Infraestructura educativa, ¿cambio o renovación?
Es evidente que la educación requiere de una permanente actualización y revisión de los sistemas educativos vigentes y en consecuencia con nuevos métodos de enseñanza, sin olvidar a la infraestructura educativa. Mucho más hoy en día ha dejado de ser planificada en interrelación a las nuevas actividades educativas para luego convertir a las edificaciones no solo en poco atractivas por su deterioro lamentable, sino por las pocas cualidades para su uso dentro de actividades pedagógicas. Asimismo, ni siquiera son pensadas por el ruido que puedan causar, que perjudica a cualquier otro tipo de prácticas de educación dirigida.
De esa manera debieran estar actualizadas con el tiempo, acordes a la práctica educativa que las requiere y las necesidades de conocimiento, las cuales debieran postular transformaciones y evolución. Así, la forma adoptada como infraestructura educativa hoy debiera ser referida, en ciertos casos, hasta fuera de cierta planificación educativa tradicional.
En cuanto a la infraestructura educativa pareciera necesario comprender que no solo se trata de proyectar volúmenes agradables individualmente, sino que estén vacíos de contenido educativo, que motiven nuevas experiencias apoyadas por un equipamiento didáctico que hoy exige la educación contemporánea, por tanto, conlleven significados acordes a los nuevos tiempos.
Por otra parte, si hasta hace algún tiempo la funcionalidad fue la imposición en el diseño de edificios escolares, hoy en día la modulación mal concebida y sin diferenciación del significado del tipo de enseñanza dentro del aula, pareciera hasta ser lamentable y mucho más si se refiere solo al juego de formas, colores hasta mal concebidos. Parece necesario comenzar a pensar evidentemente este aspecto, pero esencialmente el referido a espacios que la psicología estudiantil exige.
Así, el acercamiento al cambio hoy niega absolutamente aquel cúmulo de aulas que no han sido capaces de ser planificadas previo a su uso.
Empero aquello nos recuerda que la educación tiene la cualidad de tener una secuencia en la sectorización diferenciada y lo mejor, los grupos requieren de los lugares especiales para cada función educativa. En el caso que no es así, podría convertirse hasta en una especie de laberinto de aulas sin planificación alguna.
Pero no debemos dejar de nombrar la necesidad de escenificación que requiere algún volumen, el cual logre dotar de un nuevo sentido que motive a la educación de un significado libre de expresión.
De esa manera pareciera que cierto sistema sin planeamiento de las aulas y menos su falta de planificación en el conjunto espacial exterior, si bien se han puesto de moda, empero la mayoría de las propuestas en ciertos colegios de economía alta han adoptado por estética ese tipo de ejemplos.
Parece necesario el implementar una nueva visión no solo del pensamiento sobre el contenido que conlleva la educación, también del cómo extender el conocimiento.
Ahora bien, hoy ya sabemos que las tendencias de las escuelas y colegios del futuro pasan por la tecnología y con ello surge la educación híbrida. Sin embargo, debemos entender que requerimos que en Bolivia las instalaciones estarán concebidas por redes digitales, como dijimos en cualquier artículo anterior. Recién con ello se prevé que ingresaremos a los nuevos tiempos de la educación en este país. Un sistema híbrido entre lo tradicional y lo tecnológico.
Patricia Vargas es arquitecta.