiempos la Iglesia Católica cumplía una labor de apoyo a los partidos políticos de izquierda. Junto a otros religiosos participó en la creación de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB); los sacerdotes Gregorio Iriarte y Julio Tumiri fueron los primeros conductores de esta institución: Iriarte, como responsable desde 1974, y Tumiri, en su calidad de presidente desde el 10 de diciembre de 1976.

En marzo de 1980, la congregación de Carvajal tuvo que abandonar el país; ella decidió quedarse en Bolivia, junto a la decisión de abandonar su actividad religiosa y dedicarse «a su compromiso social y político». Desde esa fecha hasta 2016 (36 años) que reapareció en la APDHB, no se tiene conocimiento sobre sus actividades públicas durante ese periodo. El 3 de julio de 2016, fue elegida presidenta de la entidad, cargo que ejerce hasta la fecha, a pesar de haber concluido su mandato.

Carvajal, que ingresó a la política desde la vertiente de la izquierda en los años 70 y 80, reapareció en 2016 como candidata de la derecha para regir la APDHB, llegando a ser su mejor brazo operador. Desde que dirige esta ilustre institución, ha sido tenaz opositora al gobierno del MAS, y constante protectora de todos los embanderados de la consigna 21F. En la actualidad, prorrogada en su cargo, es firme defensora de la autoproclamada Áñez y postulada a premio Nobel de la Paz por el grupo derechista Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) —burda imitación del glorioso Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), creado el 11 de abril de 1980 por la Central Obrera Boliviana (COB), con la participación de todos los partidos políticos de izquierda—.

Miriam Gamboa Villarroel (+). Nacida el 30 de abril de 1941, boliviana. Falleció el 31 de agosto de 2021, a los 80 años de edad. Siendo estudiante universitaria luchó contra las dictaduras militares de Hugo Banzer Suárez, Alberto Natusch Busch y Luis García Meza (década de los 70 y 80).

Licenciada y máster. Docente emérita de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), directora de la Carrera de Trabajo Social; decana de la Facultad de Ciencias Sociales, de la misma casa de estudios; secretaria académica del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB); presidenta del Colegio Nacional de Trabajadores Sociales. En sus últimos años de vida, presidenta de su junta vecinal en la zona Sur de la ciudad de La Paz. Además fue escritora, autora de varios libros y artículos.

Durante los últimos años de su vida, en su calidad de presidenta vecinal, por ser leal a la causa de los pobres, de los oprimidos, fue sindicada de «masista», de ser autora de la quema de los buses PumaKatari de propiedad del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, siendo encarcelada durante la dictadura del gobierno de facto de Áñez.

Mantuvo inclaudicable la línea revolucionaria de su juventud hasta su muerte, en la línea de la izquierda, con su prolífica labor permanente que sus colegas y alumnos recuerdan. Estuvo presa más de un año, para ella no hubo clemencia, a pesar de su avanzada edad —¡80 años!— y, desde luego, tampoco por su condición de mujer. No intentó suicidarse, ni se quejó, con la valentía de una guerrera, a pesar de su quebrantada salud. No clamaron por ella la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), dirigida por Amparo Carvajal; la Iglesia Católica; los intelectuales; las mujeres feministas (que se solidarizan con Áñez por su condición de mujer). Ante su grave estado de salud, y su injusta detención, murió en «arresto domiciliario».

La consecuencia revolucionaria no es un don de la condición de género, ni de la edad, tampoco del origen de clase. ¡Necesitamos más personas como Miriam, y menos Amparos!

Claudia Miranda Díaz es economista y auditora financiera.

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Historia Universal I: Prehistoria

En Mesopotamia fundaron ciudad es estado, vivían del regadío; no se registran castas ni estratificaciones.

/ 25 de febrero de 2023 / 01:20

La historia la escriben los vencedores, son quienes imponen su verdad; reescribirla con una mirada analítica, desde una perspectiva diferente nos permite entender mejor el pasado que conocemos, el presente que vivimos y el futuro que construimos. En una serie de artículos intentaremos rememorar “nuestra historia”, dividida por conceptos “organizadores”, como la división de la historia en edades: Prehistoria, edades Antigua, Media, Moderna y Contemporánea —entre las edades Antigua y Moderna se encuentra el Renacimiento—; en dos eras: antes de Cristo (a.C.) y después de Cristo (d.C.); por continentes: Asia, África, Europa, América, Oceanía y Antártida; por jerarquías políticas: occidenteoriente- oriente medio; norte-sur; viejo mundonuevo mundo; primer mundo-tercer mundo; países desarrollados-subdesarrollados-en vías de desarrollo; americanos-latinoamericanos.

