El costo real de cambiar teléfono
Hablemos de comprar un iPhone por $us 1.000. Tim Cook, director ejecutivo de Apple, comparó alguna vez este precio deslumbrante con comprar una taza de café al día durante un año. No es gran cosa, ¿verdad? Pero los asesores financieros lo ven de otra manera. Según algunos cálculos, hoy una inversión de $us 1.000 en una cuenta de jubilación se dispararía a alrededor de $us 17.000 en 30 años.
En otras palabras, entre $us 700 y 1.000, el rango de precios de los teléfonos inteligentes modernos, es un gasto considerable. Menos de la mitad de los adultos estadounidenses tienen suficientes ahorros reservados para cubrir tres meses de gastos de emergencia, según el Centro de Investigaciones Pew. Sin embargo, una de cada cinco personas encuestadas por el sitio web financiero WalletHub pensó que valía la pena endeudarse por un teléfono nuevo.
Con razón, las empresas de tecnología argumentan que los teléfonos inteligentes son las herramientas más poderosas para trabajar y jugar y, por lo tanto, valen cada centavo. Pero también hacen trucos con los números para minimizar los costos de un teléfono nuevo. Por ejemplo, Samsung ha dicho que el precio de su nuevo teléfono Galaxy es de $us 200, pero eso es solo si cambias un teléfono con un año de antigüedad por crédito para uno nuevo. El precio real es de $us 800.
Por lo tanto, vale la pena considerar los cambios de teléfono desde otra perspectiva para medir su impacto financiero. Esto puede ayudarnos a tomar decisiones bien pensadas y no actuar en automático.
La ironía de la analogía de Cook con el café no se le escapa a Suze Orman, la asesora financiera que alguna vez comparó los hábitos de café de las personas con “tirar un millón de dólares por el desagüe”. Afirma que la aparentemente pequeña cantidad de dinero que la gente gasta sin pensar en ciertos tipos de café y ahora en cambiar de teléfono podría ser un camino hacia la pobreza. “¿Necesitas un nuevo teléfono cada año?”, preguntó Orman, presentadora del pódcast Mujeres y dinero. “Por supuesto que no. Solo es una pérdida de dinero ridícula”.
Este año, Flipsy, una empresa que compra y vende teléfonos usados, publicó un análisis en el que argumenta que es inteligente comprar un nuevo iPhone cada año. En resumen, cambiar de teléfono anualmente durante tres años consecutivos cuesta $us 418 más, o cerca de $us 12 al mes, en comparación con cambiar de dispositivo cada tres años.
Visto de esta manera, puede parecer una ganga obtener un teléfono nuevo cada año en lugar de cada cierto número de años. Pero la historia es distinta si introducimos estos números en una calculadora financiera.
Si colocas $us 12 al mes en una cuenta de jubilación, como una Roth IRA, que tiene una tasa de rendimiento anual promedio del 10%, esa cantidad se convertiría en $us 25.161 en 30 años, según la calculadora de ahorros de Orman.
Entonces, ¿qué pasa con esas tazas de café? En promedio, pagamos $us 3 por una taza, por lo que $us 1.000 podrían comprar cerca de 333 tazas. Pero es obvio que hacer tu propio café es mucho más barato.
Introduje algunos números en una calculadora de café diseñada por Bone Fide Wealth, un servicio de planificación financiera. En Costco, una bolsa de granos de café de Peet’s Coffee cuesta $us 16 y podrías preparar alrededor de 41 tazas de café a un costo de 39 centavos cada una. Entonces, un iPhone de $us 1.000 vale alrededor de 2.500 tazas de café. Así ya cambian las cosas.
Doug Boneparth, presidente de Bone Fide Wealth, ofreció un argumento en contraposición. Para las personas que tienen mucho dinero en efectivo y son conscientes de los efectos de sus gastos, derrochar en teléfonos nuevos podría ser intrascendente para sus objetivos generales de ahorro en comparación con gastos más grandes como la vivienda y, si los teléfonos los hacen felices, adelante. Comentó que aparta dinero en efectivo todos los años para comprar un nuevo iPhone como una especie de pasatiempo.
Pero reconoció que su afición está empezando a tener rendimientos decrecientes porque los nuevos teléfonos que lanzan cada año no están mejorando mucho en el aspecto tecnológico. Sobre el último modelo de Apple, mencionó: “Con el iPhone 13 es la primera vez que pienso: ‘En realidad solo tiene una mejor cámara’”.
Orman advirtió que para la mayoría de las personas que no tienen tanto dinero en el banco, en particular las que están endeudadas, los efectos de un cambio de teléfono podrían aumentar. Un teléfono de $us 1.000 cargado a una tarjeta de crédito podría convertirse en uno de $us 3.000 con intereses en el momento en que se pague, señaló. Más deuda también podría afectar tu puntaje crediticio, lo que te dificultaría la compra o el alquiler de una casa.
“Si crees que vale la pena endeudarte por un teléfono, entonces, Dios mío, te has tendido una trampa para estar siempre endeudado”, indicó. “La verdad es que, salvo por un gasto médico, no hay nada por lo que valga la pena endeudarse”.
Brian X. Chen es columnista de The New York Times.