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Un plan de todos para todos

El Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones” (PDES), es el instrumento por el cual se articula la planificación en nuestro país, en el que se establece el enfoque político de la planificación para el desarrollo en los próximos cinco años; asimismo define las metas, resultados, acciones, el escenario macroeconómico y el presupuesto plurianual, cuya formulación responde a los objetivos trazados en el Plan General de Desarrollo Económico y Social (PGDES) y la Agenda Patriótica.

En torno a los últimos pronunciamientos emitidos por diferentes sectores de la sociedad, es propicio mencionar que en el marco de lo establecido en el artículo 7 de la Ley 777, de 21 de enero de 2016, del Sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE), queda establecido que el Ministerio de Planificación del Desarrollo, de acuerdo con sus atribuciones básicas contenidas en las normas que rigen la organización del Órgano Ejecutivo, se constituye en el órgano rector del SPIE. Asimismo, el inciso e) del citado artículo establece que es tuición de dicha entidad formular y gestionar la aprobación del PGDES, así como el PDES.

Bajo el ordenamiento jurídico expuesto en el párrafo anterior, es fundamental señalar que el PDES 2021-2025, elaborado por el órgano rector correspondiente, es el resultado de una construcción participativa emanada no solo de una coordinación sectorial, sino también de las nueve cumbres departamentales para la Reconstrucción Económica y Productiva y una cumbre nacional, que fueron llevadas a cabo entre agosto y octubre de la presente gestión, en las que fueron partícipes organizaciones sociales, microempresarios, artesanos, juntas vecinales, así también las organizaciones afiliadas a la Central Obrera Boliviana como gremiales, trabajadores, médicos, mineros y una diversidad de sectores representativos de la realidad económica nacional; a la par de las organizaciones sociales del Pacto de Unidad, universidades y el sector privado.

En tal sentido, este plan que adopta una proyección de mediano plazo, al hacer partícipe en su proceso de formulación a la sociedad en su conjunto, y dirigida a atender sus necesidades y propuestas, es sin lugar a dudas un plan de todos y para todos los bolivianos.

Es ineludible señalar que el PDES 2021-2025 implica una articulación de ejes, metas, resultados y acciones que derivan en un programa de inversión sin precedentes, ya que prevé una inversión de $us 33.197 millones hasta 2025, de los cuales el 53% está destinado al sector productivo, plenamente orientados a fortalecer la reconstrucción de la economía nacional a través de una estrategia de industrialización con sustitución de importaciones, acompañada de una política en materia de seguridad alimentaria con soberanía, incrementando los niveles de productividad del sector agropecuario, enfocado al abastecimiento del mercado interno y además de la generación de excedentes para la exportación con valor agregado, sentando las bases para el crecimiento con desarrollo económico en el mediano y largo plazos.

Asimismo, este plan establece lineamientos de política económica y social, enmarcados en el modelo económico social comunitario y productivo, proyectándose un crecimiento promedio anual del PIB de 5,1%, necesariamente ligado al componente social a través de la reducción de la pobreza moderada del 39% al 19%, disminución de la pobreza extrema del 13,7% al 5,3% y reducción de la desigualdad de ingresos de 0,45 a 0,42 hasta 2025.

Por último, es propicio señalar que el falso argumento de que el PDES 2021-2025 vulnera las autonomías de los gobiernos subnacionales, queda desvirtuado en tanto que la Ley 031, de 19 de julio de 2010, Marco de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez”, en el numeral 1, parágrafo II, artículo 93, menciona como competencia exclusiva de los gobiernos departamentales autónomos el diseño y establecimiento del plan de desarrollo económico y social del departamento, incorporando los criterios del desarrollo económico y humano, con equidad de género e igualdad de oportunidades, considerando a los planes de desarrollo municipales e indígena originario campesinos, en el marco de lo establecido en el Plan General de Desarrollo.

Es importante realizar una reflexión, en el sentido de que es trascendental comprender que, a objeto de garantizar la reconstrucción económica de nuestro país, es fundamental que cada boliviano se apropie y se haga partícipe de forma activa en la ejecución del PDES 2021-2025, siendo que únicamente con el concurso de todos los actores lograremos hacer de nuestro país un lugar mejor para nuestras futuras generaciones.

Alvaro Nina Nina es economista.