¿Quiénes son los vencedores que escribieron y continúan escribiendo la historia? Son los imperios, el imperio de turno según cada época; los imperios cambian su forma imperial a través del tiempo, es diferente un imperio de hace 5.000 años a un imperio actual.

La historia empieza a ser narrada desde la aparición de la escritura (hace más de 5.000 años, en Sumeria, parte sur de la antigua Mesopotamia, cerca del Golfo Pérsico, actual Irak y Siria). En el presente artículo nos referimos a una parte de la organización de la Historia: la Prehistoria. La historia clásica nos enseña que la Prehistoria empieza desde la aparición de los primeros seres humanos (2.5000.000 años) hasta el surgimiento de la escritura; y que se divide en dos grandes periodos: la Edad de Piedra y la Edad de los Metales; a su vez, la Edad de Piedra se divide en tres periodos: Paleolítico, Mesolítico y Neolítico; en tanto que la Edad de los Metales, también en tres: las edades de Cobre, Bronce y Hierro.

En cambio, la Historiografía nos permite reflexionar sobre la Prehistoria desde otra perspectiva; la historia no es lineal ni homogénea, la cronología de los hechos no es similar en el planeta, los individuos no habitaron paralelamente todos los lugares, ni hablaron la misma lengua; descubrieron la escritura —como la conocemos ahora—, en diferentes tiempos históricos, por lo que el ordenamiento de la historia clásica es de alguna forma arbitraria.

En la Prehistoria encontramos como el primer imperio del mundo, el Mesopotámico, nacido hace 5.500 años y desaparecido en el 539 a.C. – Edad Antigua– al ser conquistado por el Imperio Persa se divide en cinco periodos: Sumerio, Acadio, Babilónico, Asirio y Neobabilónico. Al haberse descubierto en Mesopotamia la escritura, se registra como la lengua más antigua, la sumeria. Sumeria se encuentra en el actual Irak.

En Mesopotamia fundaron ciudades-estado, vivían del regadío; no se registran castas ni estratificaciones, existían diferencias según la posición económica. El descubrimiento sumerio de la rueda fue un avance para el desarrollo de la humanidad; la escritura surgió ante la necesidad de comunicación en las grandes ciudades y templos que construyeron, como Babilonia, explica el historiador M. Liverani.

El fin de la Prehistoria y el inicio de la Historia continúa en debate, ya que civilizaciones muy antiguas como la de los incas y mayas en América, o los Zimbabue y el Imperio de Ghana en África, los Jemeres en Asia, solían ser consideradas parte de la Prehistoria porque no tenían escritura, empero, contaban con vida urbana y sociedades complejas que les permitirían ser consideradas como parte de la Edad Antigua.

Puede considerarse a la Prehistoria como una categoría de trabajo, para organizar a las sociedades primitivas en cuya existencia carecían de condiciones mínimas con las que comprendemos a la civilización humana hoy y que podríamos resumirlas en: socialización, aglomeración en ciudades y fundamentalmente el cambio de su hábitat de nómada a sedentario.

¿Será casualidad que tanto Irak como Siria, cunas de la primera civilización mundial, hayan sido devastadas por alianzas imperiales vigentes del siglo XX y XXI?

Claudia Miranda Díaz es economista y auditora financiera. 

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Dos hombres, dos revoluciones

/ 7 de diciembre de 2022 / 01:40

La historia política de nuestro país tiene muchas similitudes en diferentes momentos, recordarla nos permite analizarla con mayor objetividad. A continuación revisaremos dos historias y sus principales similitudes y diferencias.

Los partidos políticos más grandes en la vida de nuestro país son, en primer lugar, el Movimiento Al Socialismo (MAS) —en el Estado Plurinacional—, y en segundo lugar, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) —durante la República—. Los líderes de ambas agrupaciones: Evo Morales Ayma y Víctor Paz Estenssoro.

