A 50 años del MIR (II)
Con frecuencia añoramos a grandes cuadros políticos: mineros, obreros, universitarios, campesinos, lo que olvidamos señalar es que todos fueron militantes de un partido político de izquierda. Para recordar al MIR antes de su división (1984-1985), retrocederemos a los inicios de la izquierda en Bolivia.
Bajo el influjo de la Revolución Rusa (1917) y la importancia política de la Guerra del Chaco (1932-1935), surgen los primeros partidos políticos de izquierda en nuestro país: el Partido Obrero Revolucionario (POR, 1935); el Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR, 1940). De una escisión del PIR nació el Partido Comunista de Bolivia (PCB, 1950). De una división del PCB nacería el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML, 1965); luego vendrían el Ejército de Liberación Nacional (ELN, 1967); el Partido Socialista (PS, 1970). De una disensión del PS surgió el Partido Socialista-1 (1978). El MIR nació en 1971. Todos partidos de tendencia marxista-leninista. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (1942) tuvo inclinación nacionalista. Los partidos indigenistas aparecerían en los años 70, con dos tendencias: los kataristas y los indianistas.
Entre los años 40 y 70 del siglo XX, estos partidos generaron grandes liderazgos, cuadros instruidos en escuelas de formación política soviéticas y cubanas; además de la sostenida capacitación que cada partido imponía al interior de sus filas. Estos líderes jóvenes condujeron a nuestro país hacia cambios como la Revolución de 1952, la defensa de nuestros recursos naturales, recuperaron la democracia (1982) luego de enfrentar a las dictaduras militares.
En los años 80 empezó el declive, con la Perestroika (1985) y la caída del muro de Berlín (1989) todos los partidos sufrieron divisiones internas, quedando ideológicamente situados en la derecha, el centro y la izquierda; el MIR no fue la excepción.
Los partidos de izquierda eran “de cuadros”, por eso tenían grandes líderes. En cambio, el MIR había decidido ser un partido de masas, sin descuidar la formación de cuadros en todos sus estamentos de dirección nacional, regional y local (que hasta hoy siguen vigentes).
El MNR fue el primer partido de masas en el país, con campesinos entre sus bases se extendió a todos los rincones, el país se pintó de rosado. El MIR pintó el país de naranja en todos los estamentos sociales: campesinos, obreros y clases medias, fue el segundo partido más grande de nuestra historia.
Todos los partidos de izquierda nacieron en las clases medias y fueron dirigidos por ellas, aunque en su estructura hayan sido incorporados sectores obreros, como en el caso del MIR, donde el Comité Ejecutivo estaba formado por Jaime Paz, Oscar Eid y Antonio Araníbar, fue agregado Wálter Delgadillo, que provenía del sector obrero fabril.
Una primera decisión que tomó el MIR al momento de su fundación fue enfrentar a la dictadura banzerista (luego vendrían las dictaduras de Juan Pereda Asbún, Alberto Natusch Busch y Luis García Meza), con su presencia orgánica y militante dentro del país. En este período de 11 años dictatoriales (1971-1982), el MIR tuvo varias direcciones nacionales clandestinas (DNC). En la DNC-1 estaban Paz, Araníbar, Eid, Alfonso Camacho, Ricardo Navarro y otros. Al caer presa o exiliada una DNC, se constituía otra, y llegaron la DNC-2 y la DNC-3.
Después de la DNC venían las direcciones regionales, los frentes de masas, hasta llegar al último eslabón del militante de base, que era parte de una célula de cuatro personas, generalmente con nombres falsos. No había contacto entre células, pero existía una logística entre “correos” que permitía el funcionamiento del MIR, en clandestinidad, con bajas regulares que caían presas, exiliadas o asesinadas.
El MIR nació como una organización colectiva, las decisiones se las tomaba de forma democrática, se practicaba el centralismo democrático. La derecha golpista siempre estará al acecho de tomar el poder, es preciso contar con una estructura orgánica que enfrente esos avasallamientos a la democracia.
Claudia Miranda Díaz es economista y auditora financiera.