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Color ideológico de los evangélicos

Los pastores y las iglesias evangélicas o neopentecostales no están ausentes de la dinámica política como actores directos por la posición que asumen en coyunturas decisivas e importantes de nuestro país y dentro el continente.

Como bien expresa Calderón Castillo, los evangélicos utilizan su poder simbólico y retórico para vincular las creencias de la fe a las ofertas políticas, de tal manera que combinan el poder de convicción de la predestinación religiosa de la salvación posexistencial al discurso político de un porvenir moralizador y bíblico como redención terrenal.

Los rasgos distintivos de la participación política de los neopentecostales y sus pastores se pueden sintetizar en cuatro: i) posturas ultraconservadoras en relación con la familia y restrictivas de las libertades sociales; ii) abiertos defensores del neoliberalismo y la sociedad de consumo; iii) gran capacidad económica ligada al aporte-convicción de sus feligreses; y iv) despliegue mediático a partir de sus propias emisoras, canales de televisión y redes sociales.

En nuestro continente existen 19.000 iglesias pentecostales, tienen cerca de 100 millones de creyentes, la mayor concentración se encuentra en Brasil y Colombia; de acuerdo con reportes periodísticos, en 2015 movilizaron cerca de $us 12.000 millones producto de los “diezmos” que aportan religiosamente sus feligreses.

En Colombia, se articuló una movilización política liderada por el expresidente de ultraderecha Uribe con las iglesias neopentecostales para oponerse al Acuerdo de Paz que fue promovido por el expresidente venezolano Chávez y el gobierno de Cuba, entre las FARC y el gobierno colombiano liderado por el presidente Santos.

Esta alianza entre la ultraderecha colombiana y las 226 iglesias que tienen cerca de 10 millones de feligreses impulsaron el voto No a los Acuerdos de Paz en el referéndum nacional; se impusieron e impidieron un reencuentro nacional.

En nuestro país, en las elecciones de 2019, el exvicepresidente Cárdenas postuló por plataformas evangélicas, su candidato a vicepresidente fue el pastor evangélico Peinado; en su acto de proclamación hizo mención especial al evangélico Mike Pompeo, congresista republicano, secretario de Estado de los EEUU, también designado por Trump para dirigir la CIA.

El Consejo Nacional Cristiano (CNC) tiene intervenciones públicas y políticas en momentos precisos. En 2019 interpuso un recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Libertad Religiosa, que establecía el marco jurídico de derechos y deberes para el ejercicio de libertad religiosa y creencia espiritual, regulaba los recursos y el patrimonio que deben estar destinados al logro de objetivos de la iglesia y que no podrá ser distribuido directa o indirectamente entre la jerarquía de la iglesia; además obligaba a que las iglesias deban asegurar a sus trabajadores y aportar al seguro de corto y largo plazos. Es decir, no aceptan fiscalización de recursos y rechazan cumplir con obligaciones laborales.

El líder y fundador del CNC, a dos días de realizarse las elecciones nacionales, el 22 de octubre de 2019, expresó públicamente: “Estamos convocando a todo el pueblo boliviano, a las iglesias evangélicas, a la Iglesia Católica, a la desobediencia civil, a una resistencia civil, a una movilización permanente, hasta que este gobierno corrupto, fraudulento, salga”. En la misma sintonía de toda la derecha política y cívica, motivaron y exacerbaron a sus creyentes a la desobediencia civil contra una manifestación democrática del pueblo, exigiendo la renuncia del gobierno, y se acusó de fraude sin presentar una sola prueba más que su palabra celestial.

En los cabildos del 2 y 4 de noviembre de 2019 convocados por Camacho en Santa Cruz, al inicio se observó a pastores evangélicos orar por los asistentes, bendecir las conclusiones y obviamente absolver de culpas celestiales a las acciones de violencia.

Nuevamente aparece en la escena política el vocero evangélico, contra el proyecto de investigación de fortunas: “Esta ley está creando un Estado de persecución a toda la población boliviana, más de 17 artículos violan derechos individuales porque la UIF puede ingresar a su domicilio, vulnerar llamadas telefónicas, derecho a la intimidad, derecho al culto y a congregarse, y el derecho de recoger diezmo”. Lo evidente de esta afirmación es su preocupación por el diezmo.

Con los feligreses, infraestructura y recursos económicos que disponen, son un núcleo altamente influyente, alineados al movimiento opuesto a las grandes transformaciones progresistas, populares, sociales, ampliación y reconocimiento de derechos que se están instaurando por la vía democrática en la región, es una postura ideológica en sintonía a las corrientes de derecha en el continente.

César Navarro Miranda es exministro, escritor con el corazón y la cabeza en la izquierda.