Diferencia 1. Víctor Ángel Paz Estenssoro nació en Tarija (1907-2001), cursó estudios primarios en su ciudad natal y secundarios, en Oruro; se graduó de abogado en la Universidad Mayor de San Andrés (1927). Fue funcionario público en varias dependencias estatales, especialmente del Ministerio de Hacienda, desempeñó el cargo de presidente del Banco Minero, fue catedrático de Historia en la Universidad Mayor de San Andrés. Su padre, de ascendencia argentina, tenía negocios en el sector minero. Provenía de una familia burguesa.

Evo Morales Ayma (1959) nació en el cantón Orinoca, departamento de Oruro. Estudió primaria en Orinoca, alternando sus estudios con el cuidado de llamas y trasquilado de ovejas, en sus labores como campesino. Cursó la secundaria en la ciudad de Oruro, donde trabajó de albañil, panadero y trompetista en una banda musical, se graduó como bachiller en 1977. Cumplió el servicio militar en la ciudad de La Paz, al concluirlo retornó a su pueblo. En 1982, su familia campesina pobre decidió migrar a Puerto San Francisco (Chapare, Cochabamba), donde trabajaron como agricultores, arroceros y luego cocaleros.

Víctor Paz fue abogado y político; Evo Morales es bachiller de origen campesino, dirigente sindical cocalero.

Diferencia 2. Paz comenzó su carrera política cuando fue electo diputado por Tarija (1938-1939), se desempeñó como ministro de Economía durante el gobierno de Enrique Peñaranda (1941) y ministro de Hacienda en el de Gualberto Villarroel (1943-1945); fue senador, se destacó como parlamentario y abogado en la mina de Simón Patiño.

Morales empezó en 1983 su carrera sindical, como secretario de Deportes; en 1985 ocupó la cartera de secretario general; en 1988 fue electo secretario ejecutivo de la Federación del Trópico de Cochabamba. En 1997, en alianza con la IU (Izquierda Unida) fue electo parlamentario; en 2002 volvió a ser diputado, por el MAS.

Paz, dirigente político; Morales, dirigente sindical.

Similitud 1. La Revolución de 1952 empezó a forjarse al retorno de la Guerra del Chaco (1932-1935), al frente de excombatientes como Germán Busch, Gualberto Villarroel, la organización de militares Radepa (Razón de Patria) y los partidos de izquierda de entonces, especialmente el Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR, 1940); ante un error político del PIR, fue el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) que dirigió la revolución de abril. Paz fue fundador del MNR (1942) y su líder hasta 1990, cuando se retiró de la política.

La Revolución Democrática y Cultural empezó a gestarse en 2000 (‘guerra del agua’, Cochabamba), y en 2003 (‘masacre de octubre’, La Paz), el MAS fue el articulador de esta revolución, en 2005. Morales fundó el MASIPSP en 1995 y es su líder.

Similitud 2. Víctor Paz, en su primera presidencia tenía 45 años. Fue presidente en los periodos 1952-1956, 1960-1964, 1964 y 1985- 1989, haciendo un total de 13 años; fue derrocado en 1964.

Evo Morales, en su primera presidencia tenía la edad de 46 años. Gobernó desde 2006 hasta 2019, por un total de 13 años; fue derrocado en 2019.

Conclusiones. La Revolución de 1952 culminó con el golpe de Estado de 1964. ¿La Revolución Democrática y Cultural terminó con el golpe de Estado de 2019?

El MNR se extinguió cuando su líder renunció. ¿El MAS puede continuar existiendo sin Evo Morales?

Cuando el MNR fue gobierno sin su líder (Paz), se derechizó; ¿sucederá lo mismo con el MAS?

Víctor Paz, durante el golpe de Estado de 1964, huyó con su familia a Lima (Perú) y nadie lo juzga. Evo Morales salió exiliado en 2019, es juzgado porque dicen que huyó.

Claudia Miranda Díaz es economista.

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El MIR y la unidad de la izquierda

/ 30 de junio de 2022 / 01:04

El Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) creado en 1971, desde su fundación se preocupó por la unidad de la izquierda. La izquierda en Bolivia nació en los años 30, la mayoría de estos partidos se dividieron, podemos nombrar al Partido Obrero Revolucionario (POR, 1935); el Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR, 1940-1955). De una escisión del PIR nació el Partido Comunista de Bolivia (PCB, 1950). Luego el PCB se dividió y surgió el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML, 1965). Se creó el Ejército de Liberación Nacional (ELN, 1967), el Partido Socialista (PS, 1970). De una disensión del PS, surgió el Partido Socialista-1 (1978).

En su primera participación electoral, el MIR, bajo la consigna “El poder de la unidad”, creó un Frente Unitario de Izquierda (mayo, 1971) compuesto por el Movimiento Espartaco, Marxistas Independientes y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), para terciar en las elecciones de la Federación Universitaria Local (FUL) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), con la sigla MIR-UMSA donde obtuvieron el triunfo electoral.

Al momento de su nacimiento (septiembre, 1971), el MIR se fundó con la unidad de tres corrientes ideológicas: Marxistas Independientes, Grupo Espartaco y la Juventud Demócrata Cristiana Revolucionaria (JDCR), escisión del Partido Demócrata Cristiano.

En 1972, el MIR impulsó la creación del Frente Revolucionario Antiimperialista (FRA) —durante la dictadura de Hugo Banzer—, con la participación de todos los partidos de izquierda: ELN, PCB, POR (Guillermo Lora), PCML, PS (Marcelo Quiroga Santa Cruz), PRIN (Juan Lechín Oquendo). A pesar de sus postulados estratégicos para derrocar a la dictadura banzerista su duración fue corta, las pugnas internas especialmente con el PCB y el PS, llevaron a la ruptura del FRA. El resultado para el MIR fue la pérdida de sus filas de René Zabaleta Mercado, Pablo Ramos Sánchez, Adalberto Kuajara y otros, que se adscribieron al PCB.

Luego de la experiencia del FRA, el MIR continuó su camino de lucha solo, en alianzas estratégicas coyunturales con los otros partidos de izquierda hasta la creación del frente de la Unidad Democrática y Popular (UDP) en 1978, del cual fue su principal impulsor. La UDP estaba conformada por el MIR, PCB y el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), frente con el cual el MIR gobernó (1982-1984).

El MIR se dividió en MIR MASAS (1984-1990), MBL (1985-2006) y MIR Nueva Mayoría (1985-2006).

El MIR MASAS, en su tradición de unidad de la izquierda, creó el Eje de Convergencia Patriótica (ECP), una alianza con la Coordinadora 4 de Marzo (C4M), el Bloque Popular Patriótico (BPP) y el Partido Comunista V Congreso —escisión del PCB—. Participó como Eje de Convergencia Patriótica en las elecciones nacionales (1989-1993), en el frente de la Izquierda Unida (IU), cuyos candidatos fueron Antonio Araníbar (MBL) y Wálter Delgadillo (MIR MASAS). Se desintegró en 1990. Sus bases aún continúan en la actividad política, dispersos al interior del MAS.

El MIR Bolivia Libre (luego MBL) participó en las elecciones nacionales (1985-1993) en el Frente del Pueblo Unido (FPU), junto al PCB, PS-1, PRIN; los candidatos fueron Antonio Araníbar (MBL) y Óscar Salas (PCB). En las elecciones (1989-1993) se presentó con la Izquierda Unida (IU), junto al ECP, PCB, PS- 1 ( fracción Ramiro Velazco), MAS (ala de izquierda, de Falange Socialista Boliviana, FSB —de David Áñez—), Filemón Escóbar y todo el saldo de la izquierda; sus candidatos fueron Antonio Araníbar (MBL) y Wálter Delgadillo (MIR MASAS). Participó de las elecciones generales (1993-1997) con sus candidatos Antonio Araníbar y Miguel Urioste. Para el periodo 1997-2002 sus candidatos fueron Miguel Urioste y Marcial Fabricano. Perdió su sigla en 2006. De una fracción del MBL, nació el Movimiento Sin Miedo (MSM).

La fracción que se quedó con la sigla del MIR creó la Nueva Mayoría, y se convirtió en MIR Nueva Mayoría. Con la sigla MIR participó en las elecciones de 1985 a 2002. Fue gobierno (1989-1993). Perdió su sigla en 2006. Del MIR Nueva Mayoría nació Unidad Nacional (UN).

Claudia Miranda Díaz es economista.

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El MIR y el poder (1971-1985)

/ 10 de mayo de 2022 / 01:27

En el siglo XX, la teoría revolucionaria venía del marxismo-leninismo. El Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) fue el primer partido político en Bolivia que se planteó “una izquierda nacional”, valorando los procesos históricos nacionales —internacionales, también—, creó una teoría política en función de estas lecturas políticas. Desde su nacimiento se planteó que la conducción partidaria estuviera en el país, aunque los líderes nacionales se encontraran en el exterior: en el exilio o con asilo político. Durante el periodo dictatorial (1971-1981) tuvo seis Direcciones Nacionales Clandestinas (DNC), unas fueron exiliadas, asiladas, otras asesinadas.

El MIR nacido en clases medias universitarias, rápidamente irradió su accionar político a obreros, campesinos, maestros, población de barrios populares, estudiantes, mujeres… y definió la necesidad de articular todos estos sectores en busca de alcanzar una Bolivia soberana, libre e igualitaria; a esta articulación le denominó el Bloque Social Revolucionario (BSR), compuesto por obreros, campesinos y clases medias empobrecidas, bajo la vanguardia revolucionaria de la clase obrera y el eje obrero-campesino.

La izquierda boliviana nacida en 1935, no se había cuestionado alcanzar el poder hasta la llegada del MIR. Haciendo diferencia, el MIR se planteó desde sus inicios “la voluntad del poder”, y por esta formación generalizada en los miristas, eran “poder” en el sector social en el que militaban. El MIR fue el primer partido de izquierda que llegó al poder, al conformar la UDP (Unidad Democrática y Popular) junto al MNRI y el PCB (1982-1984).

El MIR, nacido oficialmente en 1971, tuvo participaciones individuales en los movimientos guerrilleros de esa época, como la Guerrilla de Ñancahuazú (1966-1967) y la Guerrilla de Teoponte (1970), también participó en la Asamblea Popular (1971); sin embargo, planteó que no sería un partido foquista, su estrategia para llegar al poder era “el insurreccionalismo revolucionario de masas”, es decir, llegar al poder por la vía armada (DNC- 1). Se planteó también la cuestión de la unidad de la izquierda.

En 1973, “la estrategia revolucionaria del MIR” buscaría hacer del MIR “una izquierda viable (nacionalista)” (DNC-2), que consideraba que no era solo el proletariado la vanguardia revolucionaria, sino que otros sectores se incorporaban a la lucha antiimperialista y antibanzerista, entre ellos los militares revolucionarios (quedaban vestigios de los militares que apoyaron la Asamblea Popular, 1970).

En 1974, la DNC-3 postuló “la inserción de las masas” y su “proletarización”, haciendo énfasis en “la construcción del partido” con la fuerza revolucionaria de la crítica y la autocrítica de su línea política, en cumplimiento de los intereses del proletariado. Así, el MIR empezó su inserción en el sector obrero al frente de Artemio Camargo y surgió el “germen del partido proletario revolucionario”.

En 1977, la DNC-4 convocó al Seminario de Achocalla, donde el MIR aprobó la “teoría del entronque histórico” que resulta ser una síntesis ideológica y política, que planteó un entronque histórico entre la Guerra del Chaco y la Revolución Nacional del 52, abriendo a la izquierda nacional —el MIR— la posibilidad de llegar al poder por la vía electoral, para la transformación socialista.

La teoría del “entronque histórico”, y la elección del MIR de llegar al poder por vía electoral, fue el principio del fin de su existencia unitaria. En enero de 1978, el MIR impulsaría la conformación de la UDP (MNRI-MIR-PCB), con la cual se obtuvo el triunfo electoral en 1978, 1979 y 1980, para llegar al poder finalmente en octubre de 1982, iniciando el camino democrático para nuestro país, luego de derrocar a varias dictaduras militares.

Las diferencias ideológicas entre la DNC-3 y la DNC-4 se acentuaron más cuando el MIR ingresó al gobierno en 1982, las que lo llevaron a su división. En 1984, a la cabeza del Frente de Masas Obrero, los frentes de masas, que eran su sustento orgánico, salieron del MIR, léase obreros, campesinos, universitarios, y fraccionadamente, mujeres, profesionales, barrios y estudiantes de secundaria; fue su primera división: el MIR MASAS. En 1985, el Comité Ejecutivo Nacional se fraccionó con la salida de Antonio Araníbar; fue su segunda división: el MBL. Lo que quedó del MIR original de 1971, se denominó MIR Nueva Mayoría.

Claudia Miranda Díaz es economista y auditora financiera.

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El final del MIR I (1971-1984)

/ 1 de abril de 2022 / 01:19

Lo más valorable en la generación mirista fue “el espíritu mirista”, ese ímpetu de juventud que contemplaba un trabajo colectivo, en equipo, con solidaridad, compañerismo —hasta equiparar una familia—, con inteligencia y sobre todo valentía (sabiendo que cada día quizás era el último, porque la represión dictatorial no tenía tregua). Ese espíritu llevó a ofrendar su vida a millares de personas, con su muerte o su entrega total, que no les permitió alcanzar una profesión o formar una familia —la militancia era de tiempo completo—. Significaba luchar por un ideal, con desinterés personal, no existía opción salarial (el MIR no estaba en el gobierno); ni alternativa de figurar, el trabajo era oculto, clandestino, era mejor que el entorno ni se percatara de la acción política realizada porque peligraba la vida de uno y la de su familia. Era dar la vida entera por un proyecto político en bien de la sociedad en su conjunto.

Todo militante mirista debía pertenecer a “una célula”, el trabajo celular era el motor principal del MIR. Una célula constaba máximo de cuatro personas (por seguridad), respondía a un nivel de organización sectorial: obrero (minero, fabril, etc.); campesino (por zona geográfica); universitario (por carrera); estudiantil (por colegio); barrial, profesional (por área); magisterio; mujeres; especiales (por rubro específico). De esa forma se cubría todo el territorio nacional: oriente y occidente, urbano y rural, y por sectores.

La célula se reunía semanalmente (en clandestinidad), tenía un responsable de célula, que dirigía la reunión con un orden del día, invariable: 1) información política del responsable de célula, que venía desde la dirección nacional; 2) análisis de coyuntura sobre el estado de la situación política nacional e internacional, y sus proyecciones; 3) evaluación de las tareas realizadas; 4) planificación de actividades, de propaganda; 5) formación política. No existían feriados, ni fines de semana, el trabajo político en todas sus facetas era cotidiano.

Las asambleas: obreras, universitarias, solían ser debates de todas las tendencias políticas de izquierda (la derecha no tenía organización política); asistir a una asamblea era como participar de un curso de formación política. Las mujeres organizadas en un frente de masas hicieron un aporte sustancial a la lucha por alcanzar equidad de género (el MIR fue el único partido que tuvo en su estructura orgánica una instancia para trabajar el tema de discriminación de género en tiempos tempranos, década de los 80).

Además de los militantes agrupados en células, existían “los casi-mires” que apoyaban todas las actividades partidarias, sin pertenecer a una célula; también estaban “los simpatizantes” que colaboraban con el accionar mirista (especialmente brindando casas de seguridad para los “clandestinos”). Toda esta estructura le permitió al MIR copar direcciones estudiantiles, universitarias, obreras, campesinas, tanto a nivel regional como nacional, de ahí se forjaron liderazgos sectoriales, regionales y nacionales. El MIR tenía dirección colectiva nacional y regional; en el periodo referido (1971-1984) tuvo seis Direcciones Nacionales Clandestinas (DNC) que fueron perseguidas, torturadas, exiliadas y/o asesinadas.

El MIR, como partido marxista-leninista, practicaba la unidad de la teoría con la práctica política; la teoría sirve para interpretar la realidad, y la práctica para transformarla; ambas siempre deben ir juntas, lo contrario implicaría contar con “teóricos” o “activistas”. Esto el MIR lo tuvo presente en todo momento, por esta razón todos sus militantes, a través de las células, estudiaban teoría política y delineaban su acción política, en un proceso de autoformación al que se acompañaba la información y el análisis político que llegaba desde la Dirección Nacional Clandestina mediante “los cicones y los miristas”; el periódico Bolivia Libre llevaba la línea política mirista hacia militantes, casimires, simpatizantes y población en general. A esos documentos se sumaban las publicaciones de los frentes de masas (sectoriales); los documentos se copiaban en extensil (no eran tiempos de fotocopiadora, había que transcribir los documentos). La reflexión política se daba por medio de los análisis de coyuntura.

¿Qué pasó con el MIR? Les invito a leer la segunda parte.

Claudia Miranda Díaz es economista y auditora.